Atlético Madrid se enfrentaba al humilde Unió Esportiva Vic – que milita en la Liga Élite catalana, sexta categoría de España- por la primera ronda de la Copa del Rey y el partido se presentaba como un trámite para el equipo dirigido por Diego Simeone. Sin embargo, con el correr de los minutos se mantenía el cero en el marcador y el Vic se ilusionaba con dar un batacazo histórico. Hasta que apareció Julián Álvarez, autor de un doblete en los últimos minutos para el 2-0 final.
Fueron «80 minutos de infamia», como lo describieron los medios españoles. El reloj seguía corriendo y los goles no aparecían. A pesar de que el Araña llegó para salvar el día, los rojiblancos no se salvaron de las duras críticas por su mal rendimiento.
Este partido contra un equipo amateur fue la gota que rebalsó el vaso. Los Colchoneros ya venían con un andar irregular, con sólo tres puntos acumulados en la Champios League, en donde su último partido fue la derrota como local ante el Lille, y otra caída en la Liga de España frente al Real Betis.
Todo apuntaba a que el partido contra el Vic iba a ser una buena manera de recuperar la confiaza para el resto de los torneos, pero fue todo lo contrario. «En Champions contra un rival potente o en Copa contra un sexta división, no hay manera de que los tipos que llevan ese escudo lo honren. De hecho, con excepciones que confirman la regla, ni siquiera honran a la profesión: eso no es fútbol», fue una de las fuertes críticas del diario Marca.
Polémica y alivio: Julián Álvarez marcó el primero de sus dos goles con un penal dudoso. Foto: EFE/Siu Wu.Sí, el partido lo ganaron. Sí, clasificaron a la siguiente ronda, pero su desempeño estuvo lejos de ser felicitado. «El Atleti rondaba más pero no le salía ni a balón parado», describió el diario AS. «Las estrellas para decantar una noche que se iba poniendo de Halloween, de puro terror». Para evitar que el «bochorno» sea aún mayor de lo que ya era, hizo falta un campeón del mundo.
A falta de 30 minutos, Simeone metió a Julián Álvarez en la cancha, quien hizo lo que pudo y más para evitar un papelón. El delantero transformó un penal que Guiliano Simeone sacó de la galera a laos 35 minutos del segundo tiempo, aprovechándo que no había VAR. Para terminar de cerrarlo, la Araña marcó su doblete un minuto antes del pitido final.
«80 minutos de vergüenza», lo resumió Marca. Pero ahora toca recuperarse, porque este domingo el Atleti se enfrenta a Unión Deportiva Las Palmas por LaLiga con el objetivo de no perder de vista al Barça y evitar salir de la zona de clasificación a la próxima Champions. Luego, el miércoles siguiente visitará a París Saint Germain en el Parque de los Principes para acomodarse en el torneo continental.