La semifinal de ida de la Copa Libertadores tuvo un protagonista casi exclusivo en Belo Horizonte. Deyverson fue la pesadilla de River y el que encendió la ilusión de todo Atlético Mineiro, con dos goles y una asistencia para la goleada 3-0 en Brasil, que lo acerca a la final que, según anunció Conmebol, será en el Monumental, el mismo lugar de la revancha dentro de siete días. Su clase, claro está, no puede ser discutida, pero el detalle que generó revuelo en las redes es que el delantero brasileño confesó ser hincha de Boca.
Pudo haber sido más amplía su participación, pero correctamente le anularon un tanto por posición adelantada a los cuatro minutos de partido. Fue la misma jugada donde inexplicablemente no se sancionó penal por una mano de Leandro González Pírez.
El platinado, singular por sus ampulosos gestos como cuando festejó un lateral a favor en mitad de cancha frente al banco visitante, tuvo su rápida revancha. Es que a los 22 minutos, después de una pelota larga, recibió de Hulk que chocó a González Pírez y definió dejando en ridículo a Franco Armani con una gambeta.
El segundo fue con más construcción y con otra buena definición: Arana le filtró una pelota bárbara al espacio dentro del área para que el delantero, casi sin ver el arco de media vuelta, la clave cruzada contra el palo. Inatajable para Armani.
La asistencia fue en el tercer gol, cuando descargó como pivot de espaldas al arco con Paulinho para que éste remate de media distancia a la carrera.
Sobre la ‘catimba’ -cuya traducción es astucia o malicia-, el delantero opinó: «Yo siempre juego así, lucho cada pelota y doy la vida por mi escudo. Los argentinos cuando ganan hacen lo mismo que yo y cuando están perdiendo se calientan. Pero yo lo hice siempre con respeto, son cosas que pasan dentro de la cancha».
Deyverson, que fue campeón de la Libertadores con Palmeiras en 2021, venía de ser la gran figura del Mineiro en la revancha de los cuartos de final ante Fluminense. En aquel encuentro entró desde el banco y convirtió los dos goles del 2-0 que llevaron al Galo a las semis. Por pedido de Milito, llegó como refuerzo a mitad de año y este martes, frente a River, convirtió por tercera vez consecutiva en la Libertadores. En total acumula seis tantos en 13 presentaciones con el equipo de Belo Horizonte.
Deyverson, fanático de Boca
En una nota con el diario deportivo Olé en 2023, el verdugo de River en la Libertadores había confesado su fanatismo por Boca: «La verdad que le tengo mucho cariño a la Bombonera por Maradona y todo lo que hizo a nivel mundial. También por todos los jugadores que jugaron en Boca: Carlitos Tevez, Cavani, Riquelme… Para mí sería una ilusión jugar en Boca (…). Pfff, te lo juro por Dios, si gano una Libertadores con Boca sería un Deyverson de la hostia. Una locura de la hostia. Imaginate ser campeón de la Libertadores y llegar a la Bombonera con todos los hinchas cantando. Ojalá yo pueda jugar en Boca y ganar la Libertadores».
En 2022, el goleador de 33 años, estuvo de vacaciones por Buenos Aires y no perdió la oportunidad de visitar la Bombonera. «Pedí una camiseta de Boca con mi número, el nueve, con el sueño de que ojalá pueda jugar en Boca como delantero», recordó. El destino finalmente lo llevó al Mineiro pero, de una forma u otra, les terminó arrancando una sonrisa a los xeneizes.