Nueve meses y medio antes de la reunión de Oasis, Liam Gallagher cantará este sábado ante casi 100.000 personas en el estadio más grande del Reino Unido. Sin embargo, su presencia será apenas un aperitivo del plato principal que allí se servirá. Una corona mundial de peso pesado, la de la Federación Internacional de Boxeo, será la que convocará en Wembley a la mayor multitud en la historia del pugilismo británico: Daniel Dubois la expondrá ante Anthony Joshua en un duelo inglés con perfume saudí. La velada podrá verse en Argentina solo a través de la plataforma DAZN desde las 14 (el duelo estelar será alrededor de las 19).
La sinergia de las dos empresas promotoras británicas más poderosas, Matchroom Boxing (representa los intereses de Joshua) y Queensberry Promotions (defiende los porotos de Dubois), y, sobre todo, el aporte económico de la Autoridad General de Entretenimiento (GEA) de Arabia Saudita harán posible el evento, que es parte de la estrategia de expasión de la Riyadh Season, el combo de propuestas gastronómicas, artísticas y deportivas que la monarquía encabezada por Salmán bin Abdulaziz utiliza desde hace un lustro para mostrar su rostro más presentable. Esta será la primera cartelera pugilística de la Riyadh Season en el Reino Unido y la segunda fuera de territorio saudí (la primera fue el 3 de agosto pasado en Los Ángeles).
La propuesta deportiva es una de las más atractivas que en estos días puede ofrecer este deporte a los ingleses, con dos de sus representantes pujando por un título de la división máxima y también por un sitio prioritario en la fila para enfrentar en 2025 al ganador de la revancha que el ucraniano Oleksandr Usyk, propietario de las otras tres fajas de la categoría, y británico Tyson Fury protagonizarán el 21 de diciembre en Riad.
Si bien es el dueño del cetro de la FIB, Dubois, de 27 años y nativo de Greenwich, en el sur de Londres, no es el favorito para la contienda del sábado. Aunque, nobleza obliga, tampoco lo era cuatro meses atrás, el 1 de junio, cuando batió por nocaut técnico en el octavo asalto al invicto croata Filip Hrgovic en Riad (el árbitro John Latham detuvo las acciones debido a los cortes en ambos párpados que había sufrido el balcánico) y capturó así el título interino que el organismo con sede en Nueva Jersey había puesto en juego en ese pleito.
Veinticinco días después de aquella victoria, el británico adquirió el estátus de campeón regular. Ello ocurrió unas horas después de que Usyk, que en mayo había derrotado a Fury y se había transformado en el primer campeón pesado indiscutido en la era de los cuatro cinturones, renunciara al título de la FIB. Ese organismo había aceptado sancionar el combate de unificación con la condición de que el ganador enfrentara luego a Hrgovic, el número uno de su ranking y retador obligatorio desde agosto de 2022. Pero el contrato que habían firmado Usyk y Fury contemplaba una revancha obligatoria, por lo que todos sabían que aquel camino era inconducente.
En medio del nebuloso debate administrativo entre Usyk, Hrgovic y la FIB, Dubois, que ya había sido efímeramente campeón secundario de la Asociación Mundial de Boxeo, emergió entre la bruma, venció al croata y terminó quedándose con la corona. La del sábado será la primera defensa de este peleador potente, veloz y de buena técnica, que el viernes registró 112,763 kilos en el pesaje que se realizó en Trafalgar Square y que tiene un récord de 21 victorias (20 antes del límite) y dos derrotas, ambas por la vía rápida: fue noqueado por Joe Joyce en noviembre de 2020 y por Usyk en agosto de 2023.
Bastante más curtido en estas lides está Joshua, quien el viernes detuvo la báscula en 114,532 kilos: a los 35 años ya fue campeón mundial unificado dos veces, protagonizó 12 peleas con al menos un título ecuménico en juego (ganó nueve y perdió tres) y está tomando un nuevo impulso después de que muchos dieran por terminada su carrera tras su segunda derrota frente a Usyk en agosto de 2022 en Yeda.
A la caída ante el ucraniano la siguieron cuatro victorias al hilo (las últimas tres, por la vía rápida), aunque ninguna contra un adversario de la elite de la división máxima: el peleador nacido en Watford superó al estadounidense Jermaine Franklin y a los suecos Robert Helenius y Otto Wallin, antes de recetarle un lapidario nocaut al artista marcial camerunés Francis Ngannou en marzo pasado en Riad. “No sé si estoy llegando a mi mejor momento. Simplemente me esfuerzo día a día. No sé adónde me llevará eso”, dijo después de esa victoria el campeón olímpico en Londres 2012.
Por lo pronto, y aunque bullen las especulaciones sobre un tercer combate con Usyk o un enfrentamiento con Fury, Joshua tiene un gran objetivo muy cercano, ya que el sábado puede convertirse en el sexto boxeador en ganar tres veces un título mundial de peso pesado: hasta ahora, solo lo lograron Muhammad Ali, Michael Moorer, Lennox Lewis, Vitali Klitschko y Evander Holyfield (es el único que lo hizo cuatro veces). Procurará lograrlo en Wembley, donde ya derrotó al ruso Alexander Povetkin en septiembre de 2018, al ucraniano Wladimir Klitschko en abril de 2017 y al inglés Matt Legg en mayo de 2014. En cambio, será la primera presentación de Dubois en ese recinto.
El templo del fútbol inglés no solo escuchará el sábado el sonido de los puñetazos: minutos antes del combate principal de la cartelera, Liam Gallagher interpretará tres temas clásicos de Oasis, según anunció el cantante en su cuenta de Instagram. Esta presentación será la antesala de la gira de regreso de Oasis, que ya tiene 17 fechas confirmadas (y con localidades agotadas) entre julio y agosto de 2025 en las islas británicas. El combo de música y boxeo es un clásico de las veladas de la Riyadh Season. En agosto, por ejemplo, el rapero Eminem cantó antes del pleito entre Terence Crawford e Israil Madrimov en el BMO Stadium de Los Ángeles.
Para este espectáculo, Wembley lucirá como nunca. Las entradas para la velada, con precios que iban desde 61,36 a 4.740,23 libras (entre 80,5 y 6.230 dólares), salieron a la venta el 28 de junio y en las primeras 24 horas se vendieron 70.000. La capacidad habilitada inicialmente era de 90.000 butacas, pero la organización logró que la Autoridad del Gran Londres la ampliara a 96.000 asientos, que estarán íntegramente ocupados (los tickets se agotaron el jueves). Así se marcará un récord de asistencia en un evento de boxeo en el Reino Unido. Hasta el momento, la marca la tiene el pleito entre Tyson Fury y Dillian Whyte, que reunió a 94.000 personas el 23 de abril de 2022 también en Wembley.
Si bien la reunión será multitudinaria, no romperá el récord mundial de concurrencia. El 16 de agosto de 1941, 135.132 personas vieron en el Parque Juneau de Milwaukee la pelea entre Tony Zale y Billy Pryor, la atracción principal de un evento gratuito organizado por la cervecería Pabst Brewing Company y la ONG Orden Fraternal de las Águilas (FOE). En una velada con entrada paga, la marca máxima fue alcanzada el 20 de febrero de 1993, cuando 132.274 personas presenciaron el triunfo de Julio César Chávez sobre el estadounidense Greg Haugen en el Estadio Azteca de la Ciudad de México.