De los 10 indicadores principales del desempeño económico, 7 están en rojo, 2 en amarillo y solo 1 en verde. A poco más de ocho meses de la puesta en marcha del plan libertario, los resultados son predominantemente negativos y las posibilidades de una recuperación rápida, en forma de V, como prometieron Javier Milei y Luis Caputo, lucen cada vez más diluidas.
1. Dólar: amarillo
«El esquema de política cambiaria no es consistente. Si hay un punto de consenso entre economistas de distintas tendencias es que a esta economía le faltan dólares y que la cotización actual está atrasada. No existe un horizonte de normalización del mercado cambiario, con apertura del cepo. Ni siquiera los dólares financieros son libres, ya que interfieren los anabólicos de la sobreoferta del dólar exportador, con el dólar blend, y las intervenciones en el contado con liquidación que empezó a hacer Caputo, sin un criterio técnico claro para el mercado. Esto le resta credibilidad a la política económica y genera un estado de incertidumbre», analiza Sergio Chouza, de la Consultora Sarandí.
Sin embargo, el analista concede que el hecho de que se achicó la brecha entre el oficial y los financieros, que el dólar blue no se disparó, lo cual por ahora opera como un ancla para la inflación, y que resta ver cómo le va al Gobierno con el blanqueo, el RIGI, los créditos que gestiona en el exterior y las negociaciones con el FMI, permite que la foto de hoy salga en amarillo para esta variable clave.
De todos modos, advierte que «se está pagando un costo de oportunidad enorme al no acumular reservas, por el dólar blend y las intervenciones en el ccl, y hay un atraso cambiario que hace inviable la actividad para una gran cantidad de sectores». Chouza remarca que «empiezan a no cerrarle los números hasta a muchas producciones rurales».
En la misma línea, Jorge Carrera, ex vicepresidente del Banco Central, elige el amarillo para la situación del dólar. «Es una variable que genera mucha preocupación. En el corto plazo parece estar relativamente controlada, pero eso no es necesariamente cierto a mediano plazo. A la economía le faltan dólares y todo el plan parece descansar en que Donald Trump gane las elecciones en Estados Unidos para pedirle plata al FMI«.
2. Reservas: rojo
Las reservas netas del Banco Central se encontraban en -10 mil millones de dólares al asumir el Gobierno, mejoraron hasta -3 mil millones en mayo y en este momento se encuentran en -6000 millones, con perspectivas de volver a -10 mil millones a fin de año, detallan los analistas, con lo cual el presente es rojo y a corto plazo no se visualiza un cambio de color.
«Salvo que devalúen», aclara Carrera. «En septiembre, octubre y noviembre caerá la oferta de dólares por la cuestión estacional de la liquidación de exportaciones y subirá la demanda de los importadores que están esperando que el Gobierno baje 10 puntos el impuesto Pais para salir a comprar», indica, por lo cual el escenario se presenta como un gran desafío. «Si quisieran devaluar supongo que sería antes de fin de año, para no afectar tanto las posibilidades electorales en 2025«, conjetura.
«Caputo se aferró al discurso de evitar la devaluación, con lo cual si el Gobierno decide hacerlo me parece que habrá un cambio de equipo económico«, agrega Chouza.
3. Riesgo país: rojo
«Se pueden diferenciar dos etapas. La primera signada por el envión que fue para el mercado que gane las elecciones un gobierno liberal, lo que permitió una mejora en el indicador en los primeros cinco meses de gobierno. La segunda es desde mayo, cuando se terminó el entusiasmo y empezó una leve tendencia alcista para el riesgo país, hasta acomodarse en la zona de 1500 puntos», precisa Chouza, por lo cual le asigna un rojo a esta variable.
«Para el mercado no alcanza que el Gobierno haga el trabajo sucio con los pesos, con el ajuste fiscal y la contracción monetaria. Si no acumula dólares en las reservas, nunca le van a creer que tendrá las divisas para pagar los bonos. Gestionar un Repo o créditos con una tasa de interés del 20 por ciento puede ser contraproducente, porque evidencia que el rey está desnudo. El problema es la falta de consistencia del sector externo, la insuficiencia de dólares», insiste el titular de Consultora Sarandí.
«Los precios de los bonos arrancaron bastante bien, llegando a 55 dólares, pero hace meses que se estancaron en torno a los 48. El mercado observa la dificultad que tiene el Gobierno para juntar dólares y por eso el riesgo país sigue tan alto«, coincide Carrera.
4. Inflación: amarillo
«El Gobierno lo relata como verde, pero con la potencia que tiene la recesión, con el enorme parate económico, sería muy difícil identificar como un éxito la política para estabilizar los precios. Una inflación que cuesta bajarla del 4 por ciento mensual es equivalente al 60 por ciento anual, un nivel que sigue ubicando a la Argentina entre los países con más inflación en el mundo. Venezuela, Turquía o Egipto, que antes y durante la pandemia estaban en situaciones similares a la argentina, ya están con otros registros», evalúa Chouza.
«Es cierto que desapareció del escenario de corto plazo el riesgo de espiralización inflacionaria, pero sin un plan de estabilización puro y duro, que contemple un gran acuerdo político social, la inflación seguirá con una inercia elevada. La inflación puede bajar incluso un poco más, pero quedará ahí, no caerá como un piano como dicen Milei y Caputo«, agrega.
«El esquema funcionó razonablemente bien para bajar la inflación del nivel exagerado al que la hicieron subir innecesariamente con las primeras medidas, pero ahora se observa que llegó a un piso que les cuesta perforar», sostiene Carrera.
«El costo de bajar la inflación con una recesión tan grande es tremendamente alto. Tenemos una recesión histórica, que no terminamos de tomar dimensión el nivel que alcanzó y lo que costará salir. La recesión no es un accidente. Es la política buscada. Es el fuego purificador que nos quema a todos«, ilustra el ex funcionario.
5. Cuentas fiscales: verde
El único verde de los diez indicadores es el que tiene que ver con el equilibrio fiscal. «Se sabía lo que representaba Milei como candidato del ajuste, pero lo que nadie podía imaginar era que lograría imponer su programa tan fácil, casi sin pagar costos políticos, haciendo un discurso en base a eso, sin resistencia política ni social. Como sociedad teníamos el chip de que el ajuste es algo culposo, impopular, y Milei desafía esa premisa. Se anima a intentar capitalizar el ajuste como un plan de normalización que la casta nunca quiso hacer. La magnitud es muy significativa y puede ser una variable que el Gobierno la presente como un logro de gestión», opina Chouza.
«Ahora puede ser un verde, pero hay que ver dos cosas. Por un lado, cuán sostenible es el ajuste en el tiempo. Por el otro, que el equilibrio fiscal se logró postergando pagos y efectuando recortes de gastos que parece difícil que se puedan mantener de manera sustentable, haciendo crecer la economía. Es cierto que en este aspecto el Gobierno ganó credibilidad, porque se pensaba que llegar a las metas fiscales le iba a costar mucho más», marca Carrera.
6. Economía real: rojo
«La recesión no fue un resultado indeseado de la política económica, un daño colateral, sino que fue inducida por el Gobierno como mecanismo para desinflar. Para planchar la demanda y que eso domestique al sector privado para transferir a precios la suba de costos. Las consecuencias son sumamente dolorosas. Tenemos caídas comparables con la pandemia y la crisis de 2001. Es una crisis enorme«, sostiene Chouza.
«En junio hubo una caída de actividad del 3,9 por ciento, pero si se excluye el aporte del sector rural, que se recuperó de la sequía del año pasado, la caída fue del 7,8 por ciento. No se ve que la situación vaya a cambiar mucho en lo que resta del año», alerta.
«Vamos a llegar a las elecciones de medio término con un PIB per cápita mucho más bajo que el que había cuando asumió Milei. Este año tendremos una caída de la economía en torno al 5 por ciento y para 2025 no veo un gran crecimiento, porque ni siquiera vamos a tener el aporte diferencial del agro», afirma Carrera.
7. Masa salarial: rojo
«La masa salarial del sector registrado -privado y público- y de la seguridad social en su conjunto mostró una abrupta caída en los primeros meses de la actual gestión. La baja del primer semestre fue del 16,5 por ciento, siendo la más importante en más de veinte años. Si bien esa contracción se moderaría en el segundo semestre, seguiría siendo significativa. Estimamos un descenso de 8,3 por ciento en la comparación interanual», advierte un informe de la Fundación Capital, que dirigen Martín Redrado y Carlos Pérez. Chouza y Carrera también le ponen rojo a esta variable y la tendencia para los próximos meses no cambia demasiado.
8. Empleo: rojo
A mediados de septiembre se conocerán los datos oficiales de la desocupación del segundo trimestre, pero la información anticipada por la Secretaría de Trabajo evidencia que desde diciembre hasta julio hubo caídas todos los meses del empleo registrado, el empleo público y el empleo no registrado. Ya se perdieron más de 250 mil puestos de trabajo.
«Sin un mercado interno pujante, el empleo no crece. Por más que ordenen la cuestión fiscal, con este esquema de política económica que busca primarizar la economía, incluso si hay un rebote estadístico en el nivel de actividad, soy escéptico respecto a que en 2025 la situación del empleo vaya a mejorar mucho», indica Chouza. «En este tipo de crisis, la ocupación es lo último en recuperarse«, suma Carrera.
9. Pobreza e indigencia: rojo
La pobreza trepó más de diez puntos desde que gobierna La Libertad Avanza, lo mismo que la indigencia, alcanzando ambas niveles record.
10. Equidad social: rojo
Los indicadores del Indec sobre distribución del ingreso, coeficiente de Gini, brecha entre los más ricos y más pobres, tienen un deterioro que encuentra pocos puntos de comparación en la historia reciente. Es un rojo furioso.