La controversia por las elecciones en Venezuela y la proclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto en medio de acusaciones de fraude puso a la Argentina y otros países a evaluar formas de presionar al gobierno venezolano para que difunda las actas de votación, como única forma de cambiar el resultado.
Tras atribuirle el 51.2% de los votos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó oficialmente a Maduro como ganador de los comicios frente al candidato opositor Edmundo González Urrutia, que habría obtenido el 44.2%. La oposición desconoce el resultado, denuncia «fraude» y advierte que el gobierno retuvo las actas de votación que, según afirman, confirmarían que en realidad el régimen fue derrotado.
Ante esa situación, el gobierno de Javier Milei desconoció la proclamación de Maduro al igual que Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Sin embargo, esta acción no tiene efectos prácticos sobre el resultado que declaró el gobierno venezolano, como tampoco los tendría una eventual impugnación de los veedores internacionales.
Es por ello que la reacción de estos países y otras que puedan tener lugar en el corto plazo serán, de máxima, una forma de subir la presión para que el gobierno de Maduro entregue la información que reclama la oposición venezolana y para garantizar la transparencia de las elecciones.
¿Por qué no se puede invalidar el resultado de las elecciones en Venezuela?
El resultado de las elecciones no puede ser invalidado por ninguna resolución externa ni tampoco por los veedores debido a que Venezuela es, como el resto, un país autónomo. Así lo explicaron a iProfesional fuentes involucradas en la campaña opositora a Maduro, quienes señalaron además que solo la Justicia de ese país podría hacer algo así aunque hoy parece improbable.
Y es que el Tribunal Superior de Justicia «también está manejado por Maduro, ellos no van a impugnar nada», según afirman las mismas fuentes. De máxima, lo que pueden hacer otros países es desconocer el resultado y romper oficialmente las relaciones diplomáticas con Venezuela.
La oposición aseguró que tiene las actas para demostrar que hubo fraude de Maduro
Esto ya empezó a ocurrir y Maduro lo alimentó: a través de un comunicado el canciller venezolano, Yvan Gil, anunció este lunes el «retiro de todo su personal diplomático de las misiones de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay» que será acompañado por el pedido para que también se retiren los enviados de esos países en Caracas.
No obstante, esto no tiene efecto concreto en la declaración del resultado por parte del CNE. Lo que sí puede generar esa ruptura de relaciones y el desconocimiento de la proclamación de Maduro es una forma de presionar a su gobierno y de apoyar a la oposición, que ahora empezará a difundir las copias de las actas de votación que asegura tener para demostrar su triunfo.
La oposición se proclamó ganadora: ¿qué pueden hacer Argentina y otros países?
Marina Corina Machado, la líder opositora a la que se le impidió ser candidata, afirmó en una rueda de prensa con González Urrutia que esas actas probarán «la verdad de lo que pasó en Venezuela». La ruptura de relaciones y el desconocimiento de Maduro por parte de otros países será una forma de presionar al gobierno para que reconozca esa documentación.
Por otra parte también están las sanciones comerciales que suele promover Estados Unidos y que, en este caso, encontrarían un apoyo importante en la región así como en otros países del mundo. Venezuela ya es uno de los países más sancionados, pero esas medidas podrían profundizarse para aumentar la presión económica.
Esas dos serían las únicas formas en que otros países podrían influir en el polémico proceso electoral de Venezuela. El resultado «oficial» no puede cambiarlo nadie desde afuera. Ese aspecto queda inevitablemente sujeto a lo que hagan en adelante Maduro, la oposición, las instituciones y el pueblo venezolano.
Venezuela rompe relaciones: ¿cómo afecta a los venezolanos que viven en Argentina?
En el medio del conflicto están los habitantes de Venezuela, donde las protestas y la represión policial se multiplican, y los venezolanos que viven fuera del país, a quienes la ruptura de relaciones diplomáticas que anunció Maduro los deja en un limbo.
La situación ya se dio cuando Argentina y otros países reconocieron como presidente a Juan Guaidó. «La embajada no funcionaba y nosotros quedamos desamparados», recuerdó Alejandra, una venezolana que vive en Buenos Aires hace más de diez años, ante iProfesional.
La complicación principal se da por la tramitación del pasaporte venezolano, dado que sin ese documento pueden volver a Venezuela pero no pueden salir nuevamente. Con la embajada cerrada los venezolanos en el exterior tampoco pueden tramitar antecedentes penales ni hacer trámites por el fallecimiento de un familiar.
Mientras Nicolás Maduro se endurece y escala la tensión particularmente con la Argentina y el gobierno de Javier Milei, los demás países evalúan los pasos a seguir si la situación no cambia y el resultado de los comicios que se informó sigue generando sospechas.