En el primer semestre del año Argentina acumuló un saldo favorable de 107 millones de dólares en el comercio bilateral con Brasil, un cambio significativo si se lo compara con el déficit de 3.504 millones en igual período de 2023. En un contexto de mayor debilidad del flujo comercial bilateral, asociado a la fuerte recesión interna y un menor dinamismo de la economía brasilera, las cifras vuelcan la balanza en favor de Argentina.
En junio las importaciones desde Brasil alcanzaron los 960 millones de dólares y se contrajeron 50,8 por ciento interanual, anotando la caída más fuerte desde mayo de 2020, según detalló la consultora Abeceb. Las compras externas acumularon así 11 meses consecutivos de caída interanual.
En tanto, las exportaciones al vecino país tuvieron un desempeño algo más alentador, alcanzando los 1.009 millones de dólares en junio con una suba interanual del 8,8 por ciento. El saldo bilateral fue positivo para Argentina por cuarto mes consecutivo. El flujo comercial totalizó los 1.969 millones, versus 2.877 millones que se comercializaron en junio del año pasado, con un descenso en consecuencia en elñ comercio bilateral total del 31,5 por ciento.
En el primer semestre del año, el saldo bilateral resultó favorable en 107 millones de dólares, con las ventas externas cayendo un 36,7 por ciento y las compras con una leve alza del 2,4 por ciento contra igual semestre de 2023.
“Para el segundo semestre del año, se espera que los niveles de importación continúen relativamente comprimidos respecto a 2023 en un contexto en que la actividad económica y el consumo mostrarían signos de recuperación, pero modestos», indica el informe de Abeceb.
Con respecto a la paridad cambiaria, advierten una apreciación del peso argentino “especialmente pronunciada” respecto del real brasileño, profundizada por los movimientos de la moneda de Brasil. La paridad cayó 50,7 por ciento en el año, por encima de la caída del tipo de cambio real multilateral.
Por el lado de las importaciones, se registraron caídas fuertes en sectores de alto peso. El sector automotor computó caídas promedio del 43 por ciento interanual en las compras de autopartes y accesorios (100,7 millones de dólares) y de automotores para transporte de mercancías (27,7 millones), mientras que las adquisiciones de vehículos para pasajeros aumentaron 7,5 por ciento anual (132,3 millones).
En cuanto al agro, las compras externas de soja retrocedieron 99,5 por ciento debido a que pasó el impacto de la sequía. El el rubro de metalmecánica tuvo un desempeño mixto, con fuertes bajas –laminados intermedios vinculados al rubro de la construcción- y también aumentos –como en el caso del óxido de aluminio y mineral de hierro. Cayeron también las compras de combustibles un 13,1 por ciento interanual.
Por el lado de las exportaciones, a nivel de sector se destaca el agro que tuvo un desempeño mixto en junio: las ventas de trigo y centeno a Brasil crecieron 18,8 por ciento anual (hasta 87,2 millones de dólares) mientras que la cebada cayó 41,2 por ciento (14,9 millones). El sector automotor también presentó una dinámica mixta: los motores de pistón y los vehículos para pasajeros disminuyeron un 26 por ciento promedio (hasta unos 26,4 y 133,3 millones respectivamente), la excepción fueron los transportes de mercancías que crecieron 15,8 por ciento (228,2 millones). Por su parte, la industria petroquímica mostró un desempeño matizado pero más positivo, las ventas de aceites crudos de petróleo se expandieron 28,8 por ciento interanual.
“Tendrán un impacto balanceado sobre el comercio bilateral las perspectivas de crecimiento de la economía brasileña –en un rango de 1,9 a 2 por ciento- que son peores que las de 2023 -2,9 por ciento- pero algo mejores que las esperadas durante todo el primer cuatrimestre”, agregan desde la consultora. “Otro factor que impacta en el comercio bilateral de forma ambigua son las fuertes inundaciones registradas en el Estado de Rio Grande do Sul, que afectaron simultáneamente a las importaciones y exportaciones de los sectores automotrices altamente integrados entre sí de cada país”. Desde Abeceb anticipan que 2024 probablemente cierre con un balance comercial bilateral cercano al equilibrio.