El fatal desenlace ocurrió mientras entrenaba en el Club Atlético Unión de Arroyo Seco. La víctima sufrió un paro cardiorrespiratorio y no pudo ser reanimado por los médicos.
El Club Atlético Unión de Arroyo Seco, ubicado en la provincia de Santa Fe, fue el escenario de un trágico suceso ocurrido el pasado jueves. Lautaro Maffini, un adolescente de 12 años, murió en el lugar luego de descompensarse durante un entrenamiento de fútbol.
La noticia fue confirmada por el club, situado a 20 kilómetros de Rosario, que en sus redes sociales expresó: “Queremos enviar nuestras condolencias y acompañamiento a los familiares y allegados de Lautaro Maffini, deportista de nuestra institución que hoy, lamentablemente, falleció”.
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El club decidió suspender sus actividades y cerrar las instalaciones desde el viernes y hasta el domingo inclusive. Según indicaron los medios locales, Lautaro se descompensó mientras entrenaba con sus compañeros. Los médicos acudieron rápidamente al lugar y lograron trasladarlo al hospital más cercano, lugar en el que finalmente falleció.
De acuerdo al informe médico, Lautaro sufrió un paro cardiorrespiratorio y las maniobras que le realizaron, tanto en el club como en el Hospital Samco, no tuvieron éxito.
Al duelo manifestado por su club también se sumaron el Arroyo Seco Athletic Club, el Club Atlético Riberas del Paraná, el Club Atlético Talleres de Arroyo Seco, el Club Atlético Libertad de General Lagos y entidades de periodistas deportivos.
El trágico antecedente en el fútbol santafesino
En 2019, el arquero del Club Unión de Golondrina de la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe, Ramón Ismael Coronel -de 17 años-, murió producto de un paro cardiorrespiratorio luego de recibir un pelotazo en el pecho durante una definición por penales.
“Atajó feliz su penal, alcanzó a festejar y cayó”, reveló su prima en diálogo con el diario local Reconquista Hoy. En aquella oportunidad, al igual que con Cortez y a falta de una ambulancia, trasladaron al chico en camioneta al Hospital de Reconquista, pero pese a los intentos no pudieron reanimarlo.
Piki, como lo conocían sus amigos, tenía tres hermanos y concurría a la Escuela Secundaria Juana Manso. “Lo único que te puedo decir es que no entiendo por qué en semejante evento no había una ambulancia”, se lamentó su padre, Eduardo, en una entrevista con el mismo medio.
Si bien no se realizó una autopsia, desde el Ministerio Público de la Acusación de Reconquista aseguraron que la muerte de Coronel se trató de una “fatalidad”.