La agencia espacial confirmó la presencia de azúcares, nucleobases, aminoácidos y otros compuestos orgánicos esenciales en muestras extraterrestres, un conjunto químico completo que respalda la idea de que los ingredientes primarios de la vida pudieron llegar a la Tierra desde el espacio.
Científicos de la Nasa confirmaron que en las muestras del asteroide Bennu se detectó triptófano, un aminoácido esencial cuyo hallazgo no se había registrado previamente en material proveniente del espacio. Estas contienen todos los componentes necesarios para que se formen moléculas como el ARN y el ADN y el avance podría transformar el entendimiento sobre el origen químico de la vida en nuestro planeta.
Los estudios determinaron que Bennu, un cuerpo rocoso con más de 4.000 millones de años, conserva los elementos esenciales para construir estructuras biológicas. En una actualización reciente, la agencia espacial señaló que, además de las nucleobases conocidas, ahora se identificaron azúcares fundamentales.
Según explicaron, “científicos dirigidos por Yoshihiro Furukawa, de la Universidad de Tohoku, Japón, encontraron azúcares esenciales para la biología terrestre en las muestras de Bennu”.
La institución precisó que “se encontraron el azúcar de cinco carbonos, la ribosa, y, por primera vez en una muestra extraterrestre, la glucosa de seis carbonos”.
La detección de ribosa respalda la teoría del “mundo de ARN”, que propone que las primeras formas de vida pudieron basarse únicamente en esta molécula. Que no aparezca desoxirribosa —indispensable para el ADN— fortalece esta idea evolutiva.
Furukawa también subrayó que “las cinco nucleobases necesarias para el ADN y ARN, junto con los fosfatos, se han encontrado en las muestras de Bennu traídas a la Tierra por OSIRIS-REx”. Las muestras fueron calificadas como “pristinas” porque no muestran contaminación terrestre y mantienen intacta la composición química del sistema solar primitivo. Gracias a esto, se puede afirmar que los azúcares detectados se habrían formado en regiones frías del sistema solar exterior antes de llegar a la Tierra en sus primeros tiempos.
Los análisis también identificaron aminoácidos y compuestos nitrogenados, lo que conforma un abanico químico completo que indica, según los especialistas, que “la química orgánica compleja ya existía en el sistema solar exterior”.
Uno de los descubrimientos más peculiares es un material flexible muy rico en compuestos orgánicos, descrito como una especie de “goma espacial”, nunca antes registrada en otro objeto celeste. Se habría originado cuando el asteroide progenitor de Bennu experimentó un leve calentamiento en los inicios del sistema solar, favoreciendo reacciones que pudieron impulsar la formación de moléculas complejas.
El tercer estudio revela que Bennu también contiene polvo proveniente de antiguas supernovas, en una concentración seis veces mayor que la hallada en cualquier otra muestra extraterrestre analizada hasta ahora.
Este dato permite recomponer el entorno en el que surgió el asteroide y entender cómo se mezclaron los materiales estelares que luego dieron lugar a planetas como la Tierra.
El sistema hermético de OSIRIS-REx garantiza que los investigadores trabajen con absoluta certeza de que los compuestos encontrados son de origen espacial. Con la presencia de agua atrapada en minerales, sales, carbonatos, aminoácidos y ahora azúcares y polímeros orgánicos, Bennu se posiciona como un elemento clave para explicar cómo pudieron llegar a la Tierra los ingredientes necesarios para la vida.
Fuente: SFA/R2