Un kiosco y una verdulería, ambos locales ubicados en Francia al 1600, fueron blanco de un robo durante la madrugada de este miércoles.
Los delincuentes treparon por los techos, accedieron al patio trasero que une a ambos comercios y, a través de una ventana, usaron un palo de escoba para arrastrar hasta ellos una mesita donde se encontraba la caja registradora.
De esa manera lograron llevarse la recaudación del día anterior, estimada entre 70 y 80 mil pesos.
Los comercios, que funcionan en una casa antigua reacondicionada, había abierto hace menos de seis meses gracias al esfuerzo de una madre y su hijo.
Además del dinero, los ladrones revolvieron la verdulería, tiraron mercadería al suelo e intentaron ingresar a otras dependencias.
En el lugar no hay cámaras de seguridad, y los vecinos tampoco cuentan con registros que puedan aportar a la investigación.