Gonzalo Mórtola se convirtió en el primer funcionario macrista condenado a prisión por incumplimiento de deberes de funcionario público. Recibió una pena de seis meses por la contratación irregular de la empresa INDRA por un millón de dólares.
Mórtola llegó a la Administración General de Puertos de la mano de José Torello, amigo de la escuela de Mauricio Macri. Ex rugbier de Belgrano Athletic, no tenía ninguna experiencia en cuestiones portuarias.
Sin licitación, la AGP que manejaba Mórtola le pagó en 2016 a Indra un millón de dólares para que redacte los pliegos de licitación de las terminales portuarias que el macrismo buscaba concesionar.
En lugar de llamar a una licitación, como indica el reglamento de compras, Mórtola convocó a dos asesores, Martín Hagelstrom y Ernesto Laborde. Los asesores recomendaron la contratación directa de INDRA.
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Hagelstrom está procesado en la causa y sigue ligado a Guillermo Dietrich, a quien acompañó en distintas charlas sobre la Hidrovía. El ex ministro de Transporte fue jefe directo de Mórtola y hasta último momento buscó avanzar con la licitación del puerto antes de la llegada de Alberto Fernández.
Tras el fin del macrismo, Mórtola comenzó a recorrer los tribunales. Desde 2018 había una denuncia por la contratación irregular.
El ex funcionario hizo todo lo posible para que, con la llegada de Milei, el Estado se retirara como querellante de la causa, pero no lo consiguió y Marcelo Martínez de Giorgi elevó la causa a juicio oral.
Allí, Rafecas lo condenó a «seis meses de prisión en suspenso, costas e inhabilitación especial por el doble de tiempo, en tanto fije residencia y se someta al cuidado de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público».
El único aliciente para Mórtola es que logró evitar la condena por defraudación, aunque según adelantaron a LPO fuentes judiciales, todas las partes apelarán el fallo.