La noche de Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile terminó en una batalla campal entre barras y en una repudiable tragedia.
Además de provocar varios heridos, los incidentes causaron serios destrozos en el estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini.
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Una vez que el público se retiró, los pasillos de la cancha quedaron completamente devastados, en una escena digna de una película: baños destruidos, portones derribados, manchas de sangre en el piso, entre otros daños.
Muchos objetos fueron arrancados de la propia cancha y utilizados como proyectiles o armas blancas, entre ellos butacas rotas, piedras de distintos tamaños y otros elementos que los hinchas iban encontrando y destruyendo a medida que avanzaba la batalla.
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Además, se hallaron diversas prendas que la barra de Independiente les había arrebatado a los simpatizantes chilenos, incluyendo pantalones, remeras y banderines. Un escenario totalmente desopilante.
En las últimas horas, la propia policía llevó a cabo un allanamiento y continúa investigando lo ocurrido en Avellaneda para determinar quiénes fueron los verdaderos responsables de este desastre.
FMZ