En un contexto donde los principales indicadores económicos argentinos exhiben signos de estabilización, la empresa de Córdoba Arcor cerró el primer semestre del año con una ganancia neta de $58.583 millones y ventas consolidadas por $2,14 billones, sosteniendo un margen operativo del 5,9% .
Este resultado marca un punto de equilibrio en la trayectoria financiera de la compañía: a diferencia de ejercicios atípicos, caracterizados por distorsiones abruptas en variables como la inflación o el tipo de cambio, el panorama actual está signado por una mayor previsibilidad.
| La Derecha Diario
Esta normalización permite una lectura más certera de los fundamentos del negocio.
Factores clave que explican la performance de Arcor en el primer semestre de 2025
Modelo de integración vertical y diversificación: Arcor atribuye su capacidad para sostener la rentabilidad operativa —cercana al 6% sobre ventas— a una eficaz integración vertical, control de costos y una diversificación tanto por producto como por mercado geográfico
Normalización de variables macroeconómicas: El comunicado de la compañía resalta que el entorno está marcado por una desaceleración de la inflación y ajustes moderados en el tipo de cambio, lo cual contribuye a una mayor estabilidad financiera.
Resultado financiero negativo, aunque sostenible: A diferencia del año anterior, donde la inflación excedía ampliamente a la devaluación —produciendo resultados financieros extraordinariamente positivos—, en este semestre el resultado financiero fue negativo ($39.329 millones).
No obstante, este resultado negativo se interpreta dentro de una normalización de tendencias monetarias, más que como una señal de alarma.
Reperfilamiento de deuda en un entorno más estable: en julio, Arcor refinanció deuda mediante una emisión de obligaciones negociables por US$350 millones, con vencimientos 2031–2033 a una tasa del 7,60%.
Esta operación permitió cancelar líneas de corto plazo, reforzando la estructura financiera en un contexto con tipos de cambio más previsibles.