Cartas de lectores: Domicilio, degradación moral, ejemplo de Belgrano

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Domicilio

La valentía e independencia que demostraron los tres jueces de la Corte Suprema al confirmar la condena a CFK contrastan con lo dispuesto por el TOF 2 respecto de la ejecución de la pena. Que se le haya otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria en la calle San José, ignorando las consecuencias que ello implicará para el vecindario, más el otorgamiento de autorización para que la visite un numeroso grupo de familiares y personas a su servicio transformarán su prisión solo en un impedimento a caminar por la calle, pero no implicará un cambio en el ritmo de vida que llevaba hasta ahora. Evidentemente para este juzgado no somos todos iguales ante la ley. Si la expresidenta designó su domicilio en Santa Cruz para poder percibir un suplemento de zona fría, allí debe ir a cumplir su prisión domiciliaria.

Roberto Arostegui

DNI 4.753.044

Degradación moral

Cientos de manifestantes bajo el gélido invierno porteño a la espera de que su salvadora salga al balcón a bendecir su movimiento, sus ideas. Puestos de comida, carpas montadas para pasar la noche y familias con niños son una suerte de escudo protector a la justicia que acecha, que finalmente acechó. Y Cristina sale, saluda, hace gestos de un corazón con sus manos mientras brillan sus anillos de oro y sus relojes con brillantes. Es la líder que brilla y el pueblo, esa pequeñísima parte del pueblo, recibe sus saludos a la espera de que ella vuelva. Entre todo ese teatro de situaciones que acontece en la calle San José hay una idea que sobresale entre todos los fanáticos, los fervorosos fanáticos. “Robar está bien”, casi como desafiando la justicia y la moral, cancelan uno de los mandamientos con la excusa de que lo hizo para luchar contra los grandes grupos hegemónicos (palabra usada hasta el hartazgo por sus feligreses). Y esa actitud causa desconcierto en el periodismo, porque la lógica parece allí haber perdido su sentido. El ejemplo es claro, Insaurralde en un barco en el Mediterráneo abriendo una botella de champagne, junto a una mujer que cobra por esos viajes hace cuestionar a la gente de bien acerca de la política, pero estos feligreses quieren ser Insaurralde, quieren estar en ese barco y beber el mismo champagne. No está en conflicto lo que se hizo, tampoco cómo se hizo, el conflicto de ellos es no poder ser parte de eso mientras que una buena parte de la sociedad se indigna repugnantemente ante esa foto. A Cristina sus feligreses no la cuestionan, ni siquiera dudan de sus actos de corrupción, lo que ella hace y dice está bien y los miles de millones de dólares que su administración se llevó son solo parte de la lucha de clases (hasta refutando al mismo Marx en sus formas). Han cambiado los conceptos y la moral es la que hoy sufre su embate más duro. Robar ha pasado a ser un atributo político y no hay excusas para la Justicia, Cristina está injustamente condenada. No hablo de la batalla cultural, Argentina ha sufrido en sus últimos 20 años la degradación moral más grande de su historia y eso es imposible de combatir.

José Traverso

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Ejemplo de Belgrano

Debemos honrar la obra de Manuel Belgrano. En especial en esta época, con una expresidenta condenada por corrupción que bailó desde un balcón para demostrar su desprecio por la Justicia o en el otro extremo un presidente de quien el país necesita bastante más que sus ideas económicas. En su época don Manuel sirvió a la patria donde hizo falta. No solo imaginó y creó nuestra bandera, símbolo de unión y pertenencia, sino que aplicó ideas innovadoras sobre la educación de la mujer, impulsó la industria y el comercio para una sociedad progresista y promovió el verdadero espíritu de la libertad. Como militar victorioso en Salta y Tucumán renunció a las distinciones concedidas por sus triunfos al considerarse suficientemente honrado al cumplir con su deber. Estas actitudes, esenciales en un líder y hoy olvidadas representan un mensaje firme y claro. El pueblo debe seguir a quienes hablan por sus obras, destinadas de verdad a la unión nacional en paz, justicia y beneficio para todos. Bien harían los que hoy tienen el mandato popular, gobernantes y legisladores, en reflexionar sobre la vida de Belgrano porque desde hace rato se advierte la falta de su ejemplo.

Matías Aníbal Rossi

[email protected]

Padre Olveira

Hace unos días vi por televisión un reportaje al padre Paco Olveira, asiduo concurrente a todas las marchas de los miércoles en el Congreso y al parecer entusiasta participante de todo evento en donde haya violencia y disturbios, prelado que por supuesto profesa gran admiración por la expresidenta condenada. En la nota el padre Olveira incitaba a los jóvenes a participar de la marcha en apoyo a la señora Kirchner fumando un porro para darse ánimos. Así, tal cual. Un sacerdote católico promoviendo el consumo de marihuana con los efectos nocivos que todos sabemos que esa droga produce. Este particular cura villero ya nos había sorprendido con sus declaraciones en contra de los vecinos de su parroquia –a quienes se presume dice ayudar– indicándoles “que no vayan a buscar comida a su merendero”, pues habían votado a los candidatos que a él no le gustaban. El problema no es ese, ya sabemos que muchos sacerdotes dejan su labor pastoral para meterse con sus discursos en donde no deberían hacerlo.

Carlos González Fernández

DNI 8.586.133

Turno perdido

El miércoles 18, a las 8, llegué a mi turno de VTV en Barracas (Herrera 1995) desde mi domicilio en Junín al 1300. Entré y no había nadie. Una empleada me dijo que por el acto en favor de Cristina Fernández de Kirchner habían suspendido las tareas del día. Pregunté absorto y fastidiado por qué no avisaron, y me respondió que habían mandado un mail a todos los citados, lo cual no es verdad porque no recibí ninguno. Me sentí destratado. Pagué por un trámite y no tuve respuesta, tendré que hacerlo nuevamente y espero me reconozcan el pago. Mientras regresaba pensé en la pobreza creada por CFK, con inflación. La vimos enriquecerse en el poder, estuvo en el peor gobierno con Alberto Fernández y la idolatran. ¡Un psiquiatra, por favor!

Miguel Roca

[email protected]

En la Red Facebook

La concurrencia al acto en apoyo de Cristina Kirchner

“Cuánta gente sin trabajar y poniendo obstáculos para los que quieren cumplir con su trabajo”- Susana Errecart

“El pueblo somos 48 millones, 158.000 son minoría”- Lucía Cruz

“Todos arriados. Y pagos. Lamentable”- Silvia Vallo

“La mayoría obligados a ir desde sus trabajos”- Mariana Carina Montenegro

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