“Soy una mujer negra, brasileña, que vive hace 12 años en Argentina, y enterarme de toda esta historia —que estuvo siempre cerca, pero muchas veces oculta— me ayudó a encontrarme. Reconocer esas raíces, esos nombres, esas luchas, fue una forma de reconectar conmigo misma”, cuenta a PERFIL Vanesa, luego de hacer una visita guiada por la historia afroargentina en San Telmo. Se trata de un recorrido que involucra espacios como la Iglesia del barrio, la Plaza Dorrego, la “casa mínima” y conventillos, pasando también por murales y obras que reivindican el legado afro en la música, la danza, la gastronomía, la arquitectura, el deporte y la prensa.
La historia se revive el primer sábado de cada mes, cuando la agencia para la que trabaja Julia Cohen Ribeiro, activista, documentalista y guía del tour, dedica un espacio accesible para los argentinos interesados en conocer nuestras raíces afro. También, a través de financiamiento internacional y utilizando parte del porcentaje de ganancias de los servicios que ofrecen al turismo extranjero, organizan actividades gratuitas para las escuelas. Se trata, más que de un tour, y según explicó a este medio Cohen Ribeiro, de “una construcción identitaria y una reparación histórica y subjetiva”, porque también opera a nivel personal. “Es ganarme la vida y poder abrirle la puerta a otras personas negras para que se ganen la vida contando la historia que nos fue siempre negada”, afirma.
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“Desde los primeros tiempos coloniales, los conquistadores españoles trajeron consigo personas africanas esclavizadas que contribuyeron enormemente a la cultura y la historia de este país.
Pero a fines del siglo XIX, los líderes de Argentina decidieron proyectar una imagen del país como una extensión de Europa, borrando las contribuciones y la historia de los afroargentinos hasta tal punto que, incluso hoy, muchas personas repiten que ‘en Argentina no hay personas negras’”, resalta en su página web la empresa Lunfarda Travel, para la que Cohen Ribeiro trabaja, y que, además, ofrece alternativas como un itinerario para conocer la historia queer.
La empresa fue creada por Mariana Radisic Koliren. “Ella se formó como guía de turismo, y en su formación recibió la versión hegemónica de nuestra historia”, comenta Cohen Ribeiro. “Se encontró con el movimiento de mujeres afro –yo también estaba ahí– hablando de afroargentinidad, trayendo la figura de María Remedios del Valle, y comenzó a pensar qué lugar podrían tener las personas blancas en este movimiento, en esta construcción”. Fue así que, pandemia de por medio, empezaron una investigación sobre la historia afroargentina y a diseñar el recorrido.
Cohen Ribeiro fue la primera guía del tour, que ahora es un equipo de cinco personas, a las que capacitó durante 2024. Cuenta además que el afroturismo genera cada vez más interés, no solamente en Argentina, sino también en el resto del mundo. “El mayor empuje viene siempre desde el movimiento afro, desde abajo hasta que llega hasta arriba y ahí empieza ese diálogo entre estructuras, digamos. Pero el movimiento afro político, como lo conocemos hoy, empieza luego de la vuelta a la democracia. Ahí se crea la primera organización afroargentina, fundada por ‘Pocha’ Lamadrid, que es una de las grandes referentes del movimiento”. Hasta entonces, continúa, “las personas afroargentinas no eran pensadas como sujetos políticos”.
Una de las cosas que más sorprende a los locales que hacen el tour, agrega Cohen Ribeiro, es la esclavitud. “Se ha construido una idea de que no hubo esclavitud acá, entonces no llegan a imaginarse esa experiencia de la esclavitud en nuestro territorio, lo cual es interesante porque muestra cuán fuertes son las narrativas”. También les sorprende la cantidad de personas que llegaron al territorio en la época colonial. “Hay una estimativa de 200.000 personas que ingresaron a nuestro puerto”, agrega.
Estudiosas del tema, entre las que se encuentra la investigadora Paola Monkevicius, afirman que la sorpresa sobre la cantidad de personas afro en Argentina se debe a un “trabajo de ingeniería” de las elites nacionalistas (por ejemplo, la generación del 80), que se propusieron “blanquear” a la población argentina. Uno de los mecanismos para hacerlo fue el fomento de la inmigración desde Europa.
Pero las estadísticas contradicen la idea de que Argentina es blanca y europea: de acuerdo con el último censo de población 302.936 personas se reconocen afrodescendientes o tienen antepasados negros o africanos.
Un proyecto que se extiende
Como parte del proceso de reconstrucción y reparación de la historia, la empresa hace una consultoría con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para desarrollar otros proyectos, entre los que destacan una investigación ampliada a otras provincias argentinas, con la idea descentralizar la experiencia del afroturismo y llevar el recorrido a otros lugares. Además, esta semana inauguraron una tienda de emprendedores y artistas afrodescendientes.
Este proyecto en particular es llevado adelante por tres socias (Julia Cohen Ribeiro, Leticia Sánchez Garris y Yarianni De Sena Batista) que, además de haber compartido espacio dentro de la agencia, trabajan en visibilizar la cultura afro en fiestas y festivales a través del proyecto Afrohunting. La tienda se llama El Tambo Afro, “ya que los tambos –que también eran nombrados como naciones o candombes– eran los lugares de encuentro de la comunidad afroporteña y un sitio de fortalecimiento económico, porque allí juntaban dinero en épocas coloniales para comprar la libertad de otras personas o comprar terrenos para la comunidad”. La idea, comenta, es que, varios siglos después, este espacio cumpla una función parecida.
Por ahora, participan cerca de veinte emprendedores que ofrecen productos de rubros como artes plásticas, indumentaria, cerámica, cosmética, y accesorios, entre otros.