El juez de Control Penal Económico, Gustavo Hidalgo, dictó la prisión preventiva del exfuncionario municipal Guillermo Kraisman quien continuará en prisión.
También agravó la imputación en su contra. Estaba acusado de presunta estafa en grado de tentativa y ahora debe responder a la Justicia por tentativa de defraudación a la administración pública.
En la misma audiencia, Hidalgo ordenó la libertad de Luciana Castro bajo las condiciones que fije el fiscal que investiga el caso, Franco Mondino.
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Imputación
El cambio implica pasar de un pronóstico de pena que va, en el primer supuesto, de 20 días a tres años de prisión; a otro que parte de un año y 30 días a tres años de prisión.
Al modificarse el tipo de delito también impacta en quién es el damnificado. Ya no se considera víctima a Virginia Martínez, la denunciante en este expediente, sino al Estado Provincial.
El hecho se remonta al 16 de enero pasado cuando Kraisman y Luciana Castro, exdirectora del Polideportivo Social de Barrio Ituzaingó, se presentaron en la sucursal General Paz del Bando de Córdoba.
Llevando consigo el DNI de Virginia Martínez obtuvieron la habilitación de una cuenta sueldo a su nombre e intentaron extraer $950 mil, monto que en teoría era el salario mensual por un contrato con la Legislatura Provincial desde el 1 de diciembre último.
La cajera notó discrepancias entre la foto y la firma del documento y el rostro y la rúbrica de Luciana Castro. Dio aviso a la Policía, Kraisman y la mujer terminaron detenidos por un delito en flagrancia.
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Kraisman sigue preso
En la audiencia para resolver si los dos imputados debían continuar en prisión, el defensor Javier Parfumo, sostuvo que debían recuperar la libertad porque Virginia Martínez sí conocía la existencia del contrato.
Sin embargo, aunque parezca contradictorio, el letrado también planteó la posibilidad de reparación del daño devolviendo a Martínez el millón de pesos. Hasta ese momento se analizaba una presunta tentativa de estafa.
El juez Hidalgo, en cambio, valoró que la prueba expuesta durante la audiencia encuadraba en otro tipo delictivo. Y fue allí cuando resolvió no sólo ordenar que Kraisman continúe preso sino que le agravó la acusación.