En 2007, Steve Jobs presentó al iPhone, un dispositivo que redefiniría la comunicación, el entretenimiento y la tecnología personal para siempre. El celular no solo entró en el mercado, sino que reescribió las reglas, creando un modelo para los teléfonos móviles inteligentes que los competidores aún se esfuerzan por igualar.
Con más de 2,3 mil millones de unidades vendidas en todo el mundo y una lealtad de culto que abarca generaciones, el producto estrella de Apple domina alrededor de una quinta parte del mercado de teléfonos móviles inteligentes.
Pero, ¿qué transformó un elegante dispositivo en un coloso cultural y tecnológico? Desde su diseño revolucionario hasta su dominio impulsado por el ecosistema, esta es la historia de cómo el iPhone se convirtió en el teléfono móvil más exitoso de la historia.
La reinvención del teléfono móvil inteligente
Cuando se lanzó el iPhone original en 2007, rompió las expectativas. A diferencia de sus predecesores, que tenían teclados físicos, introdujo una interfaz multitáctil y una pantalla de vidrio de 3,5 pulgadas que respondía a los movimientos del dedo y pellizcos. Este diseño intuitivo hizo que los teléfonos móviles inteligentes fueran accesibles para todos, no solo para los entusiastas de la tecnología. Las innovaciones clave incluyeron:
- iOS (entonces iPhone OS): un sistema operativo optimizado que priorizaba la simplicidad.
- Sensores: los sensores de proximidad atenuaban la pantalla durante las llamadas, mientras que los acelerómetros permitían la rotación automática.
- Integración con iPod: fusionar un teléfono móvil, un reproductor de música y un navegador web en un solo dispositivo.
Competidores como Nokia y BlackBerry subestimaron su impacto, aferrándose a teclados físicos y software fragmentado. Para 2010, la pantalla Retina del iPhone (iPhone 4) y las videollamadas FaceTime habían establecido nuevos estándares de claridad y conectividad.
Steve Jobs con el primer iPhone, en 2007.
Bloqueo del ecosistema: el universo Apple
El éxito del iPhone no se trata solo del hardware, sino de cómo encaja en el ecosistema de Apple. Funciones como iCloud, Continuity y AirDrop permiten a los usuarios pasar sin esfuerzo de un iPhone a otro, un Mac o un Apple Watch. Esta interconexión crea una «adherencia» que desalienta el cambio a Android.
La App Store, lanzada en 2008 con el iPhone 3G, convirtió a los teléfonos móviles en plataformas para la innovación. En 2023, albergaba más de 1,8 millones de aplicaciones, impulsando industrias que van desde el transporte compartido hasta los juegos móviles. Los desarrolladores priorizaron iOS por su lucrativa base de usuarios, creando un ciclo de calidad y variedad que se refuerza a sí mismo.
La innovación como hábito
Cada versión del iPhone introdujo avances que los competidores se apresuraron a copiar:
- Siri (2011): los asistentes de voz se convirtieron en algo común.
- Touch ID/Face ID (2013/2017): la seguridad biométrica redefinió la privacidad.
- Avances en la cámara: el modo nocturno, el modo retrato y las herramientas de video cinematográfico convirtieron a los iPhone en cámaras de nivel profesional.
El espíritu de diseño de Apple (elegante, minimalista y de primera calidad) mantuvo al iPhone aspiracional. El iPhone X de 2017 eliminó el botón de inicio para una pantalla de borde a borde, mientras que Ceramic Shield (2020) y los marcos de titanio (modelos Pro de 2023) combinaron durabilidad y lujo.
El poder de la marca: símbolo de estatus
Apple dominó el marketing que combinaba emoción con exclusividad. Las actividades de lanzamiento se convirtieron en espectáculos globales y eslóganes como «Piensa diferente» posicionaron al iPhone como una herramienta para innovadores. Poseer un iPhone era señal de buen gusto, opulencia y pertenencia a una comunidad.
Mientras que los teléfonos móviles Android competían en costos, Apple adoptó los precios premium. Los altos márgenes del iPhone financiaron la investigación y el desarrollo (I+D), mientras que los programas de intercambio y los planes de pago a plazos hicieron que las actualizaciones fueran accesibles. Incluso los modelos de gama media como la serie SE conservaron el ADN de diseño de Apple.
Supremacía del software: iOS contra el mundo
Los iPhone reciben entre cinco y siete años de actualizaciones de iOS, superando por lejos a Android, salvo a las últimas series de la familia Galaxy S de Samsung y los Pixel de Google. Esta longevidad preserva el valor de reventa y reduce los desechos electrónicos. Funciones como Modo de enfoque y SOS de emergencia vía satélite, habilitadas en 2022, mantienen a los dispositivos relevantes años después del lanzamiento.
iOS prioriza la simplicidad. Su ecosistema cerrado minimiza el código informático malicioso («malware», en inglés), mientras que las aplicaciones seleccionadas garantizan la calidad. Para muchos, este «jardín amurallado» es un sacrificio que vale la pena hacer a cambio de confiabilidad.
Impacto cultural: más allá de un teléfono móvil
El iPhone transformó la forma en que trabajamos, jugamos y nos conectamos. La banca móvil, las redes sociales y los servicios de transmisión deben su ubicuidad a los teléfonos móviles inteligentes. Apple Pay (2014) convirtió los teléfonos móviles en billeteras, mientras que ARKit (2017) desbloqueó experiencias de realidad aumentada.
En 2023, los iPhone generaron 205 mil millones de dólares para Apple, más de la mitad de sus ingresos. Los mercados desde Tokio hasta Sao Paulo adoptan los iPhone como símbolos de modernidad, incluso en regiones donde los precios superan con creces los ingresos medios.
Un hito histórico para el iPhone
Si bien las ventas del iPhone disminuyeron ligeramente desde los máximos históricos de 2022, el producto más exitoso de Apple comenzó 2025 con otro logro significativo. Según los datos presentados por el sitio web especializado en tecnología TechGaged.com, el iPhone superó la extraordinaria cifra de 2 billones de dólares en ventas. Una aclaración: esa cifra de 2 billones corresponde a la expresión anglosajona. En español equivalen a dos billones mil millones de dólares, en números: 2.000.000.000.000.
Apple apuesta por diversos colores en el iPhone para crecer en el mercado asiático.
Más allá de los números en inglés y en español, se puede usar otro indicador: El iPhone generó dos veces más ingresos que todo el historial de gastos de la agencia aeroespacial estadounidense (NASA).
Durante los últimos 18 años, el iPhone fue uno de los productos más cruciales en la construcción del imperio de Apple. No solo ha sido la fuente inagotable de ingresos de la empresa cofundada por Jobs, sino que también desempeñó un papel importante en la creación de un ecosistema más amplio de Apple y en la construcción de una de las marcas más valiosas y reconocibles a nivel mundial.
En el año fiscal 2024, Apple recaudó 201.100 millones de dólares de las ventas del iPhone, ligeramente por encima de los 200.500 millones de dólares reportados un año antes, lo que elevó sus ventas de por vida a la friolera de 2,03 billones de dólares (expresión anglosajona).
Para poner esto en perspectiva, el iPhone vendió casi el doble del valor de mercado total de Tesla, que se sitúa en alrededor de 1 billón de dólares (expresado en versión anglosajona), y más que la valoración combinada de Facebook, Instagram y WhatsApp. En comparación con el mercado de comercio electrónico de EE. UU., solo el iPhone generó casi el doble del valor de un año de compras en línea en EE. UU.
Si quisiera, el gigante tecnológico podría haber construido 13 estaciones espaciales Internacionales (ISS) por 150.000 millones de dólares cada una, todas financiadas por las ventas del iPhone, lo que demuestra que su influencia se extiende más allá de la tecnología, impactando también en la economía mundial.
Aunque el iPhone está en el mercado desde 2007, sus ventas se dispararon en los últimos cuatro años. Después de dominar la innovación premium, incluidos chips potentes, cámaras de alta calidad y actualizaciones continuas de software, los usuarios de iPhone se engancharon a sus dispositivos. Además, la perfecta integración dentro del ecosistema de Apple, con servicios como iCloud y el Apple Watch, ha hecho casi imposible que los usuarios cambien de marca.
Según los datos de Apple, 2024 fue el segundo mejor año para las ventas de iPhone, con 201.000 millones de dólares en ingresos totales, sólo por detrás de un máximo histórico de 205.500 millones de dólares en 2022. Las estadísticas muestran que las ventas de 2023 también rondaron los 200.000 millones de dólares, mientras que las de 2021 estuvieron a 9.000 millones de alcanzar esa marca. En conjunto, estos cuatro años representan más del 40% de las ventas del iPhone, con un total de más de 800.000 millones de dólares.
Desafíos y críticas
Los críticos sostienen que el dominio de Apple sofoca la competencia. El «impuesto Apple» (altos costos de reparación y accesorios patentados) generan malestar, mientras que las acusaciones de obsolescencia programada persisten a pesar de las negaciones de Apple.
Las series Pixel de Google y Galaxy S de Samsung ofrecen un hardware comparable, pero la fragmentación de Android y las actualizaciones más lentas obstaculizan el atractivo masivo. La tasa de retención del 85 % del iPhone (frente al 60 % de Android) subraya su base leal.
Con el lanzamiento de la serie iPhone 16 a finales de 2024, Apple apuesta por la integración de la inteligencia artificial (IA), y la sostenibilidad. Los rumores sobre el Face ID debajo de la pantalla y la conectividad satelital mejorada sugieren que la innovación sigue siendo un elemento central de su estrategia.
Sin embargo, el mayor logro del iPhone no es solo sobrevivir 17 años en el mundo de la tecnología, sino seguir siendo una opción ambiciosa. Al combinar tecnología de vanguardia con un diseño atemporal, Apple convirtió una herramienta de comunicación en un ícono cultural. Mientras los usuarios sigan preguntándose «¿qué sigue?», el reinado del iPhone está lejos de terminar.