Javier Milei decidió que Argentina abandone la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según fuentes de la Casa Rosada, la medida será oficializada mediante un decreto presidencial en las próximas horas. En conferencia de prensa, el vocero Manuel Adorni dijo que el Presidente “instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar la paritipación argentina” en ese organismo internacional.
Así, el Gobierno ultraderechista sigue los pasos de una acción similar tomada recientemente por Donald Trump en Estados Unidos, dando inicio a una serie de retiradas de organismos internacionales por parte de la administración libertariana. Por caso, se estaría evaluando también la salida del Acuerdo de París.
Adorni dijo que la salida del país de la OMS se funda en “las profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia (de covid-19) que, junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad, y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos Estados”.
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“Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud”, dijo el vocero del mismo gobierno que le rinde pleitesía al Fondo Monetario Internacional , procurando un nuevo acuerdo que profundizará la hipoteca de generaciones de argentinos a costa de una precarización permanente de las condiciones de vida.
Adorni agregó que “vale aclarar que Argentina no recibe financiamiento por parte de la OMS para la gestión sanitaria, por lo tanto esta medida no representa pérdidas de fondos para el país ni afecta la calidad de los servicios. Por el contrario, le da al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto e intereses que requiere la Argentina, así como también mayor disponibilidad de los recursos”.
Según las fuentes del Poder Ejecutivo, el “elevado costo anual de aproximadamente U$S 10 millones que implica la membresía en el organismo” también está entre las causas de la salida del país de la OMS.
La postura de Milei no es nueva. En su libro de 2020 titulado Pandemonics (lleno de plagios a obras ajenas) descargó su furia para con las medidas de aislamiento preventivo. Sin más argumentos que su rabia neoliberal, llegó a decir con total liviandad que las cuarentenas eran “delitos de lesa humanidad” que atentaron contra las libertades individuales.
Hace poco el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, intentó concretar una reunión con Milei y su hermana Karina, pero fracasó. Durante la última cumbre del G-20 de noviembre, Adhanom se cruzó con él en un pasillo y le pidió un encuentro, pero el gatito mimoso del poder se negó. Meses antes, en julio, el Gobierno había decidido no firmar el acuerdo de pandemias promovido por el organismo, reafirmando que “Argentina no adherirá al acuerdo de pandemia de la OMS”.
Vale decir que, lejos de manejarse de forma democrática a nivel de Estados y poblaciones, la OMS es un organismo cuyas acciones siempre estuvieron orientadas por los intereses geopolíticos de las grandes potencias imperialistas. Pero la decisión del Milei no se corresponde con ninguna lucha soberana en pos de los intereses sanitarios de la población argentina. Todo lo contrario. El gobierno de La Libertad Avanza lleva más de un año atacando vía ajuste y vaciamiento al sistema de salud pública nacional. Allí están para demostrarlo las luchas de las trabajadoras y los trabajadores de hospitales como el Laura Bonaparte, el Posadas y el Garrahan.
Milei y su gabinete son reconocidos entreguistas de las riquezas, materiales y simbólicas, del país a las garras de países como Estados Unidos y de megacorporaciones a las que poco y nada les interesa la vida y la salud de la humanidad. La palabra “soberanía” puesta en boca de estos funcionarios es una estafa por donde se la mire. Que el impresentable vocero presidencial afirme “no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía” es un chiste realmente insano.
El afianzamiento de los lazos del oficialismo con el FMI , el Club de París y el Banco Mundial , que llevan años condenando a Argentina y otros países a la pobreza y la permanente decadencia de las condiciones de vida de millones de personas, echa por tierra cualquier palabrerío sobre el supuesto “soberanismo”.
El único interés libertariano es rendirle pleitesía a Trump y a los magnates de este capitalismo que cada vez más deja un tendal de enfermedades desparramadas por el mundo. La salida de la OMS no es más que un gesto rastrero para con la Casa Blanca. Nada que tenga que ver con la salud de las y los argentinos.