Las declaraciones del vocero presidencial del gobierno de Javier Milei, Manuel Adorni, calificando de «descabellados» los «honorarios (por el actual ejercicio) a ser percibidos a cuenta por los directores y miembros de la Comisión Fiscalizadora» definidos en la asamblea de accionistas de YPF del viernes pasado, sacudieron el piso de más de un involucrado. Se aprobó destinar a ese fin 10.189,8 millones de pesos en este año, abarcando en esa cifra a 12 directores titulares y 3 miembros titulares de la Comisión Fiscalizadora. Lo llamativo es que la decisión «descabellada», en palabras de Adorni, fue adoptada «por mayoría absoluta de votos computables» en una asamblea en la que el Estado Nacional participó, contando además con el 51 por ciento de las acciones de la petrolera.
De todos modos, el cambio de criterio del gobierno nacional –que el viernes 26 votó una resolución que tres días después consideró «descabellada»– seguía teniendo repercusiones en el anochecer de este lunes, y con final abierto. Fuentes cercanas al presidente de YPF, Horacio Marín (ex directivo de Tecpetrol, grupo Techint), aseguran que éste «no se mueve sin consultar con sus superiores». Y que, en particular, esta propuesta a la asamblea de YPF «estaba en conocimiento del ministro Luis Caputo, su mandante en el gobierno, así como de los directores titulares designados en representación de las acciones clase A (controladas por el Estado): Nicolás Posse y Guillermo Francos».
Además de Posse y Francos, también reporta al Ejecutivo otro integrante del Directorio, José Rolandi, que cumple al mismo tiempo funciones en la órbita de la Jefatura de Gabninete como secretario ejecutivo. El resto del Directorio confirmado para este año está compuesto por algunos viejos conocidos del sector: el ex secretario de Energía Carlos Bastos (cercano a José Luis Manzano y a Domingo Cavallo), Omar Gutiérrez (ex gobernador de Neuquén por el MPN), Jimena Latorre (ministra de Energía y Medio Ambiente de Mendoza, radical) y Gerardo Canseco (secretario gremial de la federación de petroleros).
En la asamblea anual de accionistas del último viernes, se votaron entre varios puntos la aprobación de la Memoria, los Estados financiero y de Resultados Integrales, y de Cambios en el Patrimonio para el ejercicio 2023, además de la gestión en ese mismo período del Directorio y de la Comisión Fiscalizadora.
En la síntesis que YPF envía a los organismos bursátiles, se señala que «la asamblea contó con la presencia del 88,62% del capital social». El representante del Poder Ejecutivo presente contaba por sí sólo, entonces, con más del 60 por ciento de los votos. Ni él ni ningún otro de los accionistas con relativo peso se opuso a la votación del punto 16 del Orden del Día: «Fijaciónde los honorarios a ser percibidos a cuenta por los directores y miembros de la Comisión Fiscalizadora durante el ejercicio anual comenzado el 1° de enero de 2024».
Con el 98 por ciento de los votos a favor, se aprobó «autorizar al Directorio a realizar pagos a cuenta de honorarios de directores y miembros de la Comisión Fiscalizadora para el ejercicio 2024 por hasta la suma de $10.189.823.464».
En esa misma asamblea se aprobaron las remuneraciones al Directorio por $2.087.597.061 por el año 2023, y la suma de $65.161.356 en idéntico concepto para la Comisión Fiscalizadora. Es decir, un total de 2143 millones para honorarios que, para este año, se estimaron en 10.190 millones, aproximadamente. Un aumento de 375,5 por ciento.
Si la inflación interanual promedio del año se mantuviera en el 250 por ciento (es la estimación que internamente se hizo en YPF), el aumento real de los honorarios sería superior al 35 por ciento entre un año y otro. Suponiendo que fueran 15 personas las que lo cobran, el ingreso mensual promedio estaría este año en el orden de los 56.600.000 pesos mensuales, aunque incluyendo los plus o bonos por desempeño, aclaran fuentes de YPF, indicando además que «es una suma máxima autorizada, lo cual no asegura que vaya a ser pagada en un 100 por ciento».
De todos modos, la descalificación pública al aumento de honorarios que lanzó Adorni refleja el disgusto del presidente Milei cuando el dato tomó estado público. Desde Olivos, donde se había instalado para seguir el debate en Diputados sobre la Ley Bases, Milei habría lanzado su desagrado con el aumento al Directorio tanto a Marín, presidente de YPF, como a los suyos. E incluso trascendió que hubo un diálogo con Paolo Rocca, titular del grupo Techint. De poco sirvió que le explicaran que se trataba de una resolución que contó con el respaldo determinante del Poder Ejecutivo, más particularmente bajo responsabilidad de Luis Caputo.
Milei reclamaba anoche respuestas contundentes –hasta se mencionó la salida definitiva de los directores del Estado de la petrolera YPF, es decir no volver a ocupar esos cargos–. Marín, en tanto, también esperaba definiciones, aunque en su caso apaciguadoras. Este martes será el orador especial invitado ante más de 200 empresarios del sector nada menos que en el Club del Petróleo. Mal día para salir de paseo con semejante tormenta.