Para el año próximo se prevee que la ciberdelincuencia utilice métodos más complejos y elaborados para cometer estafas. Los detalles para prevenirlos
17/12/2025 – 11:24hs
El ecosistema digital en Argentina enfrenta un desafío sin precedentes ante la llegada del 2026. Lo que antes se limitaba a correos electrónicos con errores ortográficos o llamados telefónicos poco convincentes, mutó en una industria delictiva altamente tecnificada. La integración de la Inteligencia Artificial (IA) generativa en los procesos de estafa permitió a los delincuentes romper las barreras de la desconfianza, logrando imitaciones casi perfectas de entidades bancarias, organismos gubernamentales y, lo más preocupante, de la identidad de seres queridos.
Especialistas en ciberseguridad advierten que el próximo año marcará un quiebre en la forma en que los usuarios perciben la realidad digital. La sofisticación ya no es una palabra de marketing, sino una realidad palpable en los códigos maliciosos que circulan por WhatsApp y redes sociales. En este escenario, la prevención deja de ser una opción secundaria para convertirse en la principal herramienta de defensa ciudadana, especialmente en un país donde la adopción de billeteras virtuales y banca online creció de manera exponencial en todos los rangos etarios.
La clave de las nuevas modalidades reside en la personalización. Ya no se trata de ataques masivos al azar, sino de ingeniería social quirúrgica. Los delincuentes utilizan datos obtenidos de filtraciones previas para construir relatos coherentes que envuelven a la víctima en una situación de urgencia o beneficio inesperado. Ante esta amenaza latente, conocer los mecanismos internos de estos nuevos fraudes es el primer paso para no caer en la red de la delincuencia informática que se prepara para dar su golpe más fuerte el año entrante.
El uso de la inteligencia artifical para las estafas virtuales
Uno de los métodos que más preocupa a las autoridades de seguridad informática para el 2026 es el uso de deepfakes de audio y video en tiempo real. Gracias a la evolución de la IA, hoy es posible clonar la voz de una persona con solo obtener una muestra de pocos segundos de sus redes sociales. Esto permite que los estafadores realicen llamadas simulando ser un familiar en apuros o un jefe solicitando una transferencia urgente. La calidad del sonido y la entonación son tan precisas que el oído humano es incapaz de detectar el fraude a simple vista.
Además de los clones de voz, se espera un aumento en las videollamadas falsas. Los delincuentes pueden suplantar el rostro de un operador bancario o de un agente de soporte técnico durante una comunicación por aplicaciones de mensajería. Estos ataques suelen estar dirigidos a capturar credenciales de acceso de Home Banking o códigos de validación de segundo factor. La recomendación fundamental ante estos casos es establecer «palabras clave» familiares y, ante la menor duda, cortar la comunicación y verificar el contacto por un canal alternativo y oficial.
Cómo protegerse: medidas de seguridad esenciales para no caer en estafas virtuales
Para mitigar el riesgo de estas estafas sofisticadas, los usuarios deben elevar sus estándares de higiene digital. El primer consejo de los expertos es la implementación de la autenticación biométrica avanzada y el uso de llaves de seguridad físicas para las cuentas más críticas. Ya no alcanza con una contraseña robusta; es necesario que el acceso dependa de factores que el delincuente no pueda replicar mediante software, como la huella dactilar o el reconocimiento facial nativo del dispositivo, siempre desconfiando de links externos que soliciten estos datos.
Otro punto vital para el 2026 será el «escepticismo por diseño». Esto implica desconfiar sistemáticamente de cualquier comunicación que solicite movimientos de dinero, incluso si proviene de un contacto agendado. Las estafas de SIM Swapping y el robo de cuentas de WhatsApp seguirán vigentes, pero potenciadas por bots de IA que pueden mantener conversaciones fluidas para ganar la confianza de la víctima. Mantener el sistema operativo actualizado y evitar el uso de redes Wi-Fi públicas para transacciones financieras son barreras básicas pero efectivas que todo usuario debe aplicar diariamente.
Finalmente, la educación digital se vuelve el pilar de la resistencia. Es imperativo que las familias conversen sobre estos métodos, integrando a los adultos mayores y a los más jóvenes, quienes suelen ser los blancos preferidos por diferentes motivos. El 2026 será un año de grandes avances tecnológicos, pero también de grandes riesgos.