Fuera de Campo, el festival paralelo a Mar del Plata, en defensa del cine argentino

Compartir:

Fuera de Campo surgió en 2024 como una respuesta política ante los ataques a la cultura y sus trabajadores, sostenidos por el gobierno de Javier Milei. Ante el vaciamiento del Incaa y el cambio de dirección del Festival de Mar del Plata, un grupo autoconvocado y autogestivo de la comunidad cinematográfica y cinéfila, organizó un evento paralelo en la ciudad balnearia para dar cuenta cuenta de la “diversidad y la potencia” del cine argentino.

La segunda edición comenzó el jueves 6 de noviembre y se extenderá hasta el martes 11, con el Teatro Enrique Carreras como sede. Esta vez, la programación se nutrió también de una convocatoria abierta que buscó dar cuenta del carácter federal de las producciones.

Mientras tanto, la 40ª edición del Festival Internacional de Mar del Plata, el único clase A de Latinoamérica, se desarrollará del 16 al 16 en varios puntos de la ciudad. La programación hace foco en lo comercial (con la película hollywoodense “El beso de la mujer araña” como apertura y la inauguración de una sección de series) y cierra la ventana que alguna vez fue para el cine nacional.

>> Leer más: Reabre el histórico cine teatro Capitol: presentará un musical durante todo noviembre

“Aunque esta edición del Festival Internacional anuncie ‘el renacer del esplendor’, nosotros creemos que el esplendor es tener un festival que no deje afuera a su industria nacional; una industria viva, pujante, que produzca y se encuentre con su público; una comunidad que se acerque a discutir, a conversar las películas. Esplendor es abrazar la propia historia del festival, convocar a la ciudad que lo acompaña”, dicen desde la organización de Fuera de Campo en el manifiesto que abre su sitio web.

“El INCAA de Pirovano ya no está paralizado. Abrieron concursos que a todas luces son insuficientes. No hay un diálogo fluido con el sector y las provocaciones aumentan. La última noticia es que los fondos genuinos del Instituto que les corresponden a las películas están siendo destinados a la especulación financiera: a inversiones en letras del Tesoro Nacional, bonos de distintos tipos y hasta plazos fijos. Y no parece importarle al INCAA tampoco que las películas encuentren su público: el inminente cierre de Cine.ar y el destrato hacia los espacios INCAA da cuenta de ello. Es un problema ideológico, no de gestión: están decididos a empequeñecer el cine argentino porque la soberanía nacional no es una prioridad, es más bien un obstáculo”, agregan con contundencia.

El enfrentamiento entre el gobierno nacional y la cultura fue una constante de los primeros dos años de gestión. En reiteradas oportunidades, y en línea con la ideología neoliberal que profesan, funcionarios de distintos niveles (desde el presidente del Incaa Carlos Pirovano hasta el propio presidente) afirmaron que el cine debe ser financiado de manera privada (los efusivos elogios oficiales a “Homo Argentum” son un claro ejemplo) y que las películas que otrora posibilitaba el Incaa a través de sus líneas de fomento no convocaban al público.

>> Leer más: El año del terror: las películas más vistas del 2025 son de género

En defensa del cine argentino

“Creo que el principal desafío de la muestra es el de llenar un vacío de representación que dejó la nueva conducción del Festival de Mar del Plata. El año pasado sospechábamos cuál iba a ser la inclinación de la nueva línea editorial. Los ataques constantes al cine argentino por parte del presidente del Incaa, por parte del vocero presidencial y del propio presidente, daban cuenta en principio de un desconocimiento total de la producción. Después, de que era un festival que se estaba armando de espaldas a la comunidad, con una serie de fantasías de esplendor, de vuelta a las estrellas de cine, de la alfombra roja”, contó en diálogo con La Capital el realizador Hernán Rosselli, parte del equipo organizador de Fuera de Campo.

“Es algo muy paradójico porque a su vez quieren comunicar austeridad, por la importancia que tiene el recorte en la gestión de Javier Milei. Es muy contradictorio. En la programación, en la selección de jurados, se puede ver que es un festival hecho a espaldas de la comunidad. El desafío es entonces representar la diversidad del cine argentino en ese vacío que dejó el festival de Mar del Plata. Y la comunidad parece estar en Fuera de Campo”, agregó.

De esta manera, el evento se propone como una alternativa para aquellos realizadores y espectadores que no se sentían representados por la propuesta oficial. Fuera de Campo se presenta como un espacio de exhibición, pero sobre todo de encuentro, de articulación y de debate.

Entre la primera y la segunda edición, Fuera de Campo creció y consolidó su impronta. “Hay algo de la identidad del espacio que el año pasado se fue dando con el trabajo con los compañeros y compañeras, pero que se fue consolidando principalmente con la respuesta del público y la interacción con la cinefilia local y de todo el país. El gran desafío de Fuera de Campo es cómo comunicar la diversidad y la potencia del cine argentino para el público en general”, apuntó Hernán.

Este año, sumaron una convocatoria abierta justamente para poder dar cuenta en la programación de la distribución territorial de la producción cinematográfica argentina. “Hay cine de terror como ‘El suspiro’, hay cine político de found footage como “Diciembre”, hay óperas primas, hay cine premiado en festivales, hay cine más industrial, cine más independiente”, detalló Rosselli.

Una de las acciones del evento fue la producción de spots originales realizados por diversos cineastas argentinos, en contraposición a los spots realizados con Inteligencia Artificial que propuso el festival oficial.

“Fue una idea que surgió el año pasado y es muy emocionante lo que se dio. A través de los spots pasó que el espacio se pudo abrir a la comunidad del cine en todo el país. Este año sumamos a los directores y directoras que tuvieron películas en Fuera de Campo el año pasado, más otros cineastas, y estamos muy contentos con lo que surgió. Muchos están en redes y muchos van a ser proyectados en sala antes de las películas. Siento que fue un acierto. Surgió una cantidad muy grande y muy diversa de material y creo que eso dan cuenta de la potencia del cine argentino”, afirmó el organizador.

Por otra parte, desde la organización redoblaron esfuerzos para que las películas se puedan ver con la máxima calidad visual y sonora. “Nos parecía que el desafío de la muestra tenía que ver con un planteamiento político pero también con la experiencia de ver las películas en salas, de poder ver las proyecciones en fílmico de 16 milímetros de Fernando Martín Peña, de dar cuenta de la historia del cine argentino, de su pasado en crisis por la falta de cinemateca sostenido por el esfuerzo y el trabajo de coleccionistas y divulgadores como Fernando o Paula Felix-Didier en el Museo del Cine. Todos ellos decidieron sumarse a la acción”, compartió Hernán.

Es que ante todo, Fuera de Campo es una iniciativa que surge de los espectadores. De las generaciones formadas por Filmoteca (el programa que Peña llevó adelante en la televisión pública, junto a distintos secuaces, durante buena parte de los últimos 25 años), por el Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) y por el Festival de Mar del Plata. No se trata de oponerse a este último, sino de defender su historia y su esencia.

También puede interesarte

Los docentes de Santa Fe vuelven a pagar Ganancias

El cobro a los maestros comenzará a regir a partir de los salarios de este mes. ...

El exfiscal regional Patricio Serjal fue condenado a 9 años de prisión por corrupción

El exfiscal regional Patricio Serjal fue condenado a 9 años de prisión e inhabilitación perpetua en el...

Le dieron la prisión domiciliaria al exmarido de Jésica Cirio

Los jueces consideraron que no hay riesgo de entorpecimiento ni de fuga. ...