Por Lara Rosales / Especial para El Ciudadano
La industria y el comercio textil de Rosario atraviesan un momento crítico marcado por una profunda caída del consumo a nivel nacional y la competencia desigual de las importaciones, especialmente de plataformas online chinas como Shein y Temu. Dueños de marcas locales describen un escenario de «crisis permanente» y exigen medidas para incentivar las ventas y proteger los puestos de trabajo.
David Bargut, dueño de Solido Inc y presidente de la recientemente conformada Cámara de Productores de Indumentaria de Santa Fe, describió una situación alarmante: «Hace muchos meses que es una cuestión permanente, no se ve nada en el horizonte». Bargut indicó que las empresas se están «defendiendo con el stock ya que se está vendiendo muy poco», lo que implica producir menos y achicar gastos para subsistir.
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad de Rosario, Leandro Lopergolo, las ventas en los comercios locales bajaron entre un 6% y un 12% comparadas con el año pasado. Asegura que esto se debe en su mayoría a que “hay falta de pesos, no hay consumo”.
Por otro lado, las estadísticas nacionales confirman este panorama: de acuerdo con un informe de la Fundación Pro Tejer, entre diciembre de 2023 y junio de 2025 se registraron 11.500 despidos y el cierre de 380 empresas vinculadas con la confección, el calzado y la indumentaria.
Los empresarios coinciden en que la importación no es la única causante de la crisis, pero que agrava la situación. Eduardo Sala, dueño de la marca Japón y miembro de la Cámara de Productores de Indumentaria, afirmó: la industria está en crisis «no solo por las importaciones, sino porque el poder económico ha caído».
Sin embargo, el fenómeno de la ultra fast-fashion asiática se percibe como una gran amenaza, ya que «lo que manda es el precio» y es «casi imposible competir» con plataformas como Shein.
En este sentido, Bargut exigió que el Estado Nacional establezca «igualdad de condiciones para poder competir con las importaciones». Además, la Cámara espera que el gobierno tome como ejemplo a países de Europa que han establecido una amplia regulación al respecto, refiriéndose a medidas como la implementación de impuestos ecológicos y normas de Responsabilidad Ampliada del Productor (REP) para penalizar el modelo de negocio de bajo costo y rápido descarte.
La Cámara de Productores de Indumentaria de Santa Fe nació de la necesidad de “hacer visible la situación” de enorme caída de ventas y pérdida de empleos. Bargut aseguró que «hace largos meses hay empresas deficitarias» y que «todo es muy difícil, más allá de los préstamos que se puedan sacar».
Los productores están en contacto con la Municipalidad de Rosario y el gobierno provincial, niveles del Estado que han lanzado propuestas para incentivar las ventas. Si bien iniciativas como Outlet Rosario son valoradas porque permiten a las marcas llegar a más personas y ayudan a los clientes a «cuidar su bolsillo», Bargut advirtió que son solo «una ayuda, no significa una solución permanente, sino una forma de pasar la difícil situación que se vive en un momento determinado».
A pesar de la difícil situación actual, la esperanza de los empresarios está puesta en el calendario. «Estamos esperando diciembre con ansias», estableció Bargut, ya que el sector siempre repunta en esa época del año, «aunque después se vienen unos duros enero y febrero». Mientras tanto, las empresas rosarinas continúan produciendo menos, resignando puestos de trabajo y ganancias, y buscando acciones con bancos en un dramático momento financiero para conseguir un respiro.