Cuando la Policía ingresó a la casa de la calle Díaz Vélez al 100, encontró agonizando a Alejandro Javier Ruffo (52) en la planta baja y el cuerpo de su hijo, Joaquín Enzo Ruffo (8), tendido sobre la cama matrimonial en el primer piso. Pero lo que más llamó la atención a los investigadores fue una serie de fotos familiares que estaban en portarretratos que fueron apuñaladas.
Durante la inspección a la propiedad, encontraron otro elemento que llamó la atención: había una foto de Natalia Ciak toda tachada con birome. “Evidentemente había pasado algo entre ellos”, dijo a Clarín un investigador.
El crimen de Joaquín, de apenas 8 años, y posterior intento de suicidio de su padre, conmocionó a todo un barrio en la zona centro de Lomas de Zamora. Los investigadores creen que el hombre actuó para vengarse de su esposa y madre del nene, con quien se estaba separando.
Una fuente judicial consultada por Clarín descartó que Ruffo estuviese con un tratamiento de salud mental, tal como se indicó en un primer momento. “No tenía antecedentes psiquiátricos, había un problema especial entre la pareja”, aseguró.
“Se encontraron todas las fotos de ellos en familia con puñaladas. Había una foto de ella toda tachada. Se cree que lo mató al hijo por venganza, para hacerle un daño a ella, para que ella sufra”, confió un investigador.
El hombre trabajaba de preceptor en el colegio trilingüe Westminster de Banfield, propiedad de su familia, según señalaron vecinos. También fue empleado de la Municipalidad de Lomas de Zamora y tiene un parentesco con un ex candidato a intendente que hoy milita en La Libertad Avanza.
El mensaje que anunció la tragedia
El martes por la mañana Natalia recibió un mensaje de su pareja, con la que estaba a punto de separarse. “Hoy te vas, pero te vas sin nada”, decía el escrito que alertó a la mujer, quien inmediatamente empezó a llamarlo, pero el hombre no la atendía.
Como una premonición, se comunicó con una vecina mientras ella llamaba a la Policía para que fuera a su casa. Cuando llegó, se encontró con el peor panorama: su hijo de ocho años muerto y su marido agonizando.
Si bien no existían denuncias de violencia de género, el hombre tenía conductas verbales violentas con su pareja.
Vecinos denunciaron que varias veces se lo escuchaba gritarle. A su vez, estaba comprometido en los chats del barrio y lo tildaban de «obsesivo» con temas relacionados a la limpieza. “Siempre barría las hojas frente a su casa. Era un obsesivo”, detalló a Clarín una vecina de la familia.
Las señales que no fueron leídas
Alejandro es fanático de River Plate y del Club Atlético Los Andes, más conocido como el “Milrayitas”.
El pasado 23 de junio, Ruffo compartió en su perfil de Instagram tres imágenes junto a su hijo. En la primera estaban ellos dos solos, abrazándose. La segunda era un conjunto de fotos donde los mostraban en distintos momentos y la tercera, en la tribuna del “milrayitas”.
Es justo en el estadio Eduardo Gallardón, más precisamente en la tribuna Centenario, donde Ruffo publicó una de las últimas imágenes de su hijo.
En la foto se lo ve a Joaquín en medio de la tribuna. La imagen está acompañada de la canción Poison Heart (Corazón venenoso), de la banda de punk rock Ramones.
«Solo quiero salir de este mundo/
Porque todo el mundo tiene un corazón venenoso»
Video
El video que compartió el asesino de su hijo
Otra de los posteos que realizó en sus redes sociales, Ruffo acompañó un collage de fotos con su hijo con la canción Shandi, de Kiss.
«No puedo fingir más, me sigo quedando sin mentiras/
Amarte me está matando por dentro/
Cada vez que encuentro las palabras para terminarlo/
Algo en tus ojos no lo permite»
En otra publicación hay una foto donde ambos están mirando a la cámara y sonriendo. Ruffo abrazaba a su hijo mientras el nene sacaba la lengua, como una mueca graciosa.
Las pericias, claves en el caso
La causa la investiga la fiscal Fabiola Juanatey, de la UFI N° 2 de Lomas de Zamora, como «homicidio agravado por el vínculo«.
Una vez que el hombre se recupere de las heridas que él mismo se provocó, las pericias psiquiátricas que le hagan serán clave para determinar si comprendía la criminalidad de sus actos.
“Es una forma difícil de matarse, el autoapuñalamiento porque cuando empezás a sentir dolor, parás. No es igual a otros métodos”, explicó un investigador, dando a entender que el hombre entendía lo que hacía al momento de matar a su hijo e intentar suicidarse.
Ruffo está internado en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora.
Mientras tanto, se espera que le realicen la autopsia al cuerpo de Joaquín para luego entregárselo a la familia para ser sepultado.
MG – EMJ