Por Lucas Martín Pugliessi
En los últimos meses, Andrés Calamaro volvió a ser foco de debate por sus expresiones públicas. Desde su defensa de la tauromaquia en Colombia, que generó fuertes abucheos durante un show en Cali, hasta manifestaciones sobre política y cultura que impactan en redes y generan reacciones encontradas
El incidente en Cali y la defensa de la tauromaquia
En mayo durante el concierto en Cali, parte de su gira, Calamaro dedicó la canción “Flaca” a quienes perdieron su trabajo por la prohibición de los festivales de toros. Simuló una muleta con su campera y recibió abucheos del público. Enojado, interrumpió el show con un tajante: “Lo siento. Están cancelados y bloqueados. ¡Hasta nunca!”, y se retiró del escenario mientras los músicos que lo acompañaban siguieron tocando como muestra de respeto hacia la gente que abonó su entrada.
Al día siguiente, el artista dio su versión en redes sociales, criticando a los animalistas como “nazis” e “intolerantes”, defendiendo su postura como una defensa de la tradición, la cultura y la libertad, sin intención de maltratar animales. A pesar del cruce, aseguró que completó las 22 canciones del repertorio programado para el show en la ciudad colombiana.
Apoyos y críticas: ¿Dónde queda el límite?
Quienes apoyan su postura consideran que ejerce legítimamente su derecho a expresarse y defiende una tradición como algo histórico y comercial.
Sus detractores, en cambio, califican su actitud de insensible, provocadora, y sin conciencia social. Esto se agravó especialmente al convertir su música en plataforma política durante un espectáculo en vivo.
Reacciones en redes
La opinión acerca del artista se dividió aún más luego de expresarse en X a favor del gobierno de Javier Milei. A lo largo del último año, Calamaro expresó públicamente su respaldo al modelo de gobierno que se está llevando a cabo en la argentina, calificándolo como “la primera vez que un gobierno cumple las promesas de campaña”.
Este señalamiento generó una oleada de reacciones en redes, tanto de seguidores como críticos.
El cantante vivió un cruce con la actriz, humorista y activista feminista Malena Pichot en la red social X. En un mensaje Calamaro escribió: “En el confinamiento las universidades seguían abiertas como las escuelas y los comercios. Los aeropuertos siguieron con sus actividades normales y no nos vacunaron”. La actriz le respondió y lanzó: “Cerrá el orto Andrés”. Sin vueltas, el artista le respondió: “Malena.. Para ser humorista te tomás demasiado en serio. Seguí marchando para Palestina y por una demagogia legal y gratuita”.
Pero no terminó ahí, ya que el músico fue por más. “Malena, hacés quedar a la demagogia como una de las bellas artes. siguió: “Perdiste Malena. Vas al infierno de los fallutos”. “Hagamos una Argentina mejor donde hipócritas como Malena lloren leche”, sumó el cantante. “¿Cómo lloraría leche? ¿En qué sentido lo decís?”, respondió la humorista. “Perdiste, amiga. Conmigo nadie se mete. Ni pío. Lo siento, lo hiciste personal”, siguió él. “Viva la universidad pública, Andrés”, dijo, por último Pichot.
Otro usuario, por su parte, contestó el tweet inicial de Calamaro con: “Gente, no tomen merca porque van a quedar como calamardo”.
¿Se puede separar lo político de lo musical?
Es una pregunta que atraviesa diversas opiniones: una parte del público cree que el arte y el creador están directamente ligados, y que las posturas políticas y culturales influyen de manera total en la percepción de la obra, ya sea para bien o para mal. Por otro lado, otras personas defienden la capacidad de disfrutar sus discos sin compartir su ideología, dividiendo las capas personal y artística.
Si bien no hay datos precisos sobre pérdidas de seguidores, la polarización es evidente: mientras algunos defienden a capa y espada su derecho a opinar, otros abandonan su música o la piensan a través de su ideología. Lo cierto es que Calamaro sigue vigente, aunque la polémica y el debate sobre la legitimidad de su voz pública, parece haber llegado para quedarse.
La otra cara de la moneda
Lali Espósito encarna una postura opuesta a la de Calamaro: quienes la defienden valoran su derecho a expresarse públicamente, usando su música y su influencia como plataforma política para defender causas históricas y culturales: de la legalización del aborto y el activismo LGBTIQ+ a expresarse en redes sociales en contra de la presidencia de Javier Milei. Quienes la defienden consideran que esto honra su trayectoria y su compromiso social. Por su parte, los detractores la acusan de provocadora e insensible: el presidente Javier Milei la ha tildado de “parásito” o “Lali Depósito” alegando que cobra subsidios estatales por sus shows, lo que generó una fuerte disputa pública. En respuesta, Lali lanzó “Fanático”, una canción que confronta directamente esa crítica con un estilo rockero desafiante y fue adoptada como himno en protestas contra políticas autoritarias. Así, mientras unos celebran su valentía y coherencia, otros la ven como una artista políticamente cargada, lo que refuerza la pregunta: ¿se puede separar lo político de lo musical?
Calamaro en Rosario: Fecha, horario y entradas
En medio de las polémicas, el músico confirmó su presentación en Rosario este 20 de noviembre en La Playa de la Música (Parque Alem). Desde las 21:00. Las entradas generales de pie tienen un valor de 69.000 pesos (60.000 de entrada + 9000 de tarifa de servicio de la página TuEntrada)
El show promete un reencuentro con el público local, cargado de rock y sus clásicos,en una noche que, más allá de los debates, reafirma su vigencia en el escenario.
¿Vas al concierto?
La venta de entradas está disponible en TuEntrada.com.