El precio del dólar sigue bajo presión. Tras una inercia alcista e intervención del Gobierno en los mercados a futuro, cerró en bancos a $1.300. Para algunos economistas, ese valor puede ser la nueva referencia cambiaria que tendrá en el presente.
Sobre todo, porque el marco actual indica que finalizó la liquidación de la cosecha gruesa del campo, por ende, la oferta de divisas al mercado, mientras que la demanda se encuentra elevada por turismo al exterior e importaciones en alza.
De hecho, en la plaza informal, se reflejó esta tensión cambiaria, ya que el blue subió 20 pesos, hasta los $1.320, por lo que aumenta en todo julio casi 9%.
El BCRA interviene en el mercado que miran inversores
En el segmento oficial, tras mantenerse casi toda la primera rueda de la semana al alza, sobre el cierre el billete mayorista descendió 14 pesos hasta los $1.275, mientras que el minorista finalizó sin cambios a $1.300 y avanza en todo julio 7%.
Entre las causas de este «freno» que tuvieron las cotizaciones, fuentes del mercado le indicaron a iProfesional que el Banco Central estuvo interviniendo en el mercado de opciones y futuros para que descienda el precio pautado para los próximos meses.
En concreto, la cotización negociada para fines de este mes de julio para el tipo de cambio mayorista bajó 11 pesos respecto al viernes, para cerrar a $1.284.
Cabe recordar que, a mediados de abril pasado, el Gobierno fijó una banda de flotación para el precio del dólar de entre $1.000 a $1.400, que se ajusta 1% por mes.
«El mercado está buscando nuevos valores de equilibrio que, claramente, están por encima de lo visto hasta hace poco tiempo. La demanda se acentuó, y como siempre pasa cuando hay racha alcista, el que tiene para vender posterga las ventas en espera de mejores precios y el que tiene o quiere comprar, por el contrario, anticipa operaciones por el mismo motivo», resume Gustavo Quintana, analista de PR Cambios, a iProfesional.
Asimismo, otro de los factores que destaca es que las compras de reservas por parte del Gobierno, «en alguna medida, resta oferta al mercado, y eso se traduce en subas de la cotización».
Parte de la mayor suba en el precio se vincula a la mayor demanda por vacaciones de invierno, ahorro tras el cobro del aguinaldo y compras sostenidas de importadores.
«Tras el desarme de las LEFIS, instrumentado por el Gobierno, quedó mucha liquidez, dejó tasas muy bajas y generó apalancamiento, algo que generó una dolarización. A la par, se produjo un contexto donde las personas cobraron aguinaldos y también aprovecharon para dolarizar, entonces hubo una demanda más alta. Algo que, hasta ahora, estuvo compensado por una oferta más alta de divisas», detalla Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de Eco Go.
Dólar a $1.300: nuevo piso para el dólar para la City
Respecto a que el precio del dólar minorista se está estabilizando en torno a los $1.300, algunos economistas consideran que ese valor es el más acorde para este momento y vuelve más competitivo al peso. Sobre todo porque se percibe que el tipo de cambio se encontraba atrasado respecto al resto de las referencias de la economía.
«Es una buena noticia que el dólar esté subiendo, y nuevamente el mayorista se acerca a los $1.300. Esta depreciación es permitida en este marco cambiario flexible, más allá que hubiese sido deseable haber intervenido en todo el ciclo de entradas por el agro, se suma a la misma depreciación del dólar respecto de otras monedas», contextualiza la Consultora LCG.
Al respecto, menciona que el tipo de cambio real multilateral se depreció 8% en los últimos 30 días, y 16% desde comienzos de año.
«Ya preveíamos que el tipo de cambio podría ir a la mitad superior de la banda en la segunda mitad del año, básicamente, porque va a haber menos oferta de dólares por cuestiones estacionales, ya que la liquidación de exportaciones del agro se concentra entre abril y julio, y por la baja de retenciones al campo, que hizo que se concentre en ese período más de lo normal», detalla a iProfesional Kevin Sijniensky, economista jefe de Econviews.
Y suma: «También vemos algo más de demanda de divisas por las elecciones de medio término y por turismo. Creo que esta expectativa, más o menos generalizada de que el dólar se podría ir más arriba en esta época del año, también hace que los importadores se adelanten, y que se cierren posiciones de carry trade».
Por eso, alertan desde LCG: «Dada la magnitud del déficit externo que se puede venir en los próximos meses, pensamos que el dólar sigue teniendo un recorrido hacia arriba».
Al respecto, Menescaldi se suma a este interrogante que se plantea en el mercado: «La duda es qué va a pasar de acá en adelante, porque por vacaciones e incertidumbre electoral la demanda va a seguir siendo, probablemente, elevada y más ahora que se vienen las elecciones. Hay que ver cómo el Gobierno logra controlar al dólar».
En el mientras tanto, el Banco Central estuvo comprando en las últimas semanas alrededor de u$s900 millones para poder cumplir la meta fijada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de reservas, al hacer operaciones de adquisición en bloque y de colocaciones de títulos públicos.
A ello se suma la baja de la inflación, que en junio pasado fue de 1,6%, y que se mantendría en julio por debajo del 2%. La gran duda que se plantea es que, si el precio del dólar se mantiene en estos niveles más elevados, este incremento no se traslade a los precios de la economía.
Por lo pronto, en el mercado de opciones y futuros del Matba Rofex avanzó 2 pesos la cotización convalidada para el tipo de cambio para fines de diciembre que viene, que fue $1.475.
De darse esta cifra, el dólar mayorista subiría en todo 2025 alrededor de 43%, un nivel muy similar a las proyecciones de inflación de distintos economistas para este año.-