Los gritos despertaban a los vecinos y los llamados a la policía eran frecuentes. «No es la primera vez que lo apuñalaba», reconocieron quienes comparten edificio con la mujer, que ahora está detenida.
En la puerta del edificio de Pedro Rivera 2490 había manchas de sangre que se extendieron hasta las calles Roosevelt y la avenida Cabildo, donde finalmente un hombre de 33 años se desplomó. Cuando llegó la policía ya estaba muerto. A primera vista contabilizaron más de 15 puñaladas.
El hecho quedó enmarcado en un episodio de posible violencia intrafamiliar. Pero su pareja, una mujer de 40 años identificada como Magdalena A., declaró que el hombre fallecido se autoinflingió las lesiones con un cuchillo tipo Tramontina.
Lo cierto es que, de acuerdo a los testimonios recolectados, la pareja estaría en situación de consumo. «Ella tenía esta manera, de levantar chicos que vivían en situación de calle y se los llevaba al edificio», contó una vecina del edificio en una entrevista a La Nación +.
Fuentes de la investigación confiaron a Clarín que, de acuerdo al análisis preliminar de la Unidad Criminalística, «el cuerpo tenía heridas en el tórax, abdomen y muslo derecho, compatibles con heridas por arma blanca».
Los peritos preservaron las manos y encontraron junto al cuerpo un cuchillo tramontina y una «gubia acanalada»
«Las lesiones que presenta son compatibles tanto como para ser auto-infligida, como para ser recibidas por un agresor. No hay lesiones de defensa», indicaron las fuentes consultadas.
Al momento, la mujer está detenida y a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 14, a cargo de Edmundo Rabbione, que ha quedado a cargo de la investigación.
Será clave el resultado de la autopsia para determinar qué pasó en el departamento del 2° B y si es posible determinar que el fallecido se haya provocado las heridas o si fue la mujer quién lo apuñaló.
Según trascendió el departamento es de la madre de Magdalena A. y ella vivía sola hace más de 10 años.
“La mujer relató que esa noche se encontraban los dos en su departamento y tras una discusión el hombre, de 33 años, se auto infligió lesiones con el cuchillo”, informaron fuentes policiales. Además, dijo que, una vez lastimado, “bajó hacia la calle donde siguió lastimándose hasta caer sin conocimiento”.
La mujer no ha declarado al momento y, según se informó, estaba bajo el efecto de estupefacientes al ser detenida.
Frente al departamento había una pintada con la frase «Te amo, Magui», y que la habría escrito el hombre fallecido en una de las tantas separaciones y peleas que habían atravesado.
«Yo vivo acá en la esquina, a 20 metros. El departamento era de la chica, su madre le había dejado la casa y tenía problemas de adicción. Vino el novio que le pedía gritando que le abriera. Era tóxico, se cagaban a palos. Hace mes y medio se agarraron en la puerta. El pibe iba y venía. Había noches en las que no podíamos dormir por los gritos», contó una vecina que reconoció que era una muerte «anunciada».
«Era habitual, venían, él se quedaba unos días. Siempre ocurría, no con él mismo porque traía gente que conocía en la calle, pasaban y estaban en el departamento», contó la encargada del edificio. «Los vi bien 10.30 de la mañana, me saludaron y todo bien», aseguró respecto de los movimientos de este jueves pero las discusiones habían empezado alrededor de las 17, según el relato de otros vecinos. El fallecimiento se detectó a las 2.45 de la madrugada.
«Él estaba en situación de calle, no vivía acá. Nosotros tres vivimos en situación de calle. Él tenía una deuda con nosotros. Yo los vi justo cuando él estaba muerto, venía a la madrugada y veo alguien tirado ahí. Y se me acerca ella», contó «Duque», una persona en situación de calle.
«Como ella no quería tener un hijo con él, se empezó a lastimar solo. Ella le sacó las zapatillas y la campera. Y lo siguió, estaba cansada de que el chico le saque ropa, cosas para vender, ella lo vestía, lo mantenía. Se cansó que le venda las cosas, las empeñe», describió el testigo de los momentos previos al fallecimiento.
SC