El especialista en comercio exterior, Miguel Ponce, conversó con Canal E y advirtió sobre los riesgos globales que genera la escalada militar en Medio Oriente, sus efectos en los mercados internacionales, el precio del petróleo y el impacto específico en la economía argentina.
El conflicto entre Israel e Irán genera un fuerte impacto en los precios de la energía. “Los mercados empiezan a mirar con mucha más preocupación la situación de los números a los que está llegando el barril, hablan de 78 y camino a los 80”, dijo Miguel Ponce. Y recordó: “Antes del primer ataque de Israel a Irán, el precio del barril estaba algo por debajo de los 70”.
Situación crítica para el precio del barril del petróleo
Luego, remarcó el riesgo estratégico del estrecho de Ormuz: “Pasa de piso el 30% del transporte mundial de petróleo, un bloqueo temporal provocaría aumentos en las primas de riesgo”. En este sentido, citó a Bloomberg y advirtió: “Si se concreta esta situación, el piso del barril estaría en 150, esto genera una suerte de pánico”.
Ponce subrayó que la volatilidad puede golpear a los activos locales: “Los bonos argentinos son terriblemente sensibles al riesgo global”. Sobre la misma línea, agregó: “Si el riesgo país entra a subir fuertemente, es muy posible que tanto aquellos en pesos con CER, ajustables como los G3 y los G30 podrían volver a tener aumentos considerables”.
Fuerte caída de los bonos
Por otro lado, anticipó una dinámica negativa a corto plazo: “Para mí los bonos van a caer, los globales especialmente”. Algunos analistas creen que la suba del petróleo podría mejorar la balanza energética argentina, sin embargo, resaltó que, “yo creo que no, que no es así, esto lleva a un enfriamiento de la economía y la demanda va a caer”.
En otra instancia, el especialista en comercio exterior explicó: “Nunca una situación de depresión económica es favorable, si empiezan a interrumpirse los trayectos navieros, la situación no es favorable”. Asimismo, aseveró que, “somos el país más vulnerable de Latinoamérica”.
Además, alertó sobre las implicancias del alineamiento político del Gobierno: “Nos enemista con muchos de los mercados que nosotros tenemos tanto en Asia como en África”. A su vez, pidió una revisión de la estrategia exterior: “No se nos hace caso en el pedido de la necesidad de desideologizar nuestros vínculos diplomáticos para no afectar nuestros vínculos comerciales y económicos”.