A quién no le gustaría tocar literalmente el cielo con sus manos. Quién no compartiría un pescado fresco con su mascota -bueno, aunque ésta se la ofrezca después de tenerla en su bocota-. Todas estas respuestas las ofrece Cómo entrenar a tu dragón, uno de los mejores remakes de filmes animados que hayan llegado a la pantalla grande.
Con cada remake, con cada nueva producción live action que estrena a caballo del éxito de una película de animación siempre, pero siempre estallan las dudas: ¿vale la pena ir a verla? ¿Va a estar mejor que la original que tanto nos gustó? ¿Qué le puede aportar a la misma historia el hecho de que ahora la interpreten humanos?
Ejemplos en los últimos años hay por decenas, algunos mejores (Aladdin) que otros (La Sirenita, La Bella y la Bestia). Pero para demostrar que los remakes no son exclusivos de Disney, Cómo entrenar a tu dragón, de DreamWorks, llega en su versión con actores.
Sin nada que envidiar
Y, la verdad, no tiene nada, pero nada que envidiarle a la original animada estrenada en 2010.
Por lo pronto, Dean DeBlois, que realizó las tres películas de la saga, y que codirigió la Lilo & Stitch original, es quien la dirige. O sea que sabe con lo que se mete. ¿Acaso ahora le da una vuelta de tuerca que la primera de Hipo, el vikingo adolescente, y Chimuelo, el dragón, no tenía?
No. Y hasta Gerard Butler, que le prestaba su voz a Estoico, el líder de los vikingos en la original, y padre de Hipo, lo encarna de carne y hueso.
Y no es como «Blancanieves»: nada cambia
Algunas cosas cambiaron, pero más que nada se alargaron, porque la historia es básicamente la misma. No hicieron lo de la reciente Blancanieves -que hoy mismo, este jueves 12 sube al streaming de Disney+-, que la cambiaron en más de un sentido.
En la isla, la tribu vikinga padece los ataques de distintos tipos de dragones, que así como matan gente y se llevan ovejas, sufren también varias bajas. Es una historia sin fin, pero Hipo (Mason Thames, de El teléfono negro) se encuentra con una solución impensada e inesperada al derribar con un artefacto de manufactura propia a un Furia nocturna, una especie de dragón hasta el momento nunca visto.
Hipo y Chimuelo: historia de una amistad impensada
Lo que nace entre uno y otro es una amistad. Y no, Chimuelo no habla la lengua de Hipo -como tampoco sucedía en el original-. Y en eso la película gana, si cabe el término, credibilidad.
Como también cada secuencia “de acción”, como la preparación de los adolescentes para competir en la Prueba de fuego y poder salir a cazar dragones (entre ellos, Astrid, interpretada por Nico Parker, de Dumbo y The Last of Us), en cada encuentro entre ambos personajes, y hasta en la relación padre/hijo, la de Estoico e Hipo, más llena de desencuentros y pocas palabras que en un principio de afecto y de comprensión mutua.
Algunos gags se repiten, son idénticos, pero algo habrá de diferente, porque la nueva dura casi media hora más que la de 2010, pero se pasa literalmente volando.
Obviamente Chimuelo y el resto de los dragones son producto de la animación, pero hay que ver lo bien que han realizado a esta criatura fantástica con cuerpo de reptil y alas, que hasta parece… real.
Cómo entrenar a tu dragón es un peliculón para compartir con los chicos, que tiene una estructura de filme de aventura, de acción y comedia que no ofrece ningún flanco, ala o extremidad floja.
Quienes vieron la original, saben a lo que nos referimos. Y quienes no, no esperen más y vayan a ver esta maravilla, que tendrá su secuela dentro de dos años.
“Cómo entrenar a tu dragón”
Muy buena
Acción / Aventuras. Estados Unidos / Reino Unido, 2025. Título original: “How to Train Your Dragon”. 125’, ATP L. De: Dean DeBlois. Con: Mason Thames, Nico Parker, Gerard Butler, Nick Frost. Salas: IMAX, Hoyts Abasto, Dot y Unicenter, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Pilar y Avellaneda, Showcase Norcenter, Belgrano y Haedo.