La reforma constitucional, el árbitro y el reglamento

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“La semana próxima ya tenemos que liquidar el tema del reglamento y después el borrador del proyecto de la Convención. Hay tiempo, pero hay que definir cosas”. Según esta voz del oficialismo, cada partido de la alianza tiene sus propuestas sobre las condiciones de la Convención de la reforma constitucionaly resta llegar a la síntesis.

En este momento, la previa a la reforma constitucional se juega a nivel interno en los diferentes espacios de convencionales que compondrán el proceso. Lo que se está discutiendo puntualmente es el reglamento, que será el tronco de la organización de la Convención y al que nadie quiere perderle pisada.

Nadie quiere llegar desarmado a la cumbre reformista. La oposición ya tiene borradores listos. En Unidos, las versiones son encontradas. Algunos sostienen que esta semana habrá reuniones clave para lograr una postura común y definitiva. Otras versiones indican que ya se fue girando un borrador a parte de la oposición.

Reforma constitucional

En el oficialismo hay varias cuestiones que parecen encaminadas. Por ejemplo, gana terreno que se genere un bloque único y no un interbloque. Pero en ese punto se abre otro dilema: quién lo presidiría.

Con el pullarismo marcando el tono del proceso podría pensarse en un convencional que defienda con vehemencia frente a los otros bloques el núcleo básico de propuestas de la campaña (Ficha Limpia, seguridad), pero también temas sensibles, como la reelección del gobernador, sin titubeos.

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Maximiliano Pullaro flanqueado por el senador Felipe Michlig, quien podría ser presidente de la Convención de la reforma constitucional

Foto: Archivo / La Capital.

Fabián Bastia es un nombre que se rumorea por más que juran que todavía ni se habla de nombres. Que otro radical como Felipe Michlig termine presidiendo la Convención, como se especula, quizás sea motivo de negociación.

Otro tema del reglamento que hace ruido es que el presidente de la Convención tenga voto doble. Quienes lo defienden, simplifican: “¿Por qué se le va a sacar un voto al espacio que lo presida?”. En la oposición no están de acuerdo y contestan: «¿Y por qué un convencional puede tener dos votos, porqué vale más?

En tanto, hasta ahora hay cinco comisiones sobre la mesa: tres técnicas, una parlamentaria y una redactora. Seguramente se amplíen las técnicas. Esto, además de otorgar más especificidad, también servirá a la hora del reparto de poder.

Paralelamente, Unidos arma el borrador del proyecto final. Niegan que ya esté listo como se rumorea en distintos ámbitos, pero hay una realidad y es que la base será la ley de necesidad de reforma. Sin embargo, hay muchos de los convencionales electos que no votaron ni participaron de aquel proceso y no quieren quedar pintados o solo levantar la mano.

En el oficialismo hay posturas encontradas con el contenido y hasta se reúnen los partidos de manera separada sobre los mismos temas y no como bloque, por ejemplo, como ocurrió con la titular del Ministerio Público de la Acusación (MPA), María Cecilia Vranicich. en su cruzada por hacer de la Fiscalía un extrapoder a partir de darle rango constitucional. Por eso no eran descabellados los ánimos de ir a un interbloque en la Convención.

Equilibrios internos

Por lo visto, hay equilibrios internos en todos los partidos. En la semana La Capital contó que el senador provincial Rubén Pirola le ganó la pulseada a Juan Monteverde para presidir el bloque de Más Santa Fe, que conforman el PJ provincial y la centroizquierda Ciudad Futura.

A Monteverde no le cayó bien, pero los senadores tienen los números y la espalda. Son bravos. Le ofrecerán la vicepresidencia de la Convención que, en los hechos, tiene menos poder de negociación que presidir el bloque interlocutor.

De a poco empiezan a emerger las diferencias de piel entre el peronismo tradicional con el de Ciudad Futura y el Movimiento Evita, puntualmente con el contenido del texto. Hace unos días sugirieron libertad de acción, algo que en el peronismo tradicional no están acostumbrados. “Hay que saber que en una unidad no se puede ganar siempre, hay que saber ceder. Sino, ¿para qué te unís en una alianza si querés votar distinto?”.

Un cambio menos

Luego de las discusiones internas llegarán las que se realicen entre los diferentes bloques convencionales. El pullarismo parece adelantarse y empieza a hablar de consenso como algo indispensable, algo que no había sido parte hasta ahora de la plataforma.

Por ejemplo, en el acto de recepción de diplomas de convencionales, el gobernador dijo que espera que durante la Constituyente se construyan “consensos, haya diálogo, nos escuchemos y tengamos la mejor Carta Magna”.

Probablemente también esté velando porque las sesiones constituyentes no se embarren o conviertan en un ring y que fuercen al oficialismo a imponerse en temas clave. No hay que llegar a imponer la mayoría sino apelar a que haya consenso”, dice un convencional de Unidos en línea con el gobernador.

En las últimas semanas parecen haber bajado todos un cambio sobre todo en lo discursivo, ni hablar de las descalificaciones que abundaron de cierto sector. «Si quieren llevarse puesto todo, vamos a patalear, si no, habrá consenso. El reglamento es clave en esto», grafican en la oposición.

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