El presidente de la República viajará a Sevilla, España, para participar en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4) de la Organización de las Naciones Unidades. Se realizará entre el 30 de junio y el 3 de julio y tiene por objetivo reformar las reglas del juego financiero global y poner en marcha medidas concretas para conseguir los recursos económicos necesarios que permitan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030.
Así lo expresa la ONU: «La FFD4 ofrece una oportunidad única para reformar la financiación a todos los niveles, incluyendo el apoyo a la reforma de la arquitectura financiera internacional y la solución de los desafíos financieros que impiden el urgente impulso de inversión para los ODS»
El pasado martes 3 de junio en un encuentro virtual, Yamandú Orsi manifestó ante el secretario general de la ONU, António Guterres, que “el compromiso de Uruguay[es], no solo de asistir, sino de firmar los acuerdos y comprometer[se]con lo que surja de esa conferencia internacional”.
Estas declaraciones son extremadamente graves y todos los medios hicieron la vista gorda: ¿cómo un mandatario puede comprometer a todo el pueblo uruguayo «con lo que surja»? Aceptar firmar acuerdos de antemano y decirlo públicamente con tanta liviandad es un terrible acto de imprudencia política e irresponsabilidad institucional. En términos claros: Yamandú Orsi entrega por completo la soberanía nacional y le falta el respeto a todo el pueblo uruguayo.
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Régimen fiscal mundial
Como para ir entrando en calor, el 28 de abril de 2025, en el marco del Foro del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) 2025 sobre Financiación para el Desarrollo y el 4.º Comité Preparatorio para la FFD4, Noticias ONU publicó el artículo “La financiación para el desarrollo afronta duras verdades”.
| Redacción
El secretario general, António Guterres, advirtió sobre el incumplimiento de compromisos por parte de donantes, el aumento de barreras comerciales y el padecimiento de un déficit de financiación anual de 4 billones de dólares. Sin embargo, expresó que el mayor y más peligroso problema que afronta la agenda radica en que “la colaboración global está siendo activamente cuestionada”.
También hizo un llamado a crear nuevas fuentes de financiación, reforzar la colaboración con el sector privado y avanzar hacia un «régimen fiscal mundial inclusivo y eficaz». Esto constituiría una pérdida completa de soberanía fiscal para las naciones. Los Estados ya no tendrían libertad para definir su sistema impositivo según sus prioridades económicas, sociales y culturales, quedando subordinados a normas globales definidas por organismos multilaterales. Aceptar un régimen fiscal mundial significa renunciar a gobernar en función del interés nacional para someterse a intereses externos, ajenos a las realidades locales.
En esa misma línea, Bob Rae, presidente del ECOSOC sentenció abiertamente que “No hay solución nacional; solo puede haber una solución global”. Esta afirmación revela el núcleo ideológico del globalismo: disolver la soberanía de los Estados nacionales en favor de estructuras supranacionales que nadie eligió democráticamente.
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No solo el Frente Amplio responde a intereses extranjeros
Recordemos que hace más de 70 años que la ONU tiene una feroz incidencia sobre las decisiones que condicionan la vida de los uruguayos. Sin embargo, hubo un antes y un después bajo el pasado gobierno nacionalista que se autopercibe de “derecha”.
| Redacción
El 9 de setiembre de 2022, bajo el gobierno del globalista Luis Lacalle Pou, marcaron con más fuerza el territorio uruguayo inaugurando la Casa ONU en Montevideo. Instalada en el histórico edificio Palacio Serratosa operan: la Oficina del Coordinador Residente, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa de Naciones Unidas para la Mujer (ONU Mujeres), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Asesora de Derechos Humanos del Alto Comisionado (ACNUDH) y Pacto Global.
En el evento inaugural participaron decenas de actores políticos afines a la agenda 2030 como Javier García —actual candidato al directorio del Partido Nacional, quien pretende dar una extraña batalla cultural contra el Frente Amplio—; Yamandú Orsi, en ese entonces Intendente de Canelones, y Beatriz Argimón, la designada por el actual gobierno frenteamplista embajadora de la UNESCO.
Argimón, vicepresidente de la República en aquel momento, fue “galardonada” con la entrega del Pabellón Nacional al secretario general adjunto de Operaciones de Paz, Jean Pierre Lacroix, y con el cierre de la oratoria, donde dejó en evidencia que todos los políticos uruguayos son globalistas: «todos los partidos políticos han pasado por el poder y los programas de Naciones Unidas han trabajado con todos nosotros con independencia del gobierno de turno».
En Uruguay todos los partidos políticos son globalistas
Recientemente, en noviembre de 2024, se implementó el Modelo Naciones Unidas/ANEP, bajo la administración de la dirigente del Partido Colorado, Virginia Cáceres. 130 estudiantes (de todo el país) fueron sometidos, en una especie de simulación, a alinearse con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
En ese contexto, la expresidente de la ANEP, expresó que el CODICEN iba a discutir la posibilidad de implementar, para 2025, el Modelo Naciones Unidas/ANEP en un liceo por departamento: “será una experiencia piloto que se desarrollará en todo el país. Asumimos ese compromiso de llevar la propuesta al Consejo”.
En la misma línea, el exsubsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, también colorado, Nicolás Albertoni, destacó la iniciativa y celebró que se estén «formando a los jóvenes de hoy con una visión global”.
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Gobernanza mundial
Los organismos internacionales están condicionando con más fuerza la libertad económica de los diferentes países. La soberanía de los Estados nacionales cada vez es menor y la hegemonía cultural se expande a través de la agenda global.
Todo el espectro político uruguayo promueve el falso relato de que estas instituciones tienen la «noble» intención de resolver los desafíos comunes que afronta la humanidad a través de espacios de «cooperación global».
| Redacción
El Frente Amplio, el Partido Nacional y el Partido Colorado han demostrado no velar por las necesidades locales ni respetar los intereses de los uruguayos. Por el contrario, están afines al modelo de gobernanza mundial que aspira a eliminar los Estados nacionales y sus respectivas identidades culturales.
¿Cómo defender los intereses concretos del pueblo uruguayo si todos los políticos adhieren a la agenda global, independientemente del partido al que pertenezcan?
La grieta es clara y definitiva: separa cipayos de patriotas.