Un centro de jubilados de Villa Constitución vivió un fin de semana caótico producto de la inseguridad. Entre el viernes y el domingo, delincuentes ingresaron en dos oportunidades robando elementos de peluquería por un millón de pesos y un televisor, entre otros elementos.
Fue un vecino que el viernes a la 6 alertó la situación a Mariela, secretaría del Centro de Jubilados 2 de Septiembre, de barrio Galotto, en Villa Constitución. El lugar presentaba en un horario nada habitual la puerta de ingreso abierta y las luces prendidas. Rápidamente desde la comisión directiva se comunicaron con la Policía que constató el hecho y realizó las primeras tareas para comenzar la investigación.
En diálogo con LT8, la presidenta del centro Silvia Lauterborn contó que los malhechores ingresaron por la claraboya del baño y se llevaron elementos del peluquero del centro, valuados en un millón de pesos, y una caja de primeros auxilios con tijeras, vendas y otros elementos.
Frente a esta situación la comisión directiva puso manos a la obra y logró colocar rejas por el lugar donde habían ingresado. Ese viernes la actividad del lugar se vio entorpecida por el trabajo del herrero, que terminó cerca de las 21.30. Con las medidas de seguridad ya en marcha, el centro cerró sus puertas para retomar sus actividades el lunes, que incluyen yoga, taller de la memoria, pilates, bailes, folclore para niños y canto a lo largo de la semana.
Un segundo robo
Pero en el transcurso del fin de semana, los delincuentes volvieron por más. “El lunes por la mañana cuando la secretaria y el personal de limpieza quieren ingresar no podía. Estaba la puerta trabada. Ya veían algo raro. Llamamos al cerrajero y cuando entramos nos dimos cuenta de que habían vuelto a robar”, contó con desazón Lauteborn.
Cuando revisaron las habitaciones se encontraron el faltante de un televisor de 50 pulgadas que estaba empotrado en una pared y daños al mobiliario de la institución. “Estuvieron mucho tiempo”, expresó la titular del centro de jubilados.
En el segundo robo, los malhechores se encontraron con las rejas en la claraboya por lo que optaron por “barretear” la reja de una de las ventanas que da al patio del lugar. Para salir utilizaron la puerta principal y dañaron la cerradura.
Si bien los dos hechos no cambian el funcionamiento del centro, Lauterborn lamentó el robo al peluquero de la institución, que había comprado cada uno de los elementos robados y que habitualmente no estaban dentro del centro de jubilados. En tanto, el establecimiento cargó con los cargos del cerrajero y herrero, pero ante esta ola de robo ya piensan en instalar una alarma.