Falling Skies: la serie producida por Steven Spielberg que, por sus similitudes con El Eternauta, levantó sospechas de plagio

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Un ataque extraterrestre aniquila en horas a la mayor parte del género humano. Los sobrevivientes, lejos de rendirse, logran organizarse y formar múltiples focos de resistencia armada. La acción se focaliza en uno de ellos, cuyo líder renuente es un padre de familia de clase media forzado por las circunstancias a convertirse en un combatiente. Al comienzo, los invasores parecen ser una raza de insectos gigantes e inteligentes aunque luego se revela que no tienen voluntad propia y que son controlados por otros seres más evolucionados. Este dominio total se lleva a cabo a través un dispositivo que se coloca en la nuca de la víctima y se conecta, a través de espigas metálicas, con su sistema nervioso y su cerebro. No solo la fuerza de choque alienígena es sometida de este modo, también los humanos capturados son reducidos a esclavos con esa misma tecnología. Eventualmente, descubrimos que esta escalera de dominaciones llega incluso hasta quienes creemos los responsables finales de la invasión, unos alienígenas humanoides que, en verdad, obedecen a otra entidad superior.

Para un lector argentino, el párrafo anterior será, inequívocamente, una síntesis de El Eternauta, la historieta de ciencia ficción más conocida y celebrada de nuestro país, creada por Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López y publicada en entregas semanales entre 1957 y 1959 en la legendaria revista Hora Cero, cuya esperada adaptación a una serie de tv llega en pocos días a la pantalla de Netflix. Sin embargo, el mismo párrafo, palabra por palabra, también es una inequívoca síntesis del argumento de Falling Skies, una serie cocreada y producida por Steven Spielberg, que se estrenó en el canal TNT en el año 2011 y permaneció al aire por cinco temporadas.

¿Qué está pasando acá? ¿Es posible que Spielberg, uno de los realizadores y productores más exitosos y reconocidos de la historia del cine norteamericano, haya plagiado profusamente de una historieta argentina que ni siquiera estaba publicada en inglés cuando se estrenó esta serie? A pesar de su indudable talento y merecida fama, el director de Tiburón no es ajeno a los escándalos por plagio. Cuando se estrenó E.T., El Extraterrestre, el legendario realizador indio Satyajit Ray, creador de la “Trilogía de Apu”, una secuencia de films ampliamente reconocida como una de las más importantes de la historia del cine, declaró que la película de Spielberg “no hubiera sido posible si copias de su propio guión acerca de un extraterrestre no hubieran circulado por todos los estudios de Hollywood”.

Falling Skies se estrenó en 2011 y se extendió por cinco temporadas

Acostumbrado a trabajar en su país con presupuestos mínimos y actores no profesionales, en 1968 Ray escribió una historia de ciencia ficción y fantasía titulada “The Alien” con la que intentó desembarcar en la meca del cine. Su guion trataba sobre la amistad entre un niño llamado Haba y un extraterrestre, que era descripto como un humanoide “con aspecto infantil y enfermizo que proyectaba una etérea inocencia”. El concepto despertó interés en los estudios Columbia y se llegó a contactar a Marlon Brando y a Peter Sellers como posibles protagonistas. Sin embargo, problemas de agenda imposibilitaron la participación de los actores y, al mismo tiempo, el representante de Ray en Hollywood, un productor llamado Michael Wilson, intentó registrar el guion a su nombre para apropiarse de los derechos comerciales. Desilusionado, Ray abandonó el proyecto y regresó a su hogar en Calcuta. Su guion, sin embargo, continuó circulando por los estudios de Hollywood, que intentaron revivir la producción varias veces sin éxito. No es improbable que, eventualmente, una copia llegara a manos de Spielberg. Tras el estreno de ET, un crítico del diario The Times of India se hizo eco de las acusaciones de plagio y publicó un artículo describiendo la gran cantidad de similitudes entre el libreto de Ray y la película del director norteamericano. Spielberg, por su parte, negó todas las acusaciones y afirmó que la historia está inspirada en un episodio de su propia infancia, cuando creó un amigo imaginario para lidiar con la separación de sus padres.

Tras el estreno de E.T., el extraterrestre, Steven Spielberg fue acusado de plagio por un realizador indio

Desde luego, no se puede negar que existen las casualidades y que dos creadores pueden tener una misma idea de modo independiente. Tampoco hay que exagerar y considerar plagio a cualquier similitud. Los géneros populares suelen apelar a elementos narrativos recurrentes que ayudan al público a entender el tipo de historia que se le presenta. Los tropos clásicos como los invasores que pueden mimetizarse con los humanos, las armas extraterrestres que anulan toda defensa humana, las máquinas que permiten viajar en el tiempo o teletransportarse y tantas otras ideas son parte de la caja de herramientas que la ciencia ficción pone a los pies de sus narradores. Nadie acusaría hoy a quien cuente el ataque de una fuerza extraterrestre de plagiar a H.G Wells, autor de La guerra de los mundos, la primera invasión a nuestro planeta. Sin embargo, cuando las coincidencias empiezan a apilarse y se ponen muy específicas, se acrecientan también las sospechas.

Spielberg y Robert Rodat, el cocreador y guionista principal de Falling Skies, bien pueden haber imaginado, sin conocer la creación de Oesterheld, una invasión alienígena que deja a la humanidad instantáneamente arrasada. ¿Pero también se les ocurrió postular a un enemigo múltiple que se revela sometido a otro y éste a un tercero y también a un héroe presentado como un “hombre común” cuya mayor preocupación es proteger a su familia y también un dispositivo que se clava en la nuca de un ser consciente para volverlo un robot?

Falling Skies narra cómo sobrevivir en una Tierra arrasada y ocupada por un ejército casi invencibleTNT

Hay que aclarar que Falling Skies es una serie que se prolongó por cinco temporadas y sería exagerado e injusto afirmar que en todo ese tiempo solo se nutrió de ideas tomadas de El Eternauta. También toma de El señor de los anillos, de Robocop, de Aliens y hasta se las arregla para incluir algunas propias. Fue Spielberg quien le propuso a Rodat, quien había sido su guionista en la película bélica Salvando al Soldado Ryan, desarrollar la historia de una invasión extraterrestre con ecos de la guerra por la independencia norteamericana.

Esta referencia se afianza en el protagonista Tom Mason (Noah Wyle), que es un exprofesor de historia de la Universidad de Boston. Su nombre también reenvía a la historia norteamericana, ya que Charles Mason fue un astrónomo que en el siglo XVIII demarcó la llamada línea de Mason-Dixon, que en los Estados Unidos divide a los estados del norte de los del sur. En la serie, Mason es un sobreviviente que perdió a su esposa e integra, junto a sus tres hijos adolescentes, una milicia llamada 2nd Mass, que remite al regimiento comandado por George Washington en la gesta revolucionaria de 1775. En esto El Eternauta y Falling Skies difieren: para Spielberg la metáfora de la invasión refiere al colonialismo europeo del pasado, mientras que para Oesterheld se trata del colonialismo norteamericano del presente de su narración.

Spielberg le propuso a su guionista en la película bélica Salvando al Soldado Ryan, desarrollar la historia de una invasión extraterrestre con ecos de la guerra por la independencia norteamericana

Al comienzo de la narración, el mundo ya lleva seis meses bajo el control de una fuerza extraterrestre de ocupación a la que los humanos llaman “skitters” (o “chinches” en la traducción, por su parecido con este insecto si tuviera el tamaño de un oso). La activación de un arma desconocida mató al 90% de la población terrestre y dejó toda la tecnología inutilizable. Los sobrevivientes son asesinados por drones o robots gigantes, o bien son capturados y convertidos en esclavos por la implantación de un arnés que se fusiona con su columna vertebral y anula su voluntad.

En este escenario desolador y apocalíptico, existe una resistencia humana que intenta llevar adelante una guerra de guerrillas contra el invasor, generalmente con grandes perdidas y magros resultados. El relato se concentra en la milicia que integran Mason, sus hijos y la doctora Anne Glass (Moon Younglood), quien no solo se encarga de emparchar como puede a los humanos sino también de estudiar la extraña biología de los skitters. Los soldados de Mason comienzan a obtener algunas ventajas a medida que aprenden más sobre sus enemigos. Eventualmente, descubren que los skitters no son la única raza extraterrestre en el planeta, sino que hay al menos tres más. Una de ellas parece ser el verdadero rostro del invasor, mientras que las otras podrían aliarse con la humanidad contra este enemigo común.

La serie se desarrolla en un mundo desolador y apocalíptico

Las similitudes no solo se dan a nivel macro sino también en escenas puntuales que parecen calcadas, como cuando uno de los protagonistas se coloca en la espalda un arnés desactivado para pasar por el territorio enemigo sin ser detectado o el bombardeo a un centro de control que desactiva buena parte de la actividad enemiga. Así se podría seguir. Obviamente, no es ésta la única vez que se reusan tales situaciones pero lo sospechoso no es la aparición de un idea duplicada, sino que haya tantas.

¿Es posible que Spielberg o su guionista Robert Rodat hayan tenido contacto con la historieta de Oesterheld, que recién se tradujo al inglés y se publico en Estados Unidos en 2015, es decir cuatro años después del inicio de Falling Skies? Es posible imaginar muchas formas aleatorias y remotas en las que tal cosa puede haber sucedido. Sin embargo, hay una que no del todo improbable.

Tom Mason (Noah Wyle) se convierte en uno de los líderes de la resistencia

Steven Spielberg suele trabajar con el guionista David Koepp, quien, entre otros films de ciencia ficción como Parque Jurásico, adaptó para el realizador su extraordinaria versión de La guerras de los mundos, el más clásico de los relatos sobre ataques alienígenas. Koepp, por su parte, tiene un fuerte vínculo con nuestro país: no solo escribió regularmente junto al guionista y director argentino Martín Donovan (ambos firman el guion de La muerte les sienta bien de Robert Zemeckis) sino que, además, estuvo casado con la actriz argentina Rosario Varela, con la que visitó el país en más de una oportunidad. Incluso llamó “Mar del Plata” a una de las embarcaciones que transportan a los protagonistas en la secuela de Jurassic Park. ¿Es inimaginable que Koepp conozca El Eternauta y haya llegado a comentar su trama con Spielberg mientras escribía para él la historia de la más famosa invasión extraterrestre? Desde luego, esto es pura especulación. Los similitudes entre la serie de Spielberg y la obra maestra de Osterheld no lo son.

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