La guerra continúa latente, con todo el armamento desplegado en pleno campo de batalla. Wanda Nara y Mauro Icardi permanecen en estado permanente de conflicto, de confrontación en diversos frentes, principalmente en el ámbito judicial con sus múltiples causas cruzadas.
Desde el episodio en el ascensor del piso de la mediática en el edificio de Núñez, que se viralizó por el llanto de las nenas y la actitud muy extraña del futbolista, se activó un proceso muy sensible de revinculación, dado que la Justicia emprendió una ingeniería para habilitar al delantero a reunirse con sus niñas.
Finalmente, Icardi accedió a ese momento de revinculación con Francesca e Isabella, a través de una junta que agendó el juez en el ministerio público tutelar, bajo la supervisión de especialistas en el aspecto psicológico y de la niñez. Ahí, Wanda llevó a las pequeñas.
En cuanto a las características de esa juntada tensa, por la presencia de Nara, que se encargó de trasladar personalmente a las gurruminas, trascendieron detalles, a partir de las declaraciones de la abogada Lara Piro, que representa a Icardi, y que contó: “Estuvieron dos horas y media. Fue muy lindo el encuentro«.