El libro de reciente aparición Menotti, el primero. Historia del técnico que refundó la Selección (Sudamericana), de Ezequiel Fernández Moores, es una clase de historia y de periodismo a la vez. Y una necesaria biografía sobre uno de los hombres más importantes de nuestro fútbol, César Luis Menotti, fallecido el 5 de mayo de 2024, a sus 85 años.
Es que El Flaco -tal su apodo- dejó huella en la Selección cuando en los ’70 asumió e impulsó un plan de trabajo entonces tan inédito como profesional para nuestro fútbol. Pero al mismo tiempo, sus simpatías por las ideas de izquierda lo pusieron muchas veces en la cornisa: hubo quienes -aún hoy- no le perdonaron que fuese el entrenador del Seleccionado campeón del mundo en tiempos de la dictadura más sangrienta. Es que el fútbol argentino nunca estuvo tan manchado por la política como en esos años de plomo. A eso hace referencia Fernández Moores en el primero de los tres capítulos, al que tituló La refundación. Los otros dos son Menottismo vs. Bilardismo y Legado. El autor contó que los tres capítulos no fueron una elección al azar sino un juego que tiene que ver con los campeonatos mundiales logrados por la selección.
De hecho, en el segundo capítulo hay mucho del Mundial de México ’86; y en el tercero, del ciclo Scaloni, en el que Menotti tuvo un rol trascendental.
Fernández Moores no sólo se valió de material de archivo y de entrevistas propias, sino que apeló a relatos de allegados a Menotti (Rosario, 22 de octubre de 1938) para armar el rompecabezas. En eso está el gran detalle que hace que se trate de un librazo: el autor no se pone en el eje de la historia sino que la cuenta en base a lo que le dicen y lee. Toma cierta distancia. En algún punto, se pone a la par del lector, lo invita -con su prosa- a ser parte del relato.
Al contarlo con sus claros y sus oscuros, serán los lectores quienes tomen partido al finalizar las casi 230 páginas. La frase con la que abre Menotti, el primero es atrapante. Fernández Moores nos sitúa en tiempo y lugar: “Mañana del 24 de marzo de 1976. Hotel Silesia, en Katowice, sur de Polonia”. Y enseguida sabremos que la cosa va por la dictadura y que la Selección está a punto de jugar un amistoso contra Polonia mientras los militares -avalados por buena parte de la sociedad y el establishment- derrocan a Isabel Martínez de Perón. Menotti tiene 37 años y una duda: no sabe si seguir al frente del equipo en el que fue designado en tiempos peronistas. Pero antes de ese contexto hay otro contexto y hacia allí nos llevará el autor. Es el Huracán del ’73, brillante campeón que aún hoy está sindicado como uno de los mejores de la historia. Héctor Roganti, Nelson Chabay, Daniel Buglione, Alfio Basile, Jorge Carrascosa, Miguel Ángel Brindisi, Francisco Russo, Carlos Babington, René Houseman, Roque Avallay, Omar Larrosa. Para muchos, el fútbol total. Como entrenador, Menotti es el elegido de una AFA gremialista y metalúrgica (la UOM tenía un poder sindical tremendo). Cuando asume impone condiciones. Que los jugadores citados cumplan y que los clubes los dejen cumplir. Hasta entonces nadie tomaba en serio al seleccionado.
La decisión de Menotti es seguir. Fernández Moores nos cuenta sobre los orígenes de ese pibe que participaba de marchas de izquierda y fumaba y que, a la muerte de su padre, fue contenido por vecinos rosarinos. Luego nos contará sobre el Menotti jugador, repasará su irregular y corta carrera y nos llevará de nuevo al ’78. Habrá renglones para recordar que Diego Maradona fue desafectado antes del Mundial, que los militares lo dejaron seguir a pesar de sus ideas de izquierda y que en alguna ocasión se dio la mano con Videla y se dejó abrazar por Galtieri. Aún hoy sus críticos no le perdonan esos gestos.
Pero también se trata del DT que, ya célebre, asiste a un recital de Mercedes Sosa cuando ella y todos los que iban quedaban en la mira. O que refugia en su casa a un perseguido político. Menotti es también el libro en el que la gran mayoría de sus dirigidos lo recuerdan como un segundo padre; y como un primero en otros casos. Ex jugadores que le deben aprendizajes futbolísticos pero, sobre todo, humanos. Hay, entonces, un Menotti que tuvo que dirigir incluso con una campaña periodística en su contra, tal como le ocurriría a Carlos Bilardo después o, en menor medida, a Lionel Scaloni más acá en el tiempo.
La idea del libro surgió a partir de un pedido de la editorial Sudamericana tras una nota periodística de Fernández Moores en la que planteaba “cómo habrá estado la cabeza” del técnico “más politizado” durante el Mundial del ’78. “¿Cómo habrá sido ser campeón con Videla?”, se preguntaba. Esas dudas se convirtieron en este libro.
El lector encontrará datos poco conocidos y detallados. Como la admiración de Menotti por el fútbol alemán, cuando la lógica indicaría que sus elogios apuntaban a la Holanda de los ’70. Es el mismo Menotti que luego del título del ’78 y el del ’79 (el juvenil con Maradona a la cabeza) será atravesado por la Guerra de Malvinas en pleno Mundial de España. Y que al regresar, derrotado el equipo, encontró las trabas como para dejar el cargo en manos de Bilardo.
Es en el segundo capítulo donde Fernández Moores cuenta, entre anécdotas serias y otras que provocarán sonrisas, el enfrentamiento Menotti-Bilardo. Algunos testigos aportan sus recuerdos para enriquecer aún más la lectura.
El tercero es una aplanadora: el autor hace un recorrido rápido e intenso por el Seleccionado abandonado después del Mundial de Rusia, en 2018. Cuenta cómo aquel caos se transformó en el campeón de Qatar. Destaca, como corresponde, el papel de Menotti en el armado del cuerpo técnico liderado por Scaloni. Quien aporta detalles imprescindibles es nada menos que Chiqui Tapia, el presidente de la AFA entrevistado por el autor especialmente para este libro. También se recorre el perfil político de Menotti: desde su relación con Carlos Menem a Eduardo Duhalde o el matrimonio Kirchner. Alejandro, su hijo menor, hace aportes que enaltecen el trabajo de Fernández Moores.
No es, ni pretende serlo, el libro absoluto sobre Menotti. Es, y no significa poco, un libro imprescindible para entender por qué el fútbol es tan importante para los argentinos. En este contexto apunta a no olvidar que hubo un jugador, un técnico, pero sobre todo un ser humano, que hizo muchísimo para que así sea. En este libro, está una parte de su historia.