Daniel Zecca
Andrea Paz es la primera secretaria adjunta de los trabajadores municipales de Santa Fe y la primera secretaria general de Festram Reconquista. Dueña de un estilo directo, no duda en salir a explicar la importancia que la próxima reforma constitucional en la provincia no avance sobre derechos adquiridos de los trabajadores, como la negociación colectiva y la estabilidad laboral. «Estamos trabajando para que la gente entienda que, cuanta más variedad de constituyentes haya en la mesa, más posibilidades tendrá el pueblo de ser escuchado», le dijo a El Ciudadano, al tiempo que también advirtió sobre la necesidad de profundizar el debate sobre las autonomías municipales.
—En el texto de la reforma constitucional hay algún punto que ustedes vean como criticable o si tienen alguna objeción. ¿Cómo se manejan con este proceso de reforma?
—Nosotros, después de que se publicó la Ley de Necesidad y Urgencia en diciembre del año pasado, empezamos a preocuparnos. Al analizar el texto de la ley, que declaraba la necesidad y urgencia de la reforma constitucional, nos dimos cuenta de que no había una verdadera urgencia para hacerlo. La Constitución actual es amplia y está bien redactada, por lo que no vemos justificación para una reforma apresurada. Creemos que esto fue un acuerdo político entre los sectores de siempre para mantener su estatus quo. Por ejemplo, se busca la reelección del gobernador y la extensión del mandato de los presidentes comunales de 2 a 4 años. Aunque no estamos en desacuerdo con la ampliación del mandato de los presidentes comunales. Nos parece contradictorio que se justifique por el costo de las elecciones cada dos años, cuando no se habla de reducir otros gastos más significativos. Además, este proceso se hizo sin consultar al pueblo, sin debate público, lo que nos preocupa mucho. Tememos que, como ocurrió con la reforma previsional, los únicos perjudicados sean los trabajadores y el pueblo en general, que no está atento a lo que se va a llevar adelante con la reforma.
—¿Qué acciones están tomando para informar a la gente sobre la importancia de votar el 13 de abril y elegir a los constituyentes?
—Estamos trabajando para que la gente entienda que, cuanta más variedad de constituyentes haya en la mesa, más posibilidades tendrá el pueblo de ser escuchado. Queremos evitar que ocurra lo mismo que en la Legislatura actual, donde el oficialismo tiene mayoría en ambas cámaras y puede imponer su voluntad. Si logramos que haya una diversidad de voces en la Convención Constituyente, habrá más chances de que la nueva Constitución no sea tan perjudicial para el pueblo.
—¿Qué aspectos específicos de la reforma les preocupan más?
—Nos preocupa especialmente la autonomía municipal. Hablar de autonomía no tiene sentido si no se garantizan los recursos necesarios para que las comunas y municipios funcionen. Hoy, muchas dependen de la coparticipación nacional o provincial. ¿De qué autonomía municipal estamos hablando? ¿Cuáles serían los alcances? Además, tememos que se vulneren derechos laborales, como la negociación colectiva y la estabilidad. Creemos que el gobierno busca tener más control sobre los trabajadores, pudiendo contratar y despedir a discreción según los cambios políticos. Esto es grave, porque los trabajadores somos quienes garantizamos el funcionamiento del estado, no los políticos, que solo están por períodos limitados.
—¿Creen que la nueva Constitución podría ser peor que la actual en términos de derechos y garantías que la del 62?
—Sí, creemos que sí. Si los constituyentes son mayoritariamente del oficialismo, es probable que la nueva Constitución sea desfavorable para el pueblo, como ocurrió con la reforma previsional. En un contexto donde los gobiernos provincial y nacional priorizan ajustes económicos sobre el bienestar de la gente, no vemos que esta reforma vaya a beneficiar a los trabajadores ni a la comunidad. Por eso estamos en estado de alerta, organizando actividades y debates para concientizar a la gente antes de las elecciones.
—¿Qué derechos específicos creen que podrían ser vulnerados con esta reforma?
—En el sector municipal, creemos que vienen por la negociación colectiva y la estabilidad laboral. Quieren poder contratar y despedir trabajadores según los cambios políticos, lo que es inaceptable. Los trabajadores estamos en el estado por décadas, no por períodos cortos como los políticos. Además, tememos que se pierdan otros derechos que costaron mucha lucha, como los que garantiza la ley 9286, que incluye no solo derechos, sino también obligaciones.
—¿Están organizando algún plan de lucha o eventos para difundir estas preocupaciones?
—Sí, estamos organizando mesas de debate en toda la provincia. Hemos tenido reuniones con candidatos a constituyentes, como Claudia Balagué, Carlos Del Prade y Griselda Tessio, para plantearles nuestras demandas. También estamos coordinando con otros sectores, como Juan Monteverde, y tenemos planeadas reuniones con Marcelo Lewandowski y Silvina Frana. Estamos trabajando para que Matilde Bruera y Aldo Cassela también participen en debates en las próximas semanas en Reconquista. Queremos llegar a todos los rincones de la provincia con nuestra preocupación y nuestro trabajo, para que la gente sepa de qué se trata.
—¿Cómo está la situación actual de los trabajadores municipales en la provincia y en Reconquista?
—Los trabajadores municipales no escapan a la crisis económica que afecta a toda la provincia y al país. Nuestro piso salarial está más cerca del índice de indigencia que del de pobreza, lo que significa que, a pesar de trabajar las horas requeridas, no llegamos a fin de mes. Además, tenemos problemas con la obra social, que cada vez cubre menos medicamentos y servicios, y los coseguros son cada vez más caros. Esto representa una pérdida de salario adicional, sumado a la pérdida del poder adquisitivo. Aunque no somos los únicos afectados, nuestra ventaja es que no nos callamos y denunciamos estas situaciones públicamente. Creemos que no es que no haya recursos, sino que se distribuyen de manera inequitativa, tanto de la provincia hacia los municipios y comunas, como de los municipios y comunas hacia los trabajadores.
Nos preocupa que digan que los trabajadores municipales nos llevamos mucho presupuesto de cada localidad. Es bueno decir que los municipios no son empresas, por tanto no tienen que generar ganancias. Los intendentes y presidentes comunales tienen que administrar los recursos que ingresan a través de los ciudadanos y devolverlos en servicios. No tienen que generar ganancias. Ahí hay un error de concepto, y los políticos hacen alarde de esa situación, para justificar en nosotros, los empleados municipales, y no salir a explicar de cara a la sociedad que las obras las tiene que garantizar el gobierno provincial y el gobierno nacional, y que todo lo que tiene que ver con mejoras se hace a través de los aportes del ciudadano. No recortando y ajustando en los trabajadores. Que son quienes llevan adelante su gestión.