Es en forma escalonada, con cobro de parte del sueldo. Se trata de una renovación de un pacto similar ante la caída del consumo de acero de la industria y la construcción locales. Afecta a las cinco plantas. La decisión de Donald Trump complica indirectamente a la firma del grupo ArcelorMittal, pero de lleno a otras compañías como Aluar, Ternium y Tenaris
La empresa siderúrgica Acindar, controlada por el Grupo ArcelorMittal y con plantas en Rosario, Villa Constitución, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes, renovó un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) por el que puede suspender a 970 empleados de manera escalonada. La medida es una forma de reducir costos ante la caída de la demanda y la producción y frente a la reciente imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio, que incluye a la Argentina como explícitamente dijo el presidente Donald Trump.
El gremio señaló que los trabajadores que sean suspendidos recibirán el 80% de su salario en febrero, el 78% en marzo y el 75% desde abril hasta diciembre de 2025. No es el único achique: Acindar también consiguió 200 adhesiones a un plan de retiros voluntarios que inició a comienzos de año y busca desprenderse de otros 200 puestos indirectos mediante la renegociación de acuerdos con firmas contratistas.
El año pasado, la producción cayó un 50%
«Firmamos un acuerdo de suspensiones rotativas de los 1000 trabajadores porque la actividad y la economía no repuntan. En 2024 se produjeron 664 mil toneladas, sobre 1.200.000 que se necesitan«, explicó Pablo González, secretario General de la UOM Villa Constitución, sobre el callejón sin salida en el que se encuentra el gremio. Fuentes de la empresa explicaron que la fuerte caída es consecuencia de la baja del consumo de acero en la industria y la construcción locales durante el primer año de la gestión del presidente Javier Milei.
También hay un componente externo. Trump anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de todos los países, sin excepciones. Cuando le preguntaron por Argentina, en el momento de la puesta en escena de la firma de esa decisión, afirmó explícitamente que la incluía porque Estados Unidos, dijo, tiene balanza comercial negativa con el país que gobierna su seguidor ideológico Milei.
Acindar inició un nuevo y progresivo freno a la producción en su planta de Villa Constitución
Varias complicadas por la decisión del «aliado» Trump
La decisión no solo afecta a Acindar, sino también a otras empresas argentinas como Aluar, Ternium y Tenaris. En 2024, Aluar exportó aluminio a Estados Unidos por 515 millones de dólares, lo que representa el 40% de su producción. En ese período, las exportaciones de hierro y acero de Tenaris al mismo destino sumaron 112 millones de dólares. Desde la UOM advirtieron que si Aluar y Tenaris se ven afectadas por la imposición de aranceles «la industria en su conjunto se verá afectada, y por eso Acindar busca achicar costos en un contexto complicado».
Sin embargo, voceros de Acindar señalaron que «las posibles suspensiones pactadas con el sindicato no tienen relación directa con la imposición de aranceles de Trump porque la compañía no está exportando a Estados Unidos». Y buscaron restarle dramatismo a la decisión al señalar que lo que se hizo fue renovar un acuerdo que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre pasado. Con todo, admitieron que «es una herramienta que tiene la empresa para avanzar en caso de la que la demanda no repunte«.
Sin embargo, el achique de Acindar incluye a sus cinco plantas, aunque en forma dispar: paradas de producción, suspensiones y renegociación de condiciones con contratistas. El gremio, por su parte, accede a negociaciones para evitar el mal mayor: despidos masivos.
«Fue un buen acuerdo considerando el escenario, se toman seis días para el cálculo de la suspensión, no siete de la semana. Hemos avanzado mucho con lo que respecta al acuerdo de suspensión del año pasado», calificó González, de la UOM de Villa Constitución.