Una pequeña comunidad costera del condado de Los Ángeles, en el sur de California, experimentó durante el otoño boreal de 2024 una serie de deslizamientos de tierra que la aproximaron al océano Pacífico a un ritmo más acelerado que lo que se esperaba, según un estudio realizado por expertos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo al informe elaborado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés), dependiente de la agencia federal, la zona afectada por estos movimientos se encuentra ubicada en la península de Palos Verdes, en el condado de Los Ángeles, una región históricamente propensa a este tipo de fenómenos.
Si bien estos deslizamientos de tierra afectan a este lugar desde hace seis décadas con una estabilidad relativa, las imágenes de radares satelitales revelaron que entre el 18 de septiembre y el 17 de octubre de 2024 experimentaron una aceleración.
Durante esas cuatro semanas en las que el avión Gulfstream III sobrevoló el territorio para registrar los datos, la velocidad de los movimientos hacia el océano en esta zona residencial se incrementó y alcanzó un ritmo semanal de 10 centímetros en promedio.
Según explicó a ABC News Alexander Handwerger, uno de los científicos del JPL que realizaron el análisis, el movimiento “se expandió y aceleró” en ese período, incluso sobre “una región poblada que históricamente no se había movido”.
La NASA vinculó el incremento de la velocidad de los deslizamientos en la Península de Palos Verdes con sus condiciones climáticas. En este sentido, el estudio señaló que “el movimiento se aceleró y el área activa se expandió después de las lluvias récord en el sur de California en 2023 y las fuertes precipitaciones a principios de 2024″.
Handwerger aclaró también que la velocidad de los desplazamientos había mostrado recientemente una ligera desaceleración. Además, remarcó que en el sector propenso a estos movimientos de tierra prácticamente no se había construido ninguna infraestructura.
Según advirtió el especialista, esta nueva expansión de los deslizamientos podría afectar a zonas donde sí hay edificios que podrían verse comprometidos.
El estudio de la NASA explicó que algunas áreas de la península de Palos Verdes, que se adentra en el océano Pacífico, al sur de la ciudad de Los Ángeles, “forman parte de un antiguo complejo de deslizamientos de tierra y se han estado moviendo durante al menos las últimas seis décadas”.
Esta situación “afecta a cientos de edificios en comunidades locales”; y por ello, la región es objeto de monitoreos permanentes.
A raíz de esta persistente amenaza, la ciudad de Rancho Palos Verdes administra un sitio web en el que publica datos de monitoreo de actividad potencial en el lugar.
A su vez, en octubre de 2024, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Servicios de Emergencia de California (Cal OES, por sus siglas en inglés) implementaron un programa para asistir a los dueños de viviendas afectadas por este fenómeno.