Juan Pablo Sarkissian
Los juegos, en general, están asociados al entretenimiento. Existen de todas clases, incluso hay algunos por demás nocivos.
Con todo, podríamos establecer algunas categorías. La propuesta es posar la mirada sobre los juego de mesa y en particular en los rompecabezas.
En actualidad se consideran puzzle (rompecabezas en inglés) y rompecabezas como sinónimos, sin embargo existen diferencias.
En efecto, el puzzle-rompecabezas podemos considerarlos como un juego de mesa cuyo principal objetivo es formar una figura haciendo coincidir las piezas que dispones para ello.
Sin embargo, el concepto rompecabezas es más amplio ya que puede ser un problema o acertijo con una solución más compleja.
Es decir, tiene como principal objetivo plantear un reto de nivel intelectual usando para ello objetos y técnicas muy variadas.
Volvamos puzzle-rompecabezas. Este juego, sencillo a primera vista, combina una serie de factores que desarrollan la concentración, la memoria y la necesaria elaboración de una estrategia para poder cumplir con la tarea.
Cuál es el origen del Día Mundial del Rompecabezas
El 29 de enero se celebra el Día Mundial del Rompecabezas, una fecha que rinde homenaje a uno de los juegos más antiguos y versátiles de la humanidad.
Aunque su auge comercial llegó en las décadas de 1920 y 1930, el Día del Rompecabezas, también conocido como Puzzle Day, se oficializó recién en 2005, impulsado por fabricantes de juguetes de Estados Unidos.
Su práctica es asumida como un símbolo de creatividad, paciencia y aprendizaje, la cual combina entretenimiento y educación.
El primer rompecabezas
Su origen se remonta a 1766, cuando el cartógrafo londinense John Spilsbury, al recortar las fronteras de un mapa adherido a un panel de madera, creó por accidente el primer rompecabezas de la historia.
Con el correr de los años comenzó a ser utilizado como herramienta didáctica para enseñar geografía en escuelas británicas, aunque hay quienes aseguran que ese siempre fue el propósito de Spilsbury.
Sin embargo, recién en la década de 1820, comenzó a comercializarse la idea como juego.
Con todo, recién en el 1900 aparecieron los rompecabezas artísticos y se convirtieron en el entretenimiento favorito de la alta sociedad.
Estos pasatiempos estaban realizados a mano en madera y las piezas más que encajarse se colocaban unas junto a las otras. Se disponía de una imagen de referencia que sirviera de guía y el principal placer era ir descubriendo que obra de arte se escondía dentro de cada caja.
Las piezas figurativas, siluetas de animales, personas u objetos reconocibles generaron un gran asombro y fascinación entre los aficionados y los pomos permitía que las piezas encajasen las unas con las otras asegurando que no se desmontase con facilidad la obra creada.
Actualmente la tradición de los rompecabezas no se ha perdido, al contrario, encontramos una infinidad de estos juegos que provocan las delicias a los románticos y los más imaginativos.
Con la introducción del cartón para la fabricación de puzzles se descubrió que este entretenimiento llegaba a mucha más gente, la que no disponía de una economía tan elevada para comprar los de madera. Pronto los fabricantes vieron que fomentando los puzzles utilizando el cartón las ventas se multiplicaban de una forma radical.
Con el correr de los años ganó popularidad entre las personas de distintas edades.
Salud mental y rompecabezas
Los rompecabezas son mucho más que un pasatiempo. Desde el desarrollo infantil hasta el bienestar mental en adultos, armar piezas estimula habilidades claves como la motricidad fina, la memoria visual, la concentración y la resolución de problemas.
En efecto, estos juegos son excelentes para fomentar y mejorar la memoria a corto plazo, fortalecen las conexiones entre nuestras células cerebrales y forman otras nuevas.
Este proceso se realiza al usar la memoria en el proceso de completar un rompecabezas, memorizando formas, tamaños y piezas y visualizando dónde encajan las piezas.
Distintas investigación científicas demostraron el crecimiento y conformación de nuevas conexiones cerebrales y minimizar el daño cerebral en pacientes con Alzheimer.