Cuando se votó por la idea de que iban a ser millonarios en dólares los laburantes de a pie, se sabía que nunca iba a suceder, pero sin embargo, sabíamos que en la Argentina Libertaria solo el Mercado regula el precio, por eso «ajo y agua».
En diciembre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,9 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $ 3,9 por cada $ 1 que recibió el productor.
Se puede hablar de una «estafa electoral»?
Decididamente no. Sólo se les vendió espejos de colores a los nativos descerebrados, incultos, ignorantes, desclasados y odiadores seriales, que aún siguen esperando volverse millonarios aún sin empleo, sin presente y sin dignidad. No tiene la culpa el chancho… es simple la ecuación.