Cada vez que está él, Argentina se ilusiona. Por sus exhibiciones, pero sobre todo por un bicampeonato que lo ubicó como uno de los mejores argentinos de la historia, Kevin Benavides (KTM) se ganó el derecho a ser el máximo referente albiceleste en cada Dakar. Desafortunadamente, el salteño no está teniendo un buen rally y poco tiene que ver con su capacidad: recuperado de un durísimo accidente que sigue aquejándolo, no tiene más remedio que regular para llegar hasta el último día de competencia. Por eso, por el animal competitivo que lleva dentro, admitió que llegó a pensar en abandonar.
«Creo que Max se va a quedar guardadito. Por momentos puede llegar a salir, pero creo que la lesión de brazo es muy complicada y estoy haciendo más de lo que debería. Si quiero terminar cada día, a Max lo tenemos que tener guardado», dijo Benavides refiriéndose al alter ego que toma las riendas de la moto y la exprime al mango. Las secuelas del golpazo que sufrió en mayo, por el que se fracturó el húmero, codo y tuvo más complicaciones, impiden que se desenvuelva con normalidad.
Kevin Benavides viene de una larga recuperación. (Prensa)
«Si hago algo muy fuerte me puedo dañar el brazo. Para mí, llevar este ritmo no es fácil psicológicamente porque no es al que estoy acostumbrado. No es nada bonito que te pasen y no los puedas pasar», se lamentó el motociclista de 35 años al hablar con Campeones y demás medios nacionales. En ese sentido, uno de ellos le consultó si en algún momento pensó en decir «hasta acá llegué, me vuelvo» y Kevin reconoció: «Sí, la verdad que sí».
El objetivo de Kevin Benavides en lo que resta del Dakar 2025
Tras haber finalizado 29° en la etapa de 48 horas, la más compleja de todo el Dakar, y haber quedado 27° en la general (muy lejos de su hermano, Luciano, quien marcha 6° y es candidato al Touareg), el mayor de los Benavides marcó cuál será la meta en Arabia Saudita: «El objetivo es terminar cada día, ir avanzando y ojalá poder llegar hasta el final, para lo que estoy poniendo todo de mi parte. El objetivo es llegar, lo tomo así, y tratar de divertirme aunque vaya puteando mucho».
Otra vez, Kevin y Luciano Benavides están corriendo codo con codo. (MARCELO CARROLL)
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