La Justicia imputó a una organización compuesta por dos reclusos de la Unidad Penitenciaria 16 de Pérez y sus respectivas parejas. Después, en la mayoría de los casos llamaban por teléfono presentándose como los padres de supuestas adolescentes con las que las víctimas se habían relacionado para exigirles dinero a cambio de mantener la reserva de los hechos
Dos reclusos en la Unidad Penitenciaria 16 de Pérez y sus respectivas parejas fueron imputados el martes último como integrantes de una organización dedicada a extorsiones telefónicas perpetradas entre marzo de 2022 y octubre de 2023. Hay pruebas de al menos tres hechos consumados y otros tantos fallidos por la resistencia de las víctimas a acceder a los reclamos. La modalidad, en la mayoría de los casos, consistía en entablar contacto por redes sociales bajo falsos perfiles de mujeres en busca de compañía para, una vez logrado el intercambio de mensajes e imágenes, exigir dinero para no divulgar fotos íntimas o, incluso, denunciar supuestas relaciones con menores.
Los acusados están identificados como J.S, D.O, J.G y J.D.F. A ellos se les adjudica ser coautores de los delitos de extorsión en grado consumado (tres hechos) y extorsión en grado de tentativa (tres hechos) más el de asociación ilícita.
El juez de primera instancia Gonzalo Fernández Bussy tuvo por formalizada la audiencia imputativa y le dictó a todos los imputados la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. También ordenó para los reclusos la suspensión temporal del régimen de visitas a excepción de las familiares y la suspensión provisoria del régimen de las medidas privativas de la libertad dentro de las causas en las que se encuentren cumpliendo pena, más la prohibición de comunicarse o contactarse entre los coimputados por seis meses.
El Fiscal Ramiro González Raggio les atribuyó a los cuatro ser parte de una asociación que desde el 24 de marzo 2022 hasta aproximadamente octubre de 2023 tenía como objetivo cometer delitos de extorsiones telefónicas de manera organizada. Los mismos, de acuerdo a la acusación, consistían en entablar conversaciones a través de redes sociales, en especial Facebook, asumiendo el perfil falso de mujeres que intercambiaban fotos privadas. Luego contactaban de manera telefónica a esos contertulios para exigirles dinero a cambio de no compartir con sus familiares las charlas o imágenes e incluso hacerse pasar por los padres de las mujeres aseverando que se trataba de menores y que si no mediaba un pago denunciarían la situación en la Justicia. Pedían, a cambio del silencio, transferir una suma de dinero a modo de garantía de «impunidad» o como resarcimiento de daños.
Según la Fiscalía, el mecanismo se caracterizaba por la asunción de roles intercambiables entre los cuatro imputados que van desde la planificación, la ejecución, el suministro de logística a través de la provisión de dispositivos de comunicación y la extracción del monto de la extorsión. Después, se dividían los botines.
El fiscal expuso varios hechos. En el primero, fechado el 24 de marzo de 2022 a las 18.15, los imputados se comunicaron con la victima a través de dos lineas de teléfono acusándolo de asegurándole que colaboraban con el líder de una organización criminal. Después le enviaron mensajes extorsivos manifestándoles que debería abonar una suma de dinero. El blanco del engaño realizó dos transferencias a un CBU cuya titular era la pareja de uno de los reclusos.
El 16 de mayo de 2022, alrededor de las 18.55, uno de los integrantes de la banda simuló ser el padre de una menor de edad con la que la victima, le dijeron, se había relacionado. Lo amenazaron con exponer conversaciones privadas y le exigieron pagar 450.000 pesos a cambio de no realizar la denuncia. La víctima cortó la comunicación, pero los imputados continuaron hasta las 21,33 con llamadas y mensajes amenazantes también vía whatsapp. La persona no accedió y de inmediato hizo la denuncia.
El 17 de diciembre de 2022, desde las 12.15, se comunicaron por whatsapp asumiendo el papel de padre de una mujer menor con la que, le dijeron al blanco de la maniobra, había mantenido conversaciones que publicarían si no pagaba. En ese caso, el hombre rechazó las exigencias y efectuó la denuncia.
Un mecanismo similar, aunque esta vez con el adicional de intercambio de fotografías íntimas a través de Facebook, perpetraron el 7 de noviembre de 2022. Esa vez, la víctima transfirió 10.000 pesos como reaseguro de silencio.
El 3 de marzo de 2023, otra vez se hicieron pasar por el progenitor de una supuesta menor de edad con la que el damnificado había mantenido una conversación en Facebook. A él le dijeron que debía abonar las cuotas del teléfono de la menor a cambio de no divulgar su identidad en redes sociales. Y luego exigiéndole que transfiera 40.000 pesos, a lo que se negó.
El 20 de mayo de 2023, llamaron a otra persona presentándose como el padre una menor con la que habría mantenido conversaciones en Facebook, agregaron que había encontrado conversaciones y que a cambio de no difundirlas debía pagar el arreglo de un teléfono celular.