Edgardo Kueider, el senador entrerriano que asumió por las listas de Unión por la Patria (UxP) está detenido en Paraguay por haber sido encontrado con 200.000 dólares sin declarar. ¿De dónde vino esa plata? No se sabe. Lo que sí está claro es que Kueider fue uno de los legisladores peronistas que se puso la peluca y colaboró con el gobierno de Javier Milei, aprobando iniciativas clave como la Ley de Bases. El caso es similar al de los bolsos de López: pero es probable que parte de esa plata haya venido del Gobierno que compró voluntades políticas de los sectores opositores para llevar adelante su agenda de entrega y destrucción de derechos.
Éste viernes, el bloque de senadores del kirchnerismo le solicitó a la vicepresidenta Victoria Villarruel una sesión especial para tratar la remoción de Kueider. Así, podrían proponer que asuma otro legislador de UxP que podría ser Stefanía Cora, integrante de La Cámpora. De otra manera, la banca quedaría licenciada. Con la detención de Kueider, el gobierno de La Libertad Avanza pierde un socio senador para las iniciativas que busca tratar en el Congreso. Pero si se habilita el enroque que busca el kirchnerismo, pasaría de uno menos a uno más en contra.
En las últimas semanas, emergió el entramado de negociaciones entre Cristina Fernández de Kirchner y el presidente Javier Milei. Más allá de las retóricas encendidas que los muestran en veredas enfrentadas, las roscas tras bambalinas en el Congreso los encuentran más cerca que nunca. El Gobierno tiene de su lado al llamado lawfare, además de la tentativa de presentación de una ficha limpia, que impedirían que CFK pudiera postularse a cualquier cargo. Estas tensiones toman forma de negociación en asuntos como: la posible elección del corrupto juez Lijo a la Corte Suprema de Justicia, y una agenda que ataca al régimen democrático como lo conocemos hoy.
Estos movimientos ponen dudas de cuál será la posición del kirchnerismo frente al intento de privatizar las elecciones por parte del gobierno de la ultra-derecha. Imponer que el financiamiento de las campañas electorales ya no sea público empuja a una transformación del régimen democrático, donde para poder participar de las elecciones será necesario estar atado a algún patrocinador privado y, con eso, a responder más directamente a los intereses de las corporaciones que ponen la plata. Por su parte, CFK volvió a plantear, en estos días, que su ideal de régimen democrático es que la votación se haga cada cuatro años, limitando así la participación de las grandes mayorías a través del voto popular.
De avanzar con esta agenda antidemocrática, el Frente de Izquierda Unidad sería la fuerza política más perjudicada: pues es la única que se mantiene totalmente independiente de las empresas. Por otro lado, frente al caso Kueider, la Izquierda es el único espacio que, en vez de especular sobre el destino de esa banca, viene planteando la anulación de la Ley de Bases. ¿Qué más pruebas de que esta ley se aprobó con la compra de votos? Como ya se había demostrado con el ofrecimiento de un cargo diplomático en París a Lucila Crexell.
De llevarse adelante la sesión especial, podría ser el jueves de la próxima semana. Sin cambios, el cargo de Kueider podría quedar bajo licencia y el destino de la banca se debatiría recién en marzo 2025, en la comisión de Asuntos Constitucionales que -paradójicamente- todavía preside el senador, por gestión de Villarruel.