Montevideo se convirtió en el epicentro de un hito para las relaciones internacionales entre América Latina y Europa. Este jueves, en la antesala de la cumbre de presidentes del Mercosur, los cancilleres del bloque reafirmaron su respaldo al acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE). Según declaraciones del ministro de Industria y Energía de Uruguay, Omar Paganini, se espera que el viernes se finalice el proceso de negociación.
La jornada estuvo marcada por reuniones intensas entre los representantes de los países miembros del Mercosur y de la UE. El cierre del texto del acuerdo, alcanzado tras años de negociaciones, representa un avance significativo en comparación con el pacto preliminar firmado en 2019, que no llegó a implementarse.
En esta ocasión, la resistencia de Francia, tradicional opositora por preocupaciones sobre la competencia para sus agricultores, parece haber perdido fuerza debido a la falta de mayoría para bloquear el tratado.
Acuerdo Mercosur-Unión Europea: la presencia de Ursula Von der Leyen, un gesto político clave
La llegada sorpresiva de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a Montevideo, fue interpretada como un gesto de apoyo al acuerdo. Paganini indicó que todos los países del Mercosur manifestaron su aprobación respecto al texto y que los líderes de ambas regiones se reunirían este viernes para confirmar el contenido final del acuerdo.
Aunque Paganini evitó detallar los puntos aún pendientes, enfatizó que los debates se centran en aspectos técnicos que deberán resolverse antes de la firma.
Acuerdo Mercosur-Unión Europea: la postura de Argentina
En representación de Argentina, el canciller Gerardo Werthein ha jugado un rol destacado en las negociaciones, acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Werthein, con experiencia en diplomacia y política, busca equilibrar los intereses del país dentro del bloque. Argentina ha expresado su apoyo al acuerdo Mercosur-UE, pero también insistió en eliminar la cláusula que obliga a los miembros del bloque a negociar acuerdos con terceros países de manera conjunta. Esta demanda, compartida por Uruguay, busca habilitar la posibilidad de acuerdos bilaterales más flexibles.
El presidente argentino, Javier Milei, participará este viernes en su primer encuentro presencial del Mercosur desde su asunción, tras haber estado ausente en la cumbre de julio. En Montevideo, Milei asumirá la presidencia protémpore del Mercosur, responsabilidad que recae en Argentina por los próximos seis meses.
El mandatario argentino, conocido por su discurso crítico hacia los bloques regionales y su énfasis en acuerdos bilaterales, también manifestó interés en firmar tratados de libre comercio con Estados Unidos y avanzar en la adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Para ello, deberá alinearse con compromisos internacionales relacionados con medioambiente, derechos humanos y equidad de género, contenidos en la Agenda 2030.
La relación tensa entre Milei y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, agrega una dimensión política al evento. Aunque no hay reuniones bilaterales confirmadas entre ambos mandatarios, sus discursos en la cumbre podrían dar indicios sobre el futuro del bloque.
Desafíos para el Mercosur
Uno de los puntos más controvertidos es la cláusula del Mercosur que exige que los acuerdos con terceros países sean negociados en bloque. Esta disposición, vigente desde el año 2000, ha sido objeto de cuestionamientos por parte de Uruguay y, más recientemente, de Argentina, que buscan mayor autonomía para establecer tratados bilaterales. Algunos analistas consideran que flexibilizar esta norma podría debilitar la unión aduanera, que ya enfrenta desafíos estructurales.
Luis Caputo, ministro de Economía argentino, destacó en una reunión con sus pares que flexibilizar la firma de acuerdos bilaterales es fundamental para atraer inversiones y combatir la inflación. Esta postura busca un equilibrio entre las necesidades económicas nacionales y los compromisos regionales.
La perspectiva europea
Von der Leyen, por su parte, enfatizó la magnitud del acuerdo en términos económicos. En un mensaje publicado en redes sociales, calificó el pacto como una oportunidad para crear un mercado de 700 millones de personas, lo que convertiría a esta alianza en la mayor asociación comercial y de inversión a nivel global.
El papel de Francia sigue siendo una incógnita. Antes de viajar a Uruguay, Von der Leyen mantuvo conversaciones con el presidente Emmanuel Macron, quien ha expresado reticencias en el pasado, pero no ha tomado medidas concretas para bloquear el avance actual.
Ursula Von der Leyen enfatizó la magnitud del acuerdo en términos económicos
Próximos pasos
El viernes será clave para definir el futuro del acuerdo Mercosur-UE. Los líderes de ambos bloques, incluidos Milei, Lula, Lacalle Pou y Santiago Peña, tendrán la oportunidad de ratificar el texto acordado por sus equipos técnicos. Sin embargo, la implementación final dependerá de la aprobación en los respectivos parlamentos.
El Mercosur, que celebra este paso como un avance histórico, enfrenta el desafío de mantener la cohesión interna mientras busca adaptarse a un contexto global en constante cambio. La firma del acuerdo podría marcar un nuevo capítulo en la relación entre América Latina y Europa, pero también plantea interrogantes sobre el futuro de la integración regional.