Con los 2000 millones de dólares liquidados en noviembre por exportaciones de granos y oleaginosas, el sector alcanzó un ingreso de divisas por 23.124,6 millones de dólares en once meses de este año. La noticia, informada por la Cámara de Industriales Aceiteros y Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), se conoció este lunes, en la misma jornada en la que el dólar marginal o paralelo (blue) arrancaba diciembre con una nueva baja, que con 1100 pesos para la venta lo ubica en su menor valor desde el 16 de mayo a la fecha y 26,66 por ciento por debajo del máximo alcanzado el 12 de julio pasado, en 1500 pesos.
Los beneficios de la política oficial hacia los capitales financieros está dando sus frutos en los mercados de corto plazo, de espaldas a una situación de colapso industrial y caída en el consumo que está prolongando la recesión en la economía real. Pero estas dos realidades en espejo parecen seguir consolidándose, al menos, en las perspectivas para este verano: estabilidad financiera y cambiaria, en paralelo al crac productivo.
La remontada de la liquidaciones de exportaciones a partir de julio, revirtiendo un flojo primer semestre, tuvo que ver con un cambio de actitud de los mayores operadores en el mercado agrícola (grandes productores y comercializadores) que ensayaron una prolongada retención de granos a la espera de una devaluación del dólar oficial que no se dio.
La pulseada fue ganada por el gobierno, que con su política alimentó a lo largo de este año las enormes ganancias especulativas del carry trade, es decir apostar a pasar los activos de dólares a pesos, jugar a las altas tasas de rendimientos de los instrumentos financieros en moneda local, y luego volver a un dólar planchado por la tablita cambiaria de Milei. Con lo cual, convirtieron en dólares las altas tasas de ganancias obtenidas en pesos (descontando apenas unos puntos de la diferencia cambiaria).
Quienes especularon, en cambio, con la retención de granos –específicamente, soja– no sólo pagaron el costo de oportunidad de no haber aprovechado el diferencial de tasas –rendimiento de pesos contra devaluación–, sino que además terminaron liquidando meses después con una cotización de los granos más baja.
Durante el mes de noviembre las empresas del sector exportador de cereales y oleaginosas liquidaron la suma de U$S 1.999 millones de dólares; es el doble de lo liquidado en noviembre del año pasado, y si se comparan los primeros once meses de este año (23.125 millones de dólares) con el año previo, la suba es del 25 por ciento.
Es menos de lo que se esperaba recuperar en relación a un año fuertemente golpeado por la sequía como fue la temporada 2022/2023. Pero lo que falló no fue la cosecha sino los precios, que sufrieron una fuerte baja en relación a las cotizaciones internacionales vigentes a inicios del año pasado.
El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, sigue siendo por amplia distancia el principal aportante de divisas provenientes de la exportación, de la cual representan el 50,1 por ciento. Los principales productos de exportación del país son la harina de soja (12% del total), el maíz (11%) y el aceite de soja (7%).
En cuanto al mercado cambiario local, lo destacado de la jornada fue que que el dólar blue arrancó diciembre exhibiendo una nueva baja, ubicándose en $1.080 para la compra y $1.100 para la venta, generando que la brecha con el mayorista perfore el 10% y alcance el menor nivel en un largo tiempo. La cotización paralela cayó 20 pesos con respecto al cierre del viernes pasado, acompañando el acomodamiento a valores por debajo de los 1100 pesos de los dólares financieros.
El Contado con Liquidación (CCL) cayó al mínimo en siete meses al bajar hasta $1.097, mientras que el dólar MEP cerró a $1.070.
Por su parte, el dólar oficial, sin impuestos, cerró a $982,91 para la compra y a $1.041,73 para la venta. En el Banco Nación, el billete se ofreció a $992 para la compra y a $1.032 para la venta.
En el comienzo del último mes del año, el Banco Central (BCRA) vendió dólares por segunda jornada consecutiva, con un resultado negativo neto de US$52 millones, que se sumaron a los US$171 millones vendidos el viernes. Mientras tanto, las reservas brutas internacionales se recuperaron parcialmente al alcanzar los US$31.324 millones.