Claudio Echeverri tiene una pequeña lesión muscular y tendrá como mínimo una semana más de recuperación, por lo que se perderá el partido contra Estudiantes el viernes a la noche en La Plata. El Diablo sufrió esa dolencia el jueves en la caída ante Independiente Rivadavia de Mendoza y el cuerpo técnico y médico de River apunta a que pueda estar disponible para el clásico con San Lorenzo el miércoles 4 de diciembre o, en su defecto, el fin de semana siguiente frente a Rosario Central.
De esta manera, los cálculos son optimistas para que el juvenil de 18 años pueda despedirse de River en la cancha antes de partir al Manchester City, club que lo compró a finales del año pasado y lo dejó a préstamo en el equipo de Núñez. Puede que le queden dos o, en el mejor de los casos tres partidos con la banda roja.
Foto MARCELO CARROLL – CLARINDe todos modos, la sensación que quedará en el planeta riverplatense es que pudieron disfrutarlo muy poco a Echeverri. Había mucha expectativa y esperanza en lo que pudiera dar este chaqueño nacido el 2 de enero de 2006 a quien venían esperando desde 2017 cuando tenía 11 años y se viralizaron los videos de sus magníficos goles a clubes europeos en un torneo de fútbol infantil en Venezia.
Sin embargo, entre la poca continuidad que tuvo desde que debutó en Primera el 22 de junio del año pasado, la rápida y sorpresiva transferencia al City de Pep Guardiola, y los altibajos que tuvo en su juego, a los hinchas les quedará un sabor agrio.
Al repasar las estadísticas, se observa que Echeverri jugó 46 partidos en un año y medio. Y totalizó 2.423 minutos. Es decir, que en promedio disputó 53 minutos por encuentro, lo que equivale a un tiempo y ocho minutos del complemento. Hizo 4 goles y dio 7 asistencias.
De esos 46 encuentros, 29 los jugó con Martín Demichelis y 17 con Marcelo Gallardo. De los 29 que disputó con Micho, fue titular en 19 y solo en 3 estuvo los 90 minutos ya que salió en 16. E ingresó desde el banco de suplentes en 10. Tuvo 1.566 minutos, lo que le dio un promedio de 54’ por partido. Convirtió 3 tantos y aportó 5 pases-gol.
Con el Muñeco, en tanto, de los 17 encuentros que disputó, en 11 fue titular y en uno solo completó los 90 minutos, que fue el jueves pasado en Mendoza ante Independiente Rivadavia. Y entró desde el banco en seis juegos. En total tuvo 857 minutos y el promedio fue de 50 minutos por encuentro. Muy poco para lo que se esperaba.
Echeverri y Mastantuono, las dos últimas apariciones de River. Foto MARCELO CARROLL – CLARIN En síntesis, la presencia de Echeverri en cancha fue casi la misma con ambos técnicos que tuvo en River. Con Demichelis jugó apenas 4 minutos más, pero Micho lo tuvo más tiempo (13 meses desde el debut) en su órbita que Gallardo, que lo dirigió solo casi 4 meses.
Las convocatorias a los seleccionados juveniles y la gran cantidad de entrenamientos que tuvo en el predio de AFA entre la Sub-17, la Sub-20 y la Sub-23 también le quitaron tiempo de prácticas en River, más allá de la importancia para el jugador y club de que esté en la Selección.
Incluso hasta se perdió una pretemporada, algo vital para el físico del juvenil, cuando Javier Mascherano lo llamó de apuro para sumarse al Preolímpico para París 2024 y tuvo que irse en medio de los trabajos con River en Estados Unidos el último verano.
El escaso desarrollo físico atentó quizás contra el talento de Echeverri, a quien todavía, tal como manifestó Gallardo en una conferencia de prensa, le falta culminar el proceso de maduración. Los problemas de alimentación que tuvo en su infancia, en el seno de una familia muy humilde de Chaco, también hicieron su mella. Y en el medio de su etapa en Inferiores sufrió una lesión complicada en su espalda, de la cual, afortunadamente pudo recuperarse bien.
«Algunos jugadores están para dar el salto a Europa y otros no. Claudio es un chico muy joven, le falta acentuarse en el fútbol argentino, le falta terminar de desarrollar su físico y después tiene todas las cualidades técnicas para ser un gran futbolista», comentó Gallardo hace unas semanas. Y al respecto, agregó: «Ojalá lo hubiera podido tener un año más y que se fuera en mejores condiciones. A veces las etapas se queman rápido y no dependen de uno, esta decisión ya estaba tomada por diferentes motivos. Claudio tendrá que seguir aprendiendo y desarrollándose en otro lugar».
Foto: ALEJANDRO PAGNI / AFPEl salto que Echeverri había dado de la Sexta División a la Reserva había hecho ilusionar aún más a todos en River. Sin embargo, en el paso a la Primera División hubo más espinas que rosas. Y si bien tuvo buenas actuaciones, sobre todo entre fin de 2023 y los meses iniciales de 2024, nunca llegó a corporizarse en la joya que asomaba.
Tal vez, la rápida venta al exterior, el revuelo que se armó por sus espontáneas e ingenuas declaraciones tras la final con Rosario Central por el Trofeo de Campeones en Santiago del Estero el 22 de diciembre de 2023, cuando anunció que le quedaba solo un año en River, y el poco tacto de su representante para ayudarlo a manejar la situación también hayan repercutido negativamente.
Más allá de la fugaz venta, el chico se quedó todo el año a préstamo y le deja un importante ingreso (de casi 25 millones de euros) a las arcas del club. Su carrera seguirá en Manchester City o en otro equipo europeo si deciden prestarlo nuevamente. Ahora, igualmente, el Diablito solo piensa en recuperarse rápidamente para despedirse de River en la cancha.