Unas horas después de que se anunciara el acuerdo entre Aerolíneas Argentinas y gremios, cada uno de los sindicalistas volvió a su gremio a informar los términos del acuerdo. “Hemos logrado un ajuste de 40% de la masa salarial, 20 oficial y 40 dibujado en otros items, sin hablar de convenio. Firmamos una minuta en la que dice que nos comprometemos a escuchar lo que dice la empresa, creo que podemos decir que es una victoria. Ni siquiera se menciona un punto de convenio; firmamos una minuta que se está dispuesto a escuchar. Ganamos tiempo”, empezó su explicación Juan Pablo Brey, el líder de los aeonavegantes (AAA).
Le pasó la posta a Andrés Junor, secretario gremial de la organización, uno de los sintetizó mejor el sentimiento de los empleados. “Le dimos un castañazo al León; lo tiramos 15 metros para atrás, pero sabemos que va a volver”, dijo el dirigente. Antes, a su lado, Brey lo había dejado claro. “Sigamos unidos, estemos informados que esta pelea recién empieza, nos quedan tres años de [presidencia de Javier] Milei por delante. El objetivo lo tienen y es ideológico porque no creen en la función del Estado”, sostuvo el dirigente sindical en la sede de la organización, cerca del Congreso, según lo que reconstruyó LA NACION.
Los gremios estaban exultantes sobre el fin de semana. Sabían que las discusiones de fondo, sobre temas concretos de convenio, habían quedado postergadas para después de la temporada alta, allá por marzo abril. Habían concedido poco y embolsado un aumento de bolsillo muy por encima de lo que el Gobierno anunció. Un 40%, redondearon en los sindicatos. “Le hemos pegado un castañazo al León”, resonaba.
Mientras los gremios informaban a sus afiliados, Milei también hablaba del tema. “Es una empresa que desde que se nacionalizó le ha costado a los argentinos 8000 millones de dólares de subsidios, es decir 700 millones de dólares por año y casi dos millones por día. Alguien lo tiene que pagar. Esto quiere decir que usted beneficia al 2% más rico de la población que son los que viajan y lo paga el 98% restante, en un país que tienen dos tercios de los chicos pobres. Si esto está pasando esto y va ese dinero, ¿Tiene una empresa con precios más bajos?; no. ¿Tiene una empresa con mejor servicio que el resto?; no. ¿Dónde está ese dinero? La contracara de esto son los privilegios que tienen los trabajadores”, dijo el presidente en una entrevista radial con Cristina Perez, apenas horas después de conocido el arreglo
Del otro lado del mostrador, en Aerolíneas Argentinas, la lectura era la contraria. “La recomposición salarial fue razonable y se empezaron a hablar de cosas que antes era imposible ponerlas en la mesa”, dijo una fuente de la empresa. Se refería a algunos puntos controvertidos. Por caso, el sistema de remises que pasan a buscar a diario a los pasajeros y los llevan a su casa después de la jornada. “Con el cambio al sistema de viáticos estimamos ahorro de entre dos y tres millones de dólares por año”, dijo la fuente. Se refiere a la discusión que se dará el año próximo cuando, según lo que pretende la empresa, a cambio del auto en la puerta habrá un dinero diario y que cada cual llegue por la suya. Mientras en la empresa lo ven como un ahorro, los gremios ríen. Consideran que con un sistema de pool los empleados podrán hacer una importante diferencia monetaria. Pero eso será en marzo.
Hubo, sí, algunas concesiones de los gremios. Por caso, la jornada laboral que antes se calculaba desde que el auto de alquiler pasaba por el piloto y ahora será desde que toma el servicio. “Por el cambio de fichaje al momento de ingresar al aeropuerto, la suma de horas recuperadas nos da un ahorro de dos millones de dólares al año”, argumentaron en Aerolíneas. En la empresa dicen que este tipo de negociaciones son inéditas. y que el año próximo año se decidiría qué pasará con las formaciones ya que habrá que volar más o achicar le plantel. Ese momento es el que los gremios dicen que “el León volverá”. Y para eso se preparan, para la lucha que consideran que recién empieza.
En otro de los puntos, se quitó uno de los dos asientos de clase ejecutiva, que en los viajes internacionales tenían asignados los pilotos para el descanso. “Con la eliminación del asiento confirmado recuperamos un potencial de ventas de aproximadamente cinco millones de dólares al año”, dicen en la compañía.
Hay más. Aerolíneas logró que se levanten algunas restricciones para poder programar las tripulaciones en diferentes flotas ya que, hasta ahora, cada una de ellas lo hacía en un tipo de avión. “Recuperamos entre un 3 y un 5% de horas de vuelo mensuales que se pueden volcar a la oferta. Todas esas cosas juntas generan una enorme mejora en los números de la empresa”, sostienen en la aerolínea.
Pero el punto, sin duda, estuvo puesto en la mejora del bolsillo. De hecho, cuando se empezaron a sacar las cuentas finas de los números del acuerdo, en los ministerios de Economía y Desregulación y Transformación del Estado, comandados por Luis Caputo y por Federico Sturzenegger, respectivamente, no quedaron conformes con la firma. Sucede que, como dijo un viejo negociador de la línea aérea, en esta época siempre se arreglan las cosas.
Sucede que los gremios, pero especialmente los que vuelan, cobran más cuando están en el aire. Además del sueldo, los empleados tienen un componente no remunerativo diario que se llama “bandeja diaria”, una suerte de viáticos mediante el que pagan, después de este arreglo, 50.000 pesos diarios, mientras que durante los días que están en el simulador, llamado “semana loca” en la jerga, el monto llega a 45.000 pesos.
Como se dijo, ese monto no es remunerativo. Pero estos días de negociación se acordó que el aguinaldo se pague sobre los montos remunerativos y los que no lo son. Es decir, a todos les conviene volar para consolidar el mejor mes del año para el cálculo del sueldo número 13 anual. Además, se acordó que el sueldo número 14 por año que también cobran, el cuarto, como le dicen ya que se cobra cada tres meses, también sea calculado como parte del sueldo a la hora de calcular el aguinaldo.
Justamente a esos puntos son a los que se refieren los pilotos cuando dicen que el acuerdo es por muchos más puntos que los que comunica la empresa. Nada quedó sellado, apenas un acuerdo que conviene a la empresa, para mantener su operación en la temporada alta. Y varios gremios, que pospusieron las discusiones de fondo y mientras tanto se aseguran que mientras más vuelen, más cobran. A veces, los leones retroceden, pero no siempre significa que hayan se consideren vencidos.
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