La condena que dictó la Cámara de Casación Penal contra la ex presidenta Cristina Kirchner no le impide ser candidata en las elecciones legislativas de 2025, aunque la situación fue el tiro de largada para una carrera que se corre en el Congreso con el proyecto de «Ficha limpia», que sí podría dejarla fuera de competencia incluso antes de que la Corte Suprema dé el veredicto final.
En el marco de la causa «Vialidad» sobre presunta corrupción en el reparto de obra pública, Casación confirmó la condena que dictó en 2023 el Tribunal Oral Federal 2 contra Cristina Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, pero la ex vice de Alberto Fernández no irá presa y todavía puede ser candidata si quisiera.
Mientras que la prisión no será efectiva por su edad (cumplirá 72 años en febrero), la inhabilitación tampoco se ejecutará porque la condena no estará firme hasta que se expida la Corte, que es la última instancia de apelación pero no tiene plazo para pronunciarse. Por esa razón, el proyecto de ley «Ficha limpia» que el PRO quiere aprobar en Diputados la semana próxima se convirtió en una pieza clave.
Esa iniciativa establece la prohibición para las personas con una condena en segunda instancia de ser candidatas a cualquier cargo público y esa es exactamente la situación procesal en la que está Cristina Kirchner hoy, a un año de las elecciones. Con el apoyo de La Libertad Avanza y buena parte de la UCR, es posible que la Cámara de Diputados le dé media sanción y pase al Senado.
Es decir que la posibilidad de que la flamante presidenta del PJ nacional se presente como candidata en las legislativas hoy depende mucho más del Congreso que de la Corte Suprema y el kirchnerismo, que ya interpreta el proyecto como una forma más de «proscripción» sobre su líder, buscará frenar el proyecto en el Senado, donde tiene más fuerza.
Por qué la posible candidatura de Cristina Kirchner depende más del Congreso
La iniciativa de «Ficha limpia» es impulsada hace tiempo por el PRO. Sin embargo, este año sufrió demoras en la Cámara baja muy curiosas. Fuentes de ese espacio deslizaron a iProfesional que veían «poco interés» por parte del gobierno de Javier Milei en avanzar con el tema. Sin embargo, eso cambió el último martes.
Los diputados conducidos por Cristian Ritondo aprovecharon la desesperación del Gobierno por frenar la sesión convocada por los bloques opositores para rechazar el DNU sobre canje de deuda. Ayudaron una vez más a los libertarios en el recinto pero reclamaron el urgente tratamiento de «Ficha limpia» y el oficialismo, sin más opción, acordó. Juntos convocaron a la sesión para el próximo miércoles.
«Por su puesto que los vamos a votar», expresó el jefe del bloque de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, al ser consultado sobre el tema por la prensa acreditada en Diputados, entre ellos iProfesional. En la UCR y en Encuentro Federal también están de acuerdo con el tema, aunque tienen críticas.
Por caso, parte del bloque Encuentro Federal considera que la prohibición debería correr solo «cuando haya condena firme» y no en segunda instancia, en coincidencia con la postura histórica del experimentado jefe del espacio, Miguel Pichetto, según señalaron fuentes de la bancada a este medio.
En el PRO están confiados en que el proyecto se aprobará la semana que viene, aunque la diferencia de criterios siembra dudas sobre la letra final. Si no hubiera un acuerdo entre los bloques no kirchneristas, el criterio de la condena en segunda instancia para la prohibición podría cambiar y esto jugaría a favor de Cristina Kirchner.
No sería descabellado que el bloque Unión por la Patria, que ya calificó la iniciativa como otro intento de «proscripción» sobre Cristina Kirchner, apoye con sus 99 diputados una modificación en ese punto si ve que hay número para ello y que la aprobación general es inevitable. Y es que hay otros dos factores que le darían margen para frenar «Ficha limpia»: su mayoría más cómoda en el Senado y los ajustados tiempos parlamentarios.
¿Se aprobará «Ficha limpia»?: la fuerza del kirchnerismo en el Senado y los tiempo ajustados
Por un lado, Unión por la Patria tiene 33 de los 72 senadores que integran el pleno. Los cuatro que le faltarían para alcanzar la mayoría y rechazar el proyecto no sería difíciles de conseguir entre los bloques provinciales (como el de Santa Cruz, que suele jugar contra el oficialismo) y las divisiones que aquejan a la UCR.
Pero además, el período de sesiones ordinarias del Congreso termina el 30 de noviembre y, en teoría, si el proyecto de «Ficha limpia» se aprobara en Diputados la semana próxima no darían los tiempos para que el Senado lo convierta en ley.
Es decir que si el proyecto avanza con la prohibición para las personas con condena en segunda instancia sería un obstáculo para una eventual candidatura de Cristina Kirchner, pero los tiempos parlamentarios podrían jugarle a favor porque la ley tendría que aprobarse antes de junio de 2025, cuando deben inscribirse los candidatos.
Ciertamente, puede ocurrir que la ley se apruebe en el próximo período de sesiones (que arranca el 1 de marzo de 2025) pero el año electoral suele dificultar el quórum en el Congreso y, nuevamente, el oficialismo y sus aliados tendrán que lidiar con la superioridad numérica del kirchnerismo.
Así, la otra alternativa para que el proyecto de «Ficha limpia» avance y le impida a la ex vicepresidenta de Alberto Fernández ser candidata sería que Milei lo incluya en el temario de las sesiones extraordinarias que piensa convocar para diciembre y/o enero, junto con el Presupuesto 2025.
¿El gobierno Javier Milei prefiere a Cristina Kirchner candidata o inhabilitada?
Sin embargo, allí entra en juego otro interrogante, que es el mismo que rondó a los diputados del PRO en los últimos meses: si el gobierno de Milei quiere realmente que avance un proyecto para impedir que Cristina Kirchner sea candidata el año próximo o si, por el cotrario, prefiere enfrentarla en la arena electoral.
La estrategia central de la «mesa chica» que rodea al Presidente seguirá siendo la polarización. Por eso Milei no dudó en protagonizar sonores cruces con Cristina Kirchner en las redes sociales, un juego que en realidad los beneficia a ambos. Sin embargo, para La Libertad Avanza es aún más importante esa confrontación porque le permite fortalecerse como actor protagónico del «anti kirchnerismo».
Si bien consideran que en las elecciones legislativas les irá bien con o sin Cristina Kirchner en la cancha, en el comando político que manejan Santiago Caputo y Karina Milei entienden que la ausencia de la ex mandataria podría dividir el «voto útil» que busca evitar «el regreso del kirchnerismo» y, en ese marco, complicarles el objetivo de captar a los votantes del PRO.
Ese es el eje central de la negociación pendiente que tiene el Gobierno con Mauricio Macri en torno al posible armado de una alianza electoral. Caputo evalúa que La Libertad Avanza ya ganó a los votantes históricos del PRO y se consolidó como la nueva contracara del kirchnerismo tras la dispersión de Juntos por el Cambio, lo que debilita al ex presidente.
Sin embargo, ese efecto que ve la Casa Rosada podría diluirse si Cristina Kirchner se ve impedida de competir en las legislativas de 2025 y, con ello, también su principal herramienta para la negociación con el PRO.