“Yo soy medio argentino, me gusta la cachinga, pero siempre con respeto”. Así se definió Deyverson, el delantero de Atlético Mineiro tras la victoria en Belo Horizonte. Y en la revancha, ahora en la Argentina, fue otra vez protagonista a su manera, ya cuando estaba en el micro camino al Monumental, cuando ingresó al estadio y también cuando salió. Por eso, además de la clasificación a la final, se llevó un acta por incitación a la violencia que le labró la Policía de la Ciudad.
Una de las primeras imágenes en la previa del encuentro fue la del goleador del partido de ida en la planta superior del micro, mostrando una bolsita con una camiseta de Boca, que le habría regalado un hincha al salir del hotel. Después, ya en el estadio, cuando ingresó para hacer el calentamiento previo, extendió su brazo derecho a lo largo de su pecho para realizar una banda horizontal, la clásica amarilla de Boca.
Los hinchas lo vieron y por eso lo insultaron durante gran parte del partido, hasta que a los 16 minutos del segundo tiempo fue reemplazado por Rubens. Y entonces siguió su show personal. Cuando estaba cerca del banco de suplentes, sacó dos tapones para los oídos que tenía guardados, quizás por si volvía a convertir como lo hizo por duplicado en la ida. Como no marcó, entonces los usó en ese momento de contacto con hinchas de River cercanos.
Ahí aprovechó otra vez para hacer la línea horizontal pero también para decirle “Boca, Boca”. Mientras lo insultaban y le decían de todo, también hizo gestos con sus manos como si fuera un monito. Siempre con esa sonrisa dibujada que lo convierten en un personaje divertido pero odiado a la vez.
Su relación con Boca se aceitó en los últimos tiempos, primero cuando declaró en diálogo con el diario deportivo Olé: “:Si un día me suena el teléfono y me dicen: ‘Deyverson, vení a jugar a Boca’. Pfff.. Me gustaría pasar por Boca porque soy un jugador de ir al frente y veo que Boca tiene mucho de eso. La verdad es que le tengo mucho cariño a la Bombonera por Maradona y todo lo que hizo a nivel mundial. También por todos los jugadores que jugaron ahí: Carlitos Tevez, Cavani, Riquelme… Para mí sería una ilusión jugar en Boca, con Felipe Melo (ex compañero en el Palmeiras). Los dos juntos. Ojalá algún día pueda jugar con Felipe Melo en La Bombonera con los hinchas cantando. Sería una locura”.
Además, un jugador de la séptima de Boca, Román Ferreira, recreó un movimiento del ex Palmeiras durante el choque en Belo Horizonte. “Gracias por tanto cariño”, escribió el delantero de 33 años, que ahora deberá resolver el tema de la contravención antes de regresar a Brasil.