El gobierno de Javier Milei obtuvo un triunfo pírrico al lograr la aprobación del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Educativo. El lado B de esa victoria indica que esta vez los «héroes» que respaldaron el veto a la ley de movilidad jubilatoria bajaron de 87 a 84 para la ley universitaria y que la proeza ocurrió con la curiosa ostentación de una notoria minoría de diputados y luego de ceder un aumento salarial a docentes que menos cobran del 6,8% retroactivo a abril.
Esta minoría resultó demasiado ajustada para lograr solo apenas un tercio de los votos de la Cámara de Diputados, con la ayuda de las cinco abstenciones de último momento y de 8 ausencias agónicas.
De ese modo, los 84 votos en favor del veto de Milei pudieron en el último minuto bloquear a duras penas el voto de 160 diputados que insistieron con la Ley de Financiamiento Educativo. De ese modo, Milei paga un costo político importante al enfrentarse a una mayoría de casi dos tercios de los diputados, con recursos de negociación muy extremos y de último momento.
Para llegar a esto tuvo que hacer concesiones al presidente del PRO, Mauricio Macri, y a los gobernadores de Tucumán, Osvaldo Jaldo, de Chubut, Ignacio Torres, de Santa Cruz, Claudio Vidal, y al jefe político de Misiones en las sombras, el ex gobernador Carlos Rovira, que siempre está detrás de las decisiones del gobernador Hugo Passalacqua.
Los costos políticos que deberá enfrentar Javier Milei por obtener los votos en el Congreso
En el caos de la negociación con Macri, Milei tuvo que ceder un aumento salarial del 6,8% retroactivo a abril para docentes y no docentes que menos cobran, además de comprometerse a derogar el decreto del ex procurador del Tesoro Carlos Zannini que prohibía a la Sigen auditar a las universidades, conformar la Auditoria General de la Nación, la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso para auditar los gastos de la administración.
Además, Milei nuevamente consolidó el malestar de grandes franjas del electorado de clase media vinculados a la educación pública de diversas formas, a los que se suman los jubilados, a los que Milei parece haberles apuntado. Si el veto a la ley jubilatoria y el asado con los «87 héroes» le deparó una caída en las encuestas, es posible que el rechazo a la ley universitaria profundice esa crisis. La inflexibilidad de Milei no ayuda a la paz social en las calles.
Lo dijo el jefe del bloque de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, en su discurso: «Presidente, ustedes creen que ganan, pero inevitablemente pierden, porque consolidan una minoría y en 9 meses de gestión no pudieron construir una mayoría parlamentaria con diálogo y consensos«.
Además, Milei tuvo que apelar a un recurso extremo al cederle al presidente del PRO, Mauricio Macri, concesiones políticas que no tenía previstas en materia de energía. El experto Emilio Apud, asesor del PRO, fue designado como intermediario entre el partido macrista y el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, para definir las futuras políticas energéticas.
Por ahora no tendrá un cargo en el gobierno. «No será como funcionario. Si se concretara el acuerdo, tal vez sea el nexo o coordinador de la colaboración de PRO al Gobierno», dijo a iProfesional un allegado a Emilio Apud.
Pero además, Macri le sacó a Milei un compromiso de que todas las políticas parlamentarias sean coordinadas con el jefe el bloque del PRO, Cristian Ritondo, mano derecha del expresidente y con firmes ambiciones de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
De ese modo, a la mesa de coordinación de los lunes entre el Gobierno, Ritondo y los jefes del bloque del MID, Oscar Zago, y su par de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, se sumará una reunión previa los viernes entre Ritondo, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor presidencial sin cartera, Santiago Caputo.
Es posible que a medida que pase el tiempo surjan nuevos indicios de concesiones de Milei ante Macri, que siempre pidió lugares de injerencia en la Hidrovía, Energía, Minería, la Aduana, la AFIP y la Anses.
Diputados y gobernadores claves para mantener el veto a la Ley de financiamiento de las universidades
«Los acuerdos de Osvaldo Jaldo de Tucumán con el Gobierno son competencia de Guillermo Francos, que tiene esa relación con Jaldo», señaló a iProfesional un funcionario libertario para explicar el voto de tres diputados tucumanos en favor del veto presidencial.
Finalmente, el gobernador de San Juan despejó la duda sanjuanina del PRO. Marcelo Orrego hizo jugar a sus dos diputadas contra el veto de Milei. Son Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno, de Producción y Trabajo.
El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, tuvo una diputada a favor del veto, Nancy Ballejos, de PRO, y uno en contra del Gobierno, Francisco Morchio, de Encuentro Federal. En tanto, el mandatario de Chubut, hizo votar en favor del veto a Ana Clara Romero, del PRO, y ausentó a Jorge Avila de Encuentro Federal. De ese modo, Nacho Torres era considerado uno de los traidores por los diputados de Encuentro Federal que esperaban más firmeza contra el veto.
Milei logró mantener casi intactos a favor del veto a sus cinco diputados «radicales con peluca»: Martín Arjol, Mariano Campero, Luis Picat, José Tournier, y Pablo Cervi, aunque este último se abstuvo. En el caso de Tournier, pesó la alianza con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdes.
El caso de mayor lealtad fue el de Osvaldo Jaldo. El gobernador de Tucumán logro que sus diputados tucumanos votaran a favor del veto: Agustín Fernández, Elia Marina Fernández, Gladys Medina y Paula Omodeo.
La novedad fue el favor que le hizo el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, que tiene fuerte llegada a Milei a través de un asesor común, Fernando Cerimedo. Eso sirvió para que José Garrido levantara la mano en favor del veto.
Además del radical Cervi, hubo un lote de misioneros liderados por Carlos Rovira, el poder en las sombras de Misiones, que optó por la abstención patriótica en favor de restarle número al rechazo al veto: fueron ellos los diputados Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik, todos ellos de Innovación.
Tambien fueron importantes los ausentes para que la oposición no llegara a los dos tercios y rechazar el veto. De ellos algunos fueron involuntarios, como Oscar Zago, del MID, que hubiera respaldado al veto, pero tenía un viaje familiar a España. Fernanda Avila, de UP de Catamarca, tambien estuvo impedida de presentarse.
Pero hubo otros que dejaron dudas acerca de si su ausencia fue una decisión política premeditada o si fue accidental: Jorge Avila, de Chubut, movido por el gobernador Ignacio Torres; Fernando Carbajal de la UCR de Formosa; Ricardo Lopez Murphy, de Encuentro Federal CABA; Héctor Stefani, del PRO de Tierra del Fuego; Alejandra Torres, de Encuentro Federal Cordoba, y Yoloanda Vega, de Innovacion Federal Salta. Un diputado de Encuentro Federal se lamentaba: «Alejandra Torres nos traicionó». Esa diputada, esposa de Osvaldo Giordano, ex titular de la Anses de Milei, adujo tener Covid y señaló que hubiera votado en contra del veto.
Luego de la sesión de este miércoles, Milei y Santiago Caputo le escribieron a Cristian Ritondo para agradecerle el apoyo nuevamente en el Congreso. «El PRO es clave para el Gobierno en el Congreso, sin nosotros no son nada», se ufanaba uno de los voceros del bloque macrista. El bloque de Macri puede mostrarle al Presidente que tienen la llave de la gobernabilidad y están dispuestos a hacerlo valer.
Reproches del PRO al Gobierno, a pesar de apoyar con el voto en Diputados
De ese modo se mostro Ritondo en el discurso de este miércoles. Aprovechó sus críticas al kirchnerismo para marcar la fragilidad de los libertarios. «Lo que les importa es golpear a un Gobierno con debilidad parlamentaria», dijo, dirigiéndose a la bancada del peronismo.
Pero también le envió un mensaje duro a los libertarios: «Exigimos una mejor gestión, no hay que tener mala praxis. Se prorrogó el presupuesto 2023 sin definir los ingresos para la educacion superior, no conformamos la Auditoria General de la Nacion, no tenemos la Comisión Mixta Revisora de Cuentas (para controlar los gastos) y no derogaron el decreto del ex procurador Carlos Zannini que prohíbe a la Sigen hacer auditorias en las universidades».
De ese modo intentó congraciarse con el electorado descontento porque el macrismo a final termina salvando los vetos de Milei que son rechazados por la mayoría: «A la mala intención de los sospechosos de siempre, hay que agregar que este Gobierno ha cometido estos errores».
Tambien pasó el aviso de que el PRO le toqueteó la billetera a Milei. «Por eso agradecemos que hayan aceptado, tanto el 6,8% de aumento retroactivo a abril (a los docentes) como la garantía salarial que solicitamos, porque esto significa una suba a los docentes y no docentes que menos ganan. A pesar de las demoras es un buen comienzo y tenemos que terminar de definir en el debate del presupuesto 2025 la prioridad que tiene este Congreso sobre las universidades, docentes y educacion publica en general».
Más duro fue Miguel Pichetto, el jefe de Encuentro Federal. «Presidente, probablemente ganen esta tarde. Creen que ganan, pero inevitablemente pierden«, comenzo. «Como perdieron con los jubilados, cuando en realidad a 9 meses deberían haber consolidado una mayoría parlamentaria sobre base del dialogo de la construcción razonable de la propuesta e ideas de un camino cierto, institucionalidad», prosiguió.
Y terminó reclamándole al presidente de la Cámara baja, Martín Menem: «¿Cuál es el programa que tienen? Son un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de un cierto bienestar del Estado, una empresa de demolición … no sabemos cuál es el plan». Y señaló que el impacto fiscal de la Ley de Financiamiento era de 0,14% del PBI, lo cual, a su juicio, no valía una confrontación y consolidación del conflicto en donde «tratan de ganar batallas que en realidad pierden».