No, no es una película de Netflix, es una historia real. Dani Cuesta y Mireya Sáez son una pareja de recién casados y aficionados del Valencia FC. A fines de septiembre partieron hacia su luna de miel en Singapur, aunque no solamente para disfrutar de la amplia selección gastronómica, también para visitar al máximo accionista de su club, el empresario local Peter Lim, quien en este último tiempo recibió protestas de los aficionados por su gestión.
Pero Dani y Mireya lo llevaron a otro nivel, posteando una serie de fotos y mensajes en sus redes sociales posando en lugares emblemáticos y frente a una de las propiedades de Lim con una bandera con el lema ‘Lim Go Home’ (Lim andate a casa). También compartieron un video en el que se ve como Dani pega una pequeña pegatina en una puerta que, al parecer, es también de una propiedad del empresario.
La movida no fue espontánea, sino que la pareja la viene planeando desde antes de su casamiento, que tuvo temática del club español, y fueron compartiendo en redes sociales sus intenciones de visitar varios lugares emblemáticos de Singapur con la bandera de protesta. Sin darse cuenta, uno de los sitios donde posó Dani terminó siendo la casa del empresario.
El viernes 4 de octubre la pareja daba por finalizada su estadía en Singapur y el próximo destino de su luna de miel era Bali, pero nunca pudieron llegar a destino. Ese día la Polícia les exigió que regresen del aeropuerto a su hotel, donde les retiraron sus pasaportes.
Se abrió una investigación policial para determinar si hubo un delito o no. Según informa la Embajada de Singapur en Argentina: «Están prohibidas las manifestaciones políticas o sociales o exhibiciones públicas sin autorización previa». Este podría ser el sustento de las autoridades para retener a la pareja de turistas en el país.
«Como habéis visto no he hecho daño a nadie, solo he manifestado el malestar de una aficion entera», había escrito Dani Cuesta en Twitter antes de que se desatara el escándalo.
La familia de los dos aficionados ha pedido «discreción» para poder resolver su situación cuanto antes y con las menores consecuencias posibles. «Pedimos a los medios de comunicación, periodistas y usuarios de las redes sociales discreción y cese del ruido mediático que envuelve el caso, ya que solo perjudica al principal interés que tenemos en este momento, que Dani y su mujer vuelvan a casa lo antes posible y con las menores consecuencias para ambos», pide el escrito.
Desde entonces, están en contacto con la Embajada de España en Singapur y a la espera de que se resuelva la investigación abierta, un tiempo en el que pueden moverse por el país pero no abandonarlo.