Un terrible suceso ocurrió el viernes pasado en Luton -ciudad ubicada a 60 kilómetros de Londres-, Inglaterra, y conmocionó al mundo. Un joven de 18 años habría asesinado a su madre, una mujer argentina de 48 años, y a sus dos hermanos, en el propio departamento de la familia.
El acusado, que ya fue detenido, se llama Nicholas Prosper, mientras que las víctimas fueron identificadas como Juliana Prosper, y sus hijos Giselle, de 13, y Kyle, de 16. Según aseguró el medio marplatense La Capital, la mujer era oriunda de esa ciudad balnearia y su apellido de soltera era Falcón.
Según informó el portal The Sun, los vecinos escucharon disparos y llamaron a la policía de Bedforshire. Al llegar a la escena, los oficiales encontraron a tres personas “muy gravemente heridas”, quienes luego fueron declaradas muertas por el personal médico.
A 600 metros del complejo de edificios en el que ocurrió el crimen, los efectivos policiales detuvieron al joven y le secuestraron la escopeta que presuntamente habría utilizado para el triple asesinato. Además, al adolescente se le atribuyeron otros delitos, como compra sin certificado y posesión de armas blancas y de fuego.
La mujer también era madre un chico de 21 años que vivía en la ciudad, pero en otro departamento distinto al de sus hermanos.
En tanto, BBC señaló que Nicholas Prosper declaró ante el Tribunal de la Corona de Luton desde la cárcel y fue acusado de asesinato. Quedó bajo custodia y está previsto que el 5 de diciembre, ante el mismo tribunal, tenga una nueva audiencia para determinar su culpabilidad. La causa quedó a cargo del juez Michael Simon.
Según sostuvo el medio marplatense, Juliana Falcón nació el 4 de junio de 1976 en la ciudad costera argentina y migró a Inglaterra a los 20 años, país donde conoció al padre de sus cuatro hijos. Era muy hábil para dominar el inglés, a tal punto de que no sólo le permitió adaptarse a la nueva cultura sin problemas, sino que los habitantes creían que era nativa.
Asistió a la escuela primaria N°18 y realizó sus estudios secundarios en el Instituto Polivalente de Arte. Marina, una de sus mejores amigas en Mar del Plata, relató en La Capital: “Tenía una calidad humana increíble, una mujer superinteligente y era una madre muy dedicada a sus hijos, por lo que no encuentro consuelo ni explicación a lo sucedido”.
LA NACION